viernes, 29 de julio de 2011

Un viernes intenso en la Semana Negra

Todo lo que nos preocupa tiene su espacio en la Semana Negra


Viernes 29 de julio de 2011. Gijón


Almudena Grandes charlando con Miguel Barrero
Almudena Grandes charlando con Miguel Barrero. Foto Toni Gutiérrez
La Semana Negra es un hervidero de escritores, que han ido llegando para hacer de esta feria una fiesta de la cultura popular.

Almudena Grandes se va a pasar su vida contando la historia del siglo XX

Almudena Grandes viene a presentar su última novela Inés y la alegría, que es la primera de una serie de seis que nos quieren contar la historia de la Guerra Civil hasta 1964, cuando Franco celebra los 20 años de Paz. En ellas tratará de introducir personajes sobre los hechos reales. Esta primera nos cuenta la invasión del Valle de Arán, que aunque no salió no deja de ser una hazaña épica. Para construir el modelo de revolucionario total, Grandes coloca como protagonista a un asturiano, del pueblo de su abuela.

En el libro se novela la historia sentimental de Pasionaria con Jesús Monzón porque la autora quería desmitificar una parte de la imagen de Pasionaria que se asienta sobre un pedestal polvoriento y remitificar con esa imagen de mujer enamorada que se pasea por el Kremlim para pedirle a Stalin un favor por amor. Cree que es positivo transformar la fotografía de madre universal del proletario hacia el de esa mujer.

Después repasó su carrera literaria y lo que cada uno de sus libros significa, haciendo comparaciones y explicando sus motivaciones. Si las primeras trataban de los conflictos de edad de su generación, las últimas están hablando de la recuperación de la memoria, que en el fondo es el asunto pendiente de su generación. Al final se va a pasar su vida contando la historia del siglo XX.

Le preguntaron por qué Carrillo sale tan poco en Inés y la alegría y defendió que no tiene porqué aparecer más de lo que lo hace en la novela. Como escritora tiene la libertad de elegir lo que cuenta y cómo lo cuenta. No es una historiadora. Un historiador tiene que contar cosas increíbles que son verdad y un el trabajo del escritor es contar invenciones que deben parecer reales. El novelista puede ir más allá para rellenar las lagunas a las que no llega la realidad.

Entre el público se encontraba Joaquín Sabina, que le preguntó por Benito Pérez Galdós. Grandes confesó que es el autor que más le ha influido, como lectora y escritora. Su segundo mejor novelista, después de Cervantes.

Javier Calvo y Raúl Argení durante la presentación de Corona de flores
Javier Calvo y Raúl Argení durante la presentación de Corona de flores. Foto Toni Gutiérrez
Un asesino en serie anda suelto por las calles victorianas de Barcelona

Hay muchas cosas de la política barcelonesa de los últimos años que no le gustan a Javier Calvo y que le producen un rechazo político. Le repugna esas políticas llevadas a cabo desde el Ayuntamiento para expulsar de barrios típicos a una serie de población para hacer espacios y elementos para uso del turismo. Barcelona se ha llenado de heladerías. Decidió indagar allí donde cree que está el origen del mal y lo identificó en un momento, a finales del XIX con la expansión de la ciudad, cuando del Rabal se extirpó su componente sagrado, la época de la fiebre del oro de la ciudad.

Así surge Corona de flores, colocando en ese tiempo a un asesino en serie que va matando por la ciudad, con un ambiente victoriano, semejante a los de Conan Doyle y Dickens, con sus callejones, neblina, luz de gas… Sobre si la violencia que aparece es un tanto sensacionalista, explica que en la poca investigación que realizó encontró que en aquel momento la brutalidad era algo normal. Así que es una simple constatación.

Cuenta que a la hora de ponerse a escribir esta novela histórica, le preocupaba no poner filtros desde el siglo XXI a aquella etapa, algo que tiñe el género y lo desvirtúa.

Antologías de cuentos, unos de terror y otros de rock & roll

Aquelarre es una antología de cuentos de terror. Para presentarla están tres de sus autores Juan José Plans, Juan Ramón Biedma y Ismael Martínez Biurrún que comparten mesa con Jorge Iván Argiz y Cristina Macía. Cuentan el ambiente, el proceso, las conversaciones con el editor.

Plans, que participó en muchas de las primeras Semanas Negras, no pudo dejar pasar la oportunidad de explicar que este año, por la problemática de la continuidad, quiso volver a estar presente, pues el festival debe seguir en esta ciudad.

Por su parte Esteban Gutiérrez y Patxi Irurzun presentan Simpatía por el relato. Del rock a la literatura, un conjunto de cuentos escritos por gente relacionada con la música. Les acompañan Pablo Tamargo de Black Horde, Agnes de Lilith y Felipe Zapico de Deicidas (los dos primeros estarán con su banda en el concierto de esta noche) que leen fragmentos de sus relatos. El libro es un encuentro entre el rock y la literatura, porque las dos cosas forman parte de la vida.

