domingo, 29 de marzo de 2009

Ben X

«Ben X» estuvo en las nominaciones a mejor película extranjera de los Oscars, representando al cine belga del 2007, y también participó en varios festivales internacionales, entre ellos el de Gijón en su 45 edición. Ahora, año y medio después, llega a nuestras carteleras de forma discreta.

Imágen de la películaA veces el cine enseña formas de vida a las que nuestra experiencia no puede llegar. En este caso el protagonista (Greg Timmermans) es un muchacho con trastorno de Asperger, que vive una vida disociada entre la primera hora de la mañana en la que juega a Archlord y las otras veintitrés del día. Su autismo le convierte en presa fácil de los matones en la escuela y a su existencia en un calvario. Sin embargo existe la hora previa, donde su personaje, Ben X, se desenvuelve en el videojuego con destreza, como uno de los mayores expertos. Cuando apaga el ordenador, no entiende por qué motivo no puede aplicar las mismas reglas a la vida, qué tiene la realidad que siempre le vence humillándole.

La realidad se llena de opresores que le acosan obligándole a desenvolverse en un mundo deshumanizador carente de justicia, donde gobierna la incomprensión y del que sale derrotado a diario sin esperanza. Cuando todo está perdido, es la inteligencia el arma que debe resolver el duelo. ¿Separar los videojuegos de la realidad o apoyarse en ellos como baremo?

Con una clara intención de plantear dudas respecto a los valores de la sociedad actual y pidiendo a la vez una reflexión pausada, logra ser una ventana abierta a una temática sobre la que el cine suele pasar de puntillas. Bien construida, resulta una buena película en la que el reparto defiende con holgura sus interpretaciones. Se trata de un elenco que combina figuras consagradas y nuevos rostros que consiguen deslumbrarnos con su trabajo. Se aprecia una gran labor de contención para trasmitir los sentimientos en la magnitud precisa.

Lo qué más me sorprende de la película es la capacidad de narrar la historia desde dentro de la cabeza del protagonista, obligando al espectador a enfrentar las situaciones desde una perspectiva disfuncional que le permita desentrañar tan desconocido modo de pensar. Consigue empatía, nos traslada su sufrimiento y logra una credibilidad absoluta.



Nota: Nic Balthazar es un periodista que primero escribió la historia de «Ben X» en un libro, que posteriormente convirtió en una obra de teatro y que terminó llevando al cine.

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Cartel de la obra
País: Bélgica
Distribuidora: Karma Films
Fecha de estreno: 27/03/2009
 Reparto: Greg Timmermans, Marijke Pinoy, Laura Verlinden, Pol Goossen, Titus De Voogdt, Maarten Claeyssens, Jakob Beks, Gilles de Schryver, Peter de Graef, Ron Cornet, An Van Gijsegem, Tania Van Der Sanden, César De Sutter, Johan Heldenbergh y Wim Vandekeybus
Dirección: Nic Balthazar
Productores: Peter Bouckaert y Erwin Provoost
Guión: Nic Balthazar
Fotografía: Lou Berghmans
Montaje: Philippe Ravoet
Diseño de sonido: Peter Flamman y Wart Wamsteker
Sonido: Coen Gravendaal
Música: Praga Khan
Vestuario: Heleen Heintjies
Maquillaje: Esther de Goey
Casting: Gunter Schmid
Director de arte: Kurt Loyens
Director de producción: Johan Van den Driessche
Productora: MMG Film & TV Production

viernes, 27 de marzo de 2009

Mi madre, Serrat y yo

Domingo 22 de marzo de 2009. En la Sala ArtEspacio Plot Point. Madrid

Imágen de la película«Mi madre, Serrat y yo» es una comedia sobre las relaciones intergeneracionales. Con mucho humor, habla de una hija, de nombre Penélope (Maida Larraín), que busca seguridades y certezas para su vida y acude a su madre -Lucía (Marina Skell)-, mujer independiente de la que se ha ido distanciando. Son personas alejadas, incluso antagónicas, de valores y formas de vida contrarias, que enfrentan el orden al caos desde puntos de vista opuestos. Son mujeres que necesitan volver a descubrirse y valorase. Lo harán desde el cariño, a través de los lazos que aún las unen. Se entenderán recuperando su pasado y apoyándose sobre las letras de las canciones de Serrat.

