lunes, 25 de julio de 2011

¿Traidor o héroe?

Alfonso Mateo-Sagasta cuenta con pasión su última novela: Caminarás bajo el sol


Lunes 25 de julio de 2011. Gijón


Paco Ignacio Taibo II y Alfonso Mateo-Sagasta presentando Caminarás bajo el sol
Paco Ignacio Taibo II y Alfonso Mateo-Sagasta presentando Caminarás bajo el sol. Foto: Toni Gutiérrez
Alfonso Mateo-Sagasta es un autor muy querido en la Semana Negra de Gijón, de los que forma parte del equipo extraoficial de ella. Es de esos que con su trabajo callado va dando lustre al festival año tras año. Con Caminarás bajo el sol ha ganado el premio Caja de Granada, lo que en palabras de Taibo durante la presentación, significa que le ha hecho temporalmente rico.

Taibo describe la novela como un libro muy singular. Un español escribiendo una historia mítica de Latinoamérica; la de Gonzalo Guerrero, considerado el primer traidor y que se terminará enfrentando a Hernán Cortes como uno de los jefes mayas. En realidad depende del lado con el que se le mire, para América no es un traidor, se trata del primer mexicano. México es un país eminentemente mestizo. Añade que la novela tiene un ingrediente extra, la enorme virtud de su autor para contar con total empatía al personaje. Destaca la solidez de la creación de los dos mundos que permite una verdadera inmersión al lector. Hay una literatura conducida por la acción y repleta de ideas.

Alfonso Mateo-Sagasta explica que Caminarás bajo el sol nació en la Semana Negra, en una tertulia de bar con dos amigos: Rafa Marín y Juanmi Aguilera. Surgió hablando de grandes personajes a quienes se les debía una novela. Hablaron de Gonzalo Guerrero, personaje con quien ellos estaban intentándolo pero que en aquel momento no les salía. Le pidieron que lo escribiera él.

¿Quién es Gonzalo Guerrero? Nos pide que pensemos en aquel tiempo de descubrimientos donde las Indias no eran otra cosa que unas islas al final del mundo, algo tenebroso, desconocido, sin explorar. No había nada más. Unos españoles, llegados con ansias de conquista, naufragan en Jamaica y terminan en una playa del Yucatán sin saber muy bien dónde están realmente. Son hechos prisioneros. Ocho años después una expedición que sale en busca de esclavos con los que amortizar aquellos viajes, pues la Corona autorizaba, pero no conquistaba y por tanto no financiaba. Capturan a dos indios que quieren utilizar como traductores. Los indios les cuentan que ya habían visto hombres con barba, que dos de ellos eran esclavos. Hernán Cortés recibe el mensaje y piensa que si viven entre los indios serán buenos traductores, justo lo que necesita, así que fleta expediciones para buscarlos y rescatarlos. Encuentran a Jerónimo Aguilar y les dice que hay otro español más, Gonzalo Guerrero, pero que es padre de tres hijos con una india, que lo tienen por cacique y que dice que no vuelve. Mateo-Sagasta se pregunta por qué no vuelve, ¿qué es lo que ha encontrado allí?

Alfonso Mateo-Sagasta presentando Caminarás bajo el sol
Alfonso Mateo-Sagasta presentando Caminarás bajo el sol. Foto: Toni Gutiérrez
Gonzalo Guerrero va a atravesar el golfo de México y va a morir luchando contra los españoles. Su muerte es una alegría para la Corona que le considera una vergüenza. Fue un hombre que vivió en los tiempos de la mayor aventura de la humanidad, hombres que descubrieron un mundo que llevaban en la cabeza. Están descubriendo lo increíble, lo más asombroso. Esa capacidad está presente en aquellos hombres. Lo que debió descubrir Guerrero fue una humanidad. Entendió que los indígenas también son humanos y se quedó por amor.

Ahora es un personaje que nos toca muy de cerca. Mateo-Sagasta nos dice que no juega como autor a convertirlo en mejor persona. Nuestros complejos como españoles hacen que nos cueste hablar de México como el desastre humanitario que fue. Los españoles llegaron a América a destruir un paraíso, aunque no era tal, sino que había tribus enfrentándose las unas a las otras, ajustándose cuentas pendientes. Los españoles se convierten en otra tribu más, en este caso dominante. Se mezclaron con los indios, pero no por su deseo. Exterminaron a los que estorbaban. Todo esto es importante decirlo. Para España, Guerrero se convierte en el gran traidor, pero allí es un héroe, un personaje simbólico. Narramos la historia hacia el futuro, según lo que queremos ser. Guerrero es una utopía. El mestizaje es algo positivo porque nos enriquece a todos y abre una vía de comunicación nueva.

Todo lo que cuenta en Caminarás bajo el sol es ficción. Lo que Mateo-Sagasta conoce es que fue esclavo y que le dijo a Hernán Cortés que no. Lo demás es cosa suya. Le interrumpe Taibo para decir que la novela tiene la capacidad de contar la Historia, pero con el material y documentación que existe no se llenan diez folios.

Mateo-Sagasta dice que la novela habla de la historia y que sobre ella mete los elementos narrativos que le interesan. Cuenta la progresión y los éxitos que Guerrero consigue en el mundo indígena. Cuando llegan los españoles, los mayas están en decadencia, su gran pasado está en el olvido. Mateo-Sagasta organiza la historia como quiere, tomando sus decisiones literarias. No se puede decir que falsee la historia, la realidad es que no hay datos ni en un sentido ni en otro.

Así acaba su presentación, ya está libre para prepararse, esta noche los autores tienen su tradicional gran concurso de Karaoke en el hotel Don Manuel y Mateo-Sagasta no va a faltar.

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