Simpatía por el relato. Del rock a la literatura sirve para dignificar el Rock y también para ayudar, pues han cedido los derechos a dos asociaciones sin ánimo de lucro; la primera un comedor social en Pamplona que con los recaudado con la primera edición del libro han podido dar 1.000 comidas y la segunda un asociación de acogida a niños saharauis de Fuenlabrada que gracias a lo recaudado ya ha podido traer dos niños más.

Olga Rodríguez en su conferencia sobre Egipto y la post revolución
Olga Rodríguez en su conferencia sobre Egipto y la post revolución. Foto Toni Gutiérrez
Olga Rodríguez nos trae información directa que nos permite entender la situación egipcia

Sin duda la charla de Olga Rodríguez sobre Egipto y post revolución resulta algo sensacional, es un placer escuchar a esta mujer desplegando información veraz y humana. Sabe de lo que habla y se nota. Con sus palabras permite al oyente construir una estampa certera, completa y verídica, sentir que se está escuchando a quien ha vivido la realidad de primera mano, pero también de quien se ha preocupado por profundizar en las causas para llegar a las raíces de lo que está ocurriendo. Su forma de desplegar los antecedentes de la situación en Egipto, de explicar las revueltas allí ocurridas, emociona. Olga Rodríguez es una periodista con mucha inquietud, una gran comunicadora, que colabora con el proyecto de Periodismo Humano. Su trabajo es su pasión, su información directa e imprescindible para entender nuestro mundo.

Repasa la historia de los movimientos sociales y obreros en Egipto desde el año 2000, y como cada una de estas acciones fueron preparando el terrero para unas revueltas que poco tienen de espontáneas. Habla de la corrupción, de cómo se extiende y salpica, de lo difícil que resulta luchar contra ella por su imbricación con los poderes económicos mundiales. De las sorpresas que los propios activistas han sentido con el éxito de participación ciudadana. Hace también un repaso sistemático de las revueltas, contando cada uno de sus logros.

La conferencia se transmite en streaming para que pueda ser seguida a través de Internet en cualquier lugar del mundo.

¿Y si tuviésemos que elegir entre ser víctima o se torturador, dónde se colocaría cada uno?

Tras la charla de Rosa Montero que ha convocado a numeroso público por ser uno de los alicientes del día, le toca el turno a Carlos Sálem. Esta vez no presenta una novela, sino un texto teatral que se ha publicado recientemente: El torturador arrepentido. En la presentación, Cristina Macia describe a Sálem como uno de los escritores canallas y Marcelo Luján avisa de que esta vez se ha puesto un poco serio, pues habla de dictaduras y desaparecidos. Para un argentino, la dictadura cívico-militar de Videla es el mal absoluto. Lujan explica que su generación se salvó por los pelos y que este texto es muy valiente, con un verdugo y una víctima que no han sido construidos sobre clichés facilones.

Sálem explica que El torturador arrepentido es el libro que más ha tardado en escribir. Se crió en la Patagonia, donde la represión de la dictadura no llegó con tanta fuerza. Nunca fue torturado, pero mucha de la gente a la que conoce sí pasó por esa situación. Esta historia se responde a la pregunta: ¿qué ocurre si salgo a la calle y me encuentro comprando el pan a mi torturado? Para ello su protagonista se encuentra en el teatro, viendo una función, con el jefe de los que le torturaron en el pasado. Tiene que cumplir la promesa que se hizo de matarlo, pero en el fondo ya no quiere, tiene una vida acomodada. En el escenario de El torturador arrepentido conviven el presente y el pasado que ejerce de conciencia. ¿Si me vengo haciendo algo injusto no me estaré convirtiendo en lo mismo que mi torturador? ¿Si tuviéramos que elegir entre torturados o víctima, que escogeríamos? Hay dictaduras, pero lo peor es no enfrentarse y quedarse cruzado de brazos mirando para otro lado.

Después Carlos Sálem lee un fragmento, un monólogo del torturador, que pone la piel de gallina. Ante tanta emoción, es mejor dejar aquí la presentación, no hace falta añadir nada más.

Benjamín Prado y Alejandro Gallo presentando Operación Gladio
Benjamín Prado y Alejandro Gallo presentando Operación Gladio. Foto Toni Gutiérrez
Operación Gladio cuenta cómo la CIA entró por la puerta de atrás en nuestra democracia

Benjamín Prado presenta Operación Gladio, una novela basada en una organización real y documentada. Gladio fue una red creada por al CIA y la OTAN con el fin de evitar la llegada a los gobiernos de las izquierdas europeas. Para ello diseñaron y llevaron a cabo actos terroristas en los que se terminaba culpando a radicales de izquierdas o ultraderechistas. Uno de estos casos fue la matanza de Montejurra que ocurrió en nuestro país, pero Alejandro Gallo detalla también casos en Italia, Grecia, Argentina, Mozambique, Turquía y Francia. En todos ellos se ha constatado la autoría de Gladio. Habla de Carrero Blanco, que no era un personaje visto con buenos ojos por EE.UU. y de coincidencias sospechosas.