Inmersa en la obra y como barrera entre ellas que deben sortear se encuentra la culpa; la que la hija lanza a su madre por la educación tan desordenada que le dio; la que la madre señala en el ex marido de la niña, tan rígido y opresor que ha hecho que ella se olvide de vivir, sin chispa ni espontaneidad.

Se trata de un texto ágil lleno de situaciones cotidianas e interpretado por dos terremotos que no permiten un segundo de respiro, abriendo nuevas situaciones, sorprendiéndonos. Sin grandes medios, pero con mucha naturalidad de las actrices se logra una obra divertida que entretiene y resulta amena.



Nota: Maida Larraín canta varias canciones de Serrat durante la obra, no es extraño que suenen tan bien, ella fue profesora de canto en el programa de TVE «Hijos de Babel» y además es vocalista y compositora del dúo «Jakarandá».

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Cartel de la obra Reparto: Marina Skell y Maida Larraín
Dirección: Carlos De Matteis
Autor: Carlos De Matteis
Compañía: Plot Point
Música: Joan Manuel Serrat
Arreglos musicales: Gonzalo García Baz
Diseño de luces: Carlos De Matteis
Vestuario: Maribel Rodríguez Hernández
Diseño gráfico: Moisés Andrade
Producción: Marina Skell

miércoles, 25 de marzo de 2009

Retorno a Hansala

Imágen de la películaEl estreno comercial de «Retorno a Hansala» se ha hecho esperar. Lejos queda su proyección en la SEMINCI y la obtención del premio especial del jurado. Lejos también las tres nominaciones a los premios Goya.

Aunque nos encontramos ante una película vitalista, no huye del drama social de la inmigración, que aparece mostrado con crudeza; sobrecogiéndonos la forma de anunciar la muerte a través de las ropas de los propios fallecidos, llevadas de un pueblo a otro, desencadenando el dolor mudo e impotente de los padres entre lágrimas. Nos enseña una sociedad con la necesidad de saber qué ha pasado con los que se fueron, incluso si la suerte les ha sido adversa. Con toda intención, la directora Chus Gutiérrez nos enfrenta a mirar la vida que tenemos al otro lado del estrecho con nuestros ojos de ciudadanos de primera. Nos muestra unas vidas más básicas, primarias incluso, cargadas de carencias y a su vez repletas de valores y humanidad. Nos las acerca a través del viaje de Martín (José Luis García-Pérez), usando el tamiz de su mirada durante el proceso de transformación al que ese camino le lleva.

El viaje parte con dos posturas alejadas y llenas de desconfianza. La de Martín, iniciada con incomprensión, que surge de toparse con una burocracia cerrada y frente a una cultura distinta, moviéndose a otro ritmo y con principios diferentes. La de Leila (Farah Hamed) que representa a los que vinieron antes y empiezan a integrarse en Occidente, que lo pasaron mal en el trayecto, con miedo al otro que les rechaza, con unos códigos que se tambalean al resultar ahora inútiles, con ganas de olvidar para superarse y sin fuerzas para sostener a los que van llegando.

Imágen de la películaEl transcurso resulta duro y la tensión se va rompiendo con la hospitalidad. La angustia y el sufrimiento se mitigan a través de una extraña solidaridad que llega desde la pobreza. La perspectiva cambia con la proximidad, al personalizar, ya que la cercanía nos permite descubrir que los demás también somos nosotros.

Todo ha cambiado en este punto. Martín se sobrepone al sentimiento de culpabilidad que le atosiga por pertenecer al primer mundo y se pregunta desde su humanidad qué puede hacer él.

Con un enfoque desde el respeto y sin ánimo de intromisión que rompa lo cotidiano, el film no trata de desentrañar por qué se quieren ir. Con simplicidad nos muestra que los jóvenes no desean vivir allí, sin la posibilidad de un mínimo futuro ni dentro de un sistema político que se ha mostrado incapaz de ofrecer progreso. Si no es de una manera será de otra, pero saldrán porque apenas les queda nada atrás que no sea pobreza. Huir para no regresar a cambio de sobrevivir, temiendo perder la vida en el camino.

La pareja de protagonistas funciona a la perfección, cargados de miradas, de gestos, se van escuchando el uno al otro, entendiéndose con lentitud, por un contacto intangible de los sentimientos que les conduce a la comprensión. Bien acompañados por secundarios de auténtico lujo, como son Cuca Escribano, Antonio de la Torre, Sebastián Haro y Antonio Dechent.




