sábado, 23 de julio de 2011

Las personas creen estar seguras y los libros de terror les quitan esa seguridad

La expectación por la primera tertulia de la Semana Negra


Sábado 23 de julio de 2011. Gijón


José Antonio Cotrina, Susana Vallejo, Elia Barceló, Rafa Marín, Jorge Iván Argiz y Emilio Bueso durante la tertulia
José Antonio Cotrina, Susana Vallejo, Elia Barceló, Rafa Marín, Jorge Iván Argiz y Emilio Bueso durante la tertulia
El nuevo recinto de la Semana Negra de Gijón es más amplio y distribuye su espacio entre librerías, chiringuitos tabernarios, comercios varios, top manta, atracciones de ferias, escenario, baños, carpas sociales y literarias. Eso sí, tras ella la universidad ha levantado una valla metálica, la de la ignominia que dicen aquí, a modo de protección de su sacrosanto espacio del saber y el conocimiento, su parcela privada de la que hacen su propio coto obviando que, sin embargo, están en terreno de todos. Me la pensaba peor, pero al final uno casi ni la ve, está detrás y nada tiene que ver con la Semana Negra. Aunque la hubieran electrificado no lograría muertos.

En la carpa del encuentro tiene lugar la primera tertulia. En torno a Jorge Iván Argiz que modera la mesa, se han sentado Emilio Bueso, José Antonio Cotrina, Susana Vallejo, Elia Barceló, Rafa Marín, Juan Miguel Aguilera, Rodolfo Martínez, Alberto López Aroca, José Luis Zarate, Javier Márquez y Susana Evee para hablar de De la fantasía al terror. De fantasía hablan poco, más bien de lo que ofrece el terror que rápidamente dividen en dos tipos literarios: el natural o real y el sobrenatural. ¿Por qué alguien va a querer leer algo que da miedo? Dice Barceló que el terror te permite enfrentarte a los monstruos, aunque mueras en el intento. Aroca explica que nos sirve para imaginar lo peor y así estar prevenido por si alguna vez sucede. Cotrina busca que le sobrecojan y también que le divierte tener miedo con la sensación controlada del sofá. Vallejo señala que nos metemos en el papel como si nos estuviera ocurriendo en realidad, pero sabiendo que vas a sobrevivir porque no te está pasando de verdad. Parece que te vas a caer, pero no te caes, dice Aroca, por eso nos gusta.

José Luis Zarate, Javier Márquez y Susana Evee durante la tertulia
José Luis Zarate, Javier Márquez y Susana Evee durante la tertulia
También se habla de qué es eso del terror o qué nos produce miedo. Marín se acerca a la actualidad, a la matanza de Oslo, para decir que acabamos de comprender que la literatura nórdica, que tantos éxitos cosecha últimamente, lleva tiempo contándonos que allí estaban locos por pegarse tiros. Este preámbulo le sirve para llegar a donde quería ir el escritor gaditano, a decir que el terror es la crisis, lo que nos pasa realmente. Márquez continúa en esa línea, lo más terrorífico es un campo de concentración. En realidad, explica, el terror evoluciona según lo hacen las sociedades. Bueso añade: «cuanto más real más miedo da». Aguilera habla de que la esencia del miedo la encontramos en lo que nos asusta durante la infancia, ese es el terror que sigue funcionando. A él le da mucho miedo la incapacidad de comunicarte con el otro, de estar en las manos de alguien que no te entiende, que no se comporta de una manera racional. Argiz lo lleva al terror cotidiano con el que nos asustaban de pequeños sin querer –en esta cama murió tu abuelo, los angelitos que cuidan la cama…– para luego añadir que los que más miedo nos da es lo que imaginamos, así funcionaba el terror de Lovecraft: «era un ser que no debería ser de este mundo», pocas palabras, sin descripción, lo demás lo pone el lector. Barceló no está muy de acuerdo, al final, quien escribe, tiene que abrir la puerta y enseñar al monstruo y por mucho que le pongas siempre habrá puesto más con su imaginación quien lo estaba leyendo. El lector utiliza su miedo individual y el escritor ha trabajado con los miedos colectivos. Explica el terror en la falta de control, en lo que ves que te va a pasar y no puedes evitar porque no sabes como enfrentarte a ello, el miedo está, por ejemplo, cuando viene de un aparato estatal arbitrario. Lo confirma Zarate aclarando que uno cree estar seguro y el libro de terror te quita esa seguridad.

La tertulia ha contado con mucho público, es sábado, pero aún así la organización ha tenido que ir sumando algunas sillas más. Según avanzaba la charla se iba incorporando más gente, se veían muchas caras muy jóvenes, especialmente chicas adolescentes. Al finalizar descubro el secreto, es que a continuación se presenta Laura Gallego, sin duda una de las autoras más queridas por el público juvenil. Aprovecho para pasear entre las librerías, comprar los primeros libros, echar un vistazo rápido a las exposiciones y descubrir una de las mayores dudas para esta Semana Negra, cómo se iba a apañar Taibo con la nueva ley antitabaco. Muy fácil, presenta y mientras los autores hablan se sale fuera de la carpa a fumar. No pierde detalle, son unos metros y las carpas están abiertas.

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