Cuando Bejamín Prado toma la palabra comienza diciendo que Franco era muy sanguinario y muy idiota, que incluso se dejó timar por un austriaco que vino a venderle la gasolina en polvo. Operación Gladio es una novela de espías, en la España de la Transición, en la que opera una red paramilitar, Gladio, creada y financiada por los norteamericanos reclutando pistoleros nazis y camisas negras. Va contando el armazón sobre la que ha construido su historia. Es ficción, para rellenar los huecos y las sombras que la Historia no ha podido completar porque no ha encontrado el papel que lo constata. En la novela cabe de todo, es como una batidora en la que puedes añadir condimentos de la realidad con otros ficticios. Operación Gladio cuenta cómo la CIA entró por la puerta de atrás en nuestra democracia.

El movimiento 15-M es un pequeño triunfo que nos está mostrando las carencias de una democracia

Olga Rodríguez repite. Junto con Juan Luis Sánchez y Javier Bauluz comparten mesa de Fotoperiodismo para hablar del 15-M, una realidad que se está contado poco y bastante tergiversada.

Bauluz habla del proyecto de Periodismo Humano, un medio que busca informar de lo que sí importa. Es necesario que la prensa profundice en el contexto para informar. Es necesario que los periodistas profesionales recuperen el periodismo, y de que éste se ponga al servicio del ciudadano. Los medios son un servicio público que cumple una función social, más que el negocio en el que se han convertido. También señaló que esta crisis es una estafa con el eslogan de «Todo por la pasta».

Después Juan Luis Sánchez explica cómo vivió el origen del 15-M y el seguimiento que desde Periodismo Humano se ha hecho del movimiento, deteniéndose en cómo se fue juntando la gente en la acampada Sol y cuales fueron los motores de cada una de las primeras jornadas que fueron aumentando la solidaridad. También de cómo todos los medios enviaron a periodistas para cubrir la noticia, pero cuando su trabajo llegó a las mesas de redacción, los editores no le dieron importancia porque no supieron cómo clasificarlo, ni quién lo impulsaba ni contra quién iba. No supieron contarlo, no se atrevieron y decidieron no hacerlo. Mientras las redes sociales ardían.

Olga Rodríguez enfoca su análisis en las diferencias y similitudes entre los movimientos del El Cario y Madrid y de cómo ambas movilizaciones han sacado a la luz un sentimiento compartido de mucha indignación y hartazgo, hasta el punto de legitimizarlo, cuando unos meses antes se hubiera considerado como una postura radical. Ahora sabemos que no todos los votos son iguales, que hay una élite con poder y dinero que está por encima de los propios Derechos Humanos, que los medios no están reflejando la realidad. El movimiento 15-M es un pequeño triunfo que nos está mostrando las carencias de una democracia.

Después se abre un turno de intervenciones entre el público. Me quedo con uno de los jóvenes que explica que el movimiento ha abierto caminos inéditos. En primer lugar el de recuperar los espacios públicos para la ciudadanía, hemos descubierto que la calle es de todos. El segundo es la utilización de un lenguaje horizontal con un gran valor simbólico. El tercero es el consenso y el respeto, algo que requiere un esfuerzo tremendo pues obliga a insistir en buscar los puntos de encuentro. Añade que no tiene perro, ni sabe tocar la flauta, que tiene un trabajo y un buen sueldo, pero que hay trenes que solo pasan una vez en la vida. El que quiera que se suba.

Luis García Monero, Joaquín Sabina y Benjamín Prado en la velada poética
Luis García Monero, Joaquín Sabina y Benjamín Prado en la velada poética. Foto Toni Gutiérrez
La hermosa tradición de la velada poética

La noche se cierra con la velada poética. Convocados por Taibo, acuden a ella Luis García Montero, Benjamín Prado y Joaquín Sabina. Juntos tienen un mano a mano, para ir recitando sus versos. La carpa del encuentro está repleta, se disparan más flashes que nunca, pues todo el mundo quiere guardar un recuerdo gráfico de la velada. Casí todos miran a Sabina, pero hay quien, sorprendido, ve la noticia en el público, quien va grabando la expectación más que el propio acto. Cierto que parece magia que, a estas horas tan tardías, el público quiera escuchar versos más que ir de bares. Que se congregue, escuche y aplauda. Es algo inaudito que pasa año tras año, una contradicción que se ha instaurado como hermosa tradición.

Cuando Sabina lee sus versos, no se escucha otra cosa. Se le mira con devoción, se ve un cierto componente de mitificación que siempre le persigue. Desgrana su ritmo, lo asienta en las repeticiones y las largas enumeraciones que tan bien describen un estado de ánimo. Montero elige versos como dardos, como cuentos, con un gusto por la musicalidad poética. Prado selecciona los suyos comos sueños, cargados de deseos. Juntos van haciendo un espacio que se amplía a todos. Prado invita a Juan José Téllez para que lea uno de sus versos y después a Almudena Grandes.

Cuando el tiempo se acaba, los tres juntos cantan un tango con letra de Sabina dedicado a la Semana Negra y a Gijón.

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