Nota: Que el cine ayude a construir la sociedad es un valor añadido nada desdeñable. La llegada del equipo de rodaje a Hansala sirvió para que las mujeres de allí, además de recibir por primera vez un salario por su trabajo, vieran a otras mujeres mandando sobre hombres. Así, sin premeditación alguna, se formó «la pequeña revolución de las mujeres»: aquellas mujeres solicitaron a los hombres entrar a formar parte de la «Asociación del pueblo». Aunque no se lo permitieron, no se rindieron, formaron su propia asociación y comenzaron una labor de alfabetización entre sus compañeras.


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Cartel de la obra Reparto: José Luis García-Pérez, Farah Hamed, Adam Bounaga, Cuca Escribano, Antonio de la Torre, Antonio Dechent, César Vea, Miguel Alcíbar, Sebastián Haro, María del Aguila, Alba Fernández, Aghazaff El Hussein, Fátima Andah y Ajda Salhi
Dirección: Chus Gutiérrez
Guión: Chus Gutiérrez y Juan Carlos Rubio
Fotografía: Kiko de la Rica
Montaje: Fernando Pardo
Sonido: Eva Valiño, Bela Dacosta y Carlos Garrido
Música: Tao Gutiérrez
Director de arte: Julio Torrecilla
Vestuario: María Reyes
Maquillaje y peluquería: Lola López e Itziar Arrieta
Productoras: Maestranza Films y Muac Films
Distribuidora: Wanda Vision

martes, 24 de marzo de 2009

Manifestación ante la cumbre G20

Cartel de la manifestaciónLos colectivos, que convocan una manifestación el 28 de marzo, afirman que la ciudadanía puede ejercer mayor presión que cualquier otro grupo en la sociedad. Más que los grandes bancos, más que las empresas transnacionales, más que los grupos financieros que se han apropiado de la actividad económica y nos han llevado a esta descomunal crisis, que en España puede acabar con cinco millones de personas paradas.

Para ello van a mostrar su poder haciendo oír su voz en la calle.

Varias decenas de movimientos sociales, partidos políticos y organizaciones sindicales se vienen reuniendo desde octubre a nivel estatal y local.

En Madrid han decidido convocar a la ciudadanía a una movilización contra esta crisis provocada por un capitalismo financiarizado. La manifestación será el próximo sábado 28 de marzo, coincidiendo con otras similares en toda España. La convocatoria madrileña responde al llamamiento planetario realizado en Belem (Brasil) durante el Foro Social Mundial de este año.

La manifestación madrileña partirá a las seis de la tarde del Paseo del Prado, junto al museo Thyssen, frente al edificio de la Bolsa. En Cibeles girará hacia Alcalá, pasando por delante del Banco de España, para terminar en la Plaza de Sevilla, sede de algunos grandes bancos españoles. A todos les gritaremos el lema de la manifestación: «No pagaremos vuestras crisis capitalistas. ¡Es hora de cambiar!».

La movilización se enfoca contra esta banca depredadora, que ahora se ofrece de salvadora, y contra los gobiernos del grupo G20, que el 2 de abril se reunirán en Londres para proteger los intereses de sus grandes grupos financieros. La ciudadanía de todo el mundo saldrá a las calles para exigir a los gobiernos soluciones frente a una crisis que no es de la ciudadanía, aunque sea quien en realidad la sufre. Exigen que se apliquen medidas que no les hagan pagar la crisis a los de siempre, que son quienes realmente crean la riqueza económica y social. Y sobre todo, que las soluciones sean tomadas de manera democrática.

lunes, 23 de marzo de 2009

Baile. Sólo parejas

Viernes 20 de marzo de 2009. En el Teatro Arenal. Madrid

Escena de la obra«Baile. Sólo parejas» se compone de un conjunto de piezas cortas que aunque no tienen relación entre sí, forman un collage que desnuda al ser humano y su proceso de comunicación. Obligados a interactuar, los personajes de estas historias se fragmentan, asustados, solos y encerrados en sí mismos. No son capaces de compartir sus sentimientos porque les resulta incómodo, pues el peso de la opinión social sobre ellos, el cómo les ve el mundo, les agobia. Aterrorizados ante cualquier situación que suponga romper el hielo o establecer una conversación, intentan evadirlas con silencios, mentiras... y echando la culpa a ese camarero que debería estar atendiéndonos pero que nunca llega.

Pepa Aniorte, Paco Churruca, Daniel Moreno y Carmen Ruiz, a los que se les une Willy Toledo en una de las piezas, empiezan a resultar caras reconocibles de la televisión. Aquí cumplen muy bien su papel, ya que dan credibilidad y sentido a la obra, sin dejar de hacernos sentir muchas de las veces con el estímulo de estar atrapados dentro de una improvisación que no va a volverse a repetir.

Un desconcierto controlado que obliga al espectador a reflexionar y le mueve a la carcajada son tal vez señas de identidad claves de esta obra. Interactuar va un paso más allá de actuar, pues supone relacionarse, socializarse. Se trata de una apuesta colectiva de la compañía «Animalario» y su forma de entender el teatro, con cierto carácter experimental que no le resta interés, sino que le añade frescura y originalidad. Se respira una necesidad de integrar al público en el espectáculo y lo hacen desde el primer minuto. Al entrar, el espectador se encuentra con una sala convertida en «un espacio donde no hay butacas ni escenario, pero los actores actúan y el público se sienta». La mejor forma de entenderlo es asistir a una representación.

Nota: Me sorprendió encontrar tantos actores entre el público, lo que hizo mucho más cálida e intensa la merecida ovación final. Muy destacable, seguro que no se le escapa a nadie, la mirada atenta con la que escrutina cada detalle Alberto San Juan, uno de sus directores. No hay duda de que es una obra viva que crece cada día.

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Cartel de la obra Reparto: Pepa Aniorte, Paco Churruca, Daniel Moreno y Carmen Ruiz
Artista invitado: Willy Toledo
Dirección: Andrés Lima y Alberto San Juan
Autores: Juan Cavestany, Andrés Lima y Alberto San Juan
Compañía: Animalario
Espacio y vestuario: Beatriz San Juan
Fotos: Claudio de Casas
Diseño gráfico: Beatriz Alcalde
Producción: Teatro Arenal y Animalario
Fecha de estreno: 12/03/2009

viernes, 20 de marzo de 2009

Los abrazos rotos

Cartel de la películaEn «Los abrazos rotos» se parte del gran duelo que afronta su protagonista masculino Lluís Homar, dividido entre el guionista que es y el director que fue. En Almodóvar, sin embargo, no existe la misma lucha, ya que él logra en esta película una buena simbiosis de ambas labores.

Del Almodóvar director nos encontramos con sus planos cortos y repletos de afiches, cuadros, colores, detalles… Queda su sello tanto en el ritmo, como en el estilismo lleno de decorados coloristas, o en la sexualidad cotidiana, pero sobre todo en el gusto por la perfección y en conseguir de sus actores cada uno de los matices que él tiene dentro de la cabeza cuando va a rodar. Maravillosa la dirección de actores y espléndido el uso del lenguaje de los espacios con el paso de lugares cerrados y oscuros, para transmitir dependencia, enfermedad y opresión, hacia el Lanzarote abierto, de mar y viento, con el que representa la libertad de vivir o querer.

Vemos al Almodóvar guionista, escritor que necesita contar una historia completa y cerrada, en la estructura con la que construye la historia y también en la necesidad de que el personaje de Lluís Homar tome la palabra para narrarnos la mayor parte del pasado. Lo hace a través de una confesión mediante la cual va tomando el rumbo que le permitirá ser consciente de todo aquello que venía tratando de olvidar. El personaje que interpreta Blanca Portillo apuntala la historia en otra confesión servida como regalo de cumpleaños para completar las lagunas con aquello que el protagonista no sabía. Logra credibilidad con ambas estrategias y permite al espectador identificarse en la película con el papel del oyente. Trucos de escritor, o al menos el deseo de no tirar otras buenas ideas, son los guiones que se cuentan de viva voz en la película como es la historia de Arthur Miller y su hijo, o la de los vampiros.

Escena de la películaLa búsqueda del abrazo perfecto, ese que nos une eternamente a la persona querida en nuestra muerte, es el pretexto de esta historia. Lena, la protagonista femenina interpretada por Penélope Cruz, necesita encontrar el amor completo, de tal forma que la muerte la sorprenda abrazada a él. Un accidente trunca el deseo y de nada le sirve a Mateo (Lluís Homar) haber sido previsor tomando la fotografía de su abrazo. Al contrario, en un deseo de no volver a ser, la rasga con el resto de imágenes compartidas, haciendo de su pasado un puzzle. Al final, contada la historia o resuelto el puzzle regresará la prisa, la necesidad de Mateo por volver a vivir al crearse un objetivo, más allá de la revancha, para terminar todo aquello que está pendiente.

El pentágono lo completan Martell (José Luis Gómez) el anterior amante de Lena, Judit (Blanca Portillo) como incansable guardiana y protectora de Mateo y Diego (Tamar Novas) el oyente al que van confesando toda la historia.

Si miramos hacia los temas que trata la película vemos de forma recurrente la venganza como reivindicación, aunque nos avisa de que no es gratis, necesita de dinero para financiarse. En clave social muestra que sin dinero no hay nada. Nos habla entonces de los poderosos, que dominan y marcan lo que es suyo, lo que han comprado. Martell, un importante financiero al que se nos presenta así, pero con una característica añadida que le hace aún más repulsivo y que resultará el detonante de la acción: la obsesión. Encaprichado de Lena, sobre la que quiere ejercer un control absoluto apropiándose de su vida en todos los detalles, encarga a su hijo (Rubén Ochandiano) que grabe cada uno sus pasos y contrata a una lectora de labios (Lola Dueñas) para enterarse de todo lo que dicen… Paga, decide, manda. Pero Lena huye con Mateo.

Esta es una película de personajes, por lo que necesita grandes interpretaciones que la sostengan. Así ocurre, todos están espléndidos. Intensidad, naturalidad, equilibrio y credibilidad son adjetivos que se pueden aplicar en todas las actuaciones.

Escena de la películaEn este drama, la comedia tiene un peso importante y Almodóvar la explota para manejar el ritmo. Aprovecha también para rendir tributo a «Mujeres al borde de un ataque de nervios», a sus actrices de siempre que vuelven en pequeños papeles y a su hermano Agustín que aparece en uno de los planos.



Nota: Con los títulos de crédito finales llega la última sorpresa, se trata de la copla «A ciegas» que canta Miguel Poveda.

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miércoles, 11 de marzo de 2009

Una comedia española

Domingo 8 de marzo de 2009. En el Teatro Valle Inclán. Madrid

Escena de la obraCon el título de «Una comedia española» se despista mucho. Primero porque no es una comedia y segundo porque los personajes, mesurados y filosóficos, poco tienen que ver con nuestro carácter hispánico. «Una pieza española» sería una traducción más literal del francés y hubiera evitado malos entendidos sobre si vamos a tener que reírnos o no.

La obra transcurre sobre un escenario, porque se trata de los ensayos de cinco actores que representan una pieza de un joven autor español que responde al nombre inventado de Olmo Panero. Se trata de usar el artificio del teatro dentro del propio teatro al que se añade una vuelta de tuerca más ya que otro de los personajes que es actriz representa otra obra de teatro que también se ensaya en la función.

El texto va algo más allá de los meros ensayos, pues los actores aprovechan para reflexionar en voz alta de su profesión o de los personajes que están interpretando en la obra. Con el objeto de que sepamos distinguir cuando el actor ensaya la pieza española o nos está hablando de su papel, se utiliza el vídeo. Son en esos momentos de confidencias sobre el personaje que representan en los que los actores se acercan al espectador, lo miran y al fondo del escenario se proyecta en vídeo lo mismo que va diciéndonos. Resulta muy estético, cargado de veracidad por la asociación que involuntariamente hacemos con un documental, pero uno se plantea si es que acaso Silvia Munt tenía miedo de que no supiésemos distinguir estas aportaciones del propio ensayo. Por cierto, rompe esta regla de vídeo/introspección para terminar la obra con un plano de Cristina Plazas ensayando.

El texto resulta aburrido, ya que es difícil encontrarle un destino hacia el que camine o al menos un objetivo que vaya más allá de la mera estética. A pesar de este inconveniente, las interpretaciones son correctas.



Nota: Como curiosidad decir que Xicu Masó, además de actor, es un reconocido director de teatro. Entre las obras dirigidas, se encuentra otra obra de Yasmina Reza: «Tres versions de la vida» en el Teatre Lliure.

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Cartel de la obra Reparto: Ramon Madaula, Xicu Masó, María Molins, Cristina Plazas y Mónica Randall
Dirección: Silvia Munt
Autora: Yasmina Reza
Traducción: Fernando Gómez Grande
Escenografía: Xavier Millán
Vestuario: Patricia Monné
Iluminación: Lionel Spycher
Sonido: Daniel Bazin
Vídeo: Joan Riedweg
Coproducción: Centro dramático nacional, Teatre nacional de Catalunya y Bitò produccions

martes, 10 de marzo de 2009

Urtain

Viernes 6 de marzo de 2009. En el Teatro Juan Bravo. Segovia

Escena de la obraA «Animalario» la definición de teatro se les queda muy corta. Sus espectáculos son otra cosa, convirtiéndose en algo que trasciende más allá de los actores, la historia, la sala, el público... transformándose en una apuesta personal cargada de ética, humanidad y vida. «Urtain» es una obra maestra, de esas que no te importa dejarte las manos aplaudiendo en pie.

Tragedia en estado puro, sorprende desde el arranque, ya que se inicia partiendo del final, cuando Urtain se suicida, sin que el autor haya escondido ninguna de las cartas de la baraja. El boxeador, abandonado, persigue la foto que se le hizo en el Pardo con Franco como símbolo de sus victorias y esperanza de un reconocimiento que precisa para poder seguir viviendo. Y cuando la tiene es su poder y la exhibe no sirve más que para burlas. Su pasado se va haciendo presente y así continúa hasta que se termina o empieza, según gustos, con el día de su nacimiento. El camino por el que nos conduce el autor resulta original y está bien trazado, no aparecerán errores si rebobinamos. Es sin duda una apuesta por descubrir las causas que convierten a Urtain en Urtain y a nuestra sociedad en lo que ha resultado ser. La obra da un paso por encima del personaje para ahondar en nuestra historia reciente, la de esa España que salió del franquismo sin abandonarlo y se embarcó a bombo y platillo en su famosa transición que cerró con la traca de los faustuosos festejos de las Olimpiadas de Barcelona 92. Urtain es otra marca más, un símbolo camino del naufragio, del que resulta mejor olvidarse. Y ese olvido le destruye y nos destruye.

El escenario es el ring sobre el que pasa la vida. Sirve tanto para el combate pugilístico como para ser una taberna, un piso del madrileño barrio del Pilar o una redacción deportiva, pues en todos estos lugares se reparte cada una de las peleas diarias de Urtain consigo mismo.

Escena de la obraMemoria viva, la obra mantiene el ritmo durante las dos horas y no permite al espectador bajar la guardia. Muy destacable la capacidad de convertir nuestra etapa de transición democrática en un videoclip musical, eso sí, contada de delante hacia atrás e insistiendo en las hostias que se repartían en la calle. Sobresaliente la forma de insinuar.

Soberbias interpretaciones de actores que se dejan la piel en sus personajes. Magistral Roberto Álamo, con el registro perfecto que corresponde a cada instante de su personaje: bruto, o indefenso, o alcoholizado o abandonado o engañado o sin recursos que le permitan orientar su vida... sorprendente el portento físico en el que ha convertido su cuerpo, brillante el acento vasco de caserío perdido. Excelente el alegato cargado de crítica realizado por Luis Callejo que nos deja sin resuello. Divertidísimo Luis Bermejo con sus parodias de Raphael o del médico privado de Franco. Llenas de ternura y comprensión las dos mujeres de Urtain que se convierten en el único sostén humano durante su vida.



Nota: El autor Cavestany y los actores Roberto Álamo y Luis Bermejo, coincidieron en el 2001 dentro del corto de Miguel Bardem «Soberano, el Rey Canalla». Después Cavestany se encargó del guión de la famosa gala de los premios Goya del «No a la guerra». Otro dato para curiosos de Urtain es que en 1969 Manuel Summers realizó una personal película con el título «Urtain, el rey de la selva... o así».


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Cartel de la obra Reparto: Roberto Álamo, Raúl Arévalo, Luis Bermejo, Luis Callejo, Alfonso Lara, María Morales, Estefanía de los Santos y Luz Valdenebro
Dirección: Andrés Lima
Autor: Juan Cavestany
Compañía: Animalario
Ayudante de dirección: Celia León
Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan
Música: Nick Powell
Iluminación: Valentín Álvarez y Pedro Yagüe
Producción: Joseba Gil y Esther Fernández