lunes, 2 de marzo de 2009

Rash

Sábado 28 de febrero de 2009. En el Búho Real. Madrid

RashHabiendo escuchado previamente el disco, la primera sorpresa llega cuando veo que sobre el escenario sólo van a estar él y su guitarra. Pensaba que perdería fuerza y sonoridad, pero me equivoqué del todo. No necesita nada más.

Rash suele decir: «No soy un cantautor al uso. Me gusta lo canalla, el lado gamberro, que la gente baile y disfrute y que después, en su casa, pueda detenerse en la letra. El ritmo no es sólo para el hip hop. Canto lo que me gustaría escuchar». Y sobre el escenario lo cumple a rajatabla. Su voz es clara -de vocalización perfecta- y sonora. Su actitud excelente, desbordando la misma energía que un vendaval y regalando cariño en todo momento. Se nota que son muchos los años que lleva tocando en pequeñas salas.

Con facilidad, me he encontrado dentro de un gran concierto, así que comparto que se haya llevado el premio «Guille 2008» como mejor artista en directo del circuito de salas en la categoría de canción de autor. Le he visto manejar la actuación con mucha soltura, básicamente haciéndolo a fuerza de buen ritmo y llegando al público con sentimiento. Para tomar un pequeño aliento, invita a Alberto de Paz a que toque una de sus canciones, siendo éste el único momento en el que desaparece.

Además de cantar, a Rash le gusta hablar entre canciones, unas veces a modo de introducción, otras para entablar cierta complicidad con los espectadores. Aunque algunas anécdotas resulten divertidas como son los casos de la historia de su abuelo con el valor intrínseco de los billetes o la del taxista de Bilbao, lo cierto es que esta faceta le aleja del contenido de sus canciones, llegando a parecer dos personas distintas: el humorista frente al cantante social.

Sobresalientes sus canciones «Hijos sin patria», «La vuelta al mundo en 24 horas» y «Purgatorio». Con matrícula de honor la especial despedida tocando sentado sobre la barra del bar.

Nota: Entre los secretos públicos de Rash destaca que resulta ser uno de los coordinadores del grupo de facebook «El calentamiento global mola». Confiesa que ir por la calle en chanclas en febrero es su sueño. Entre los privados, me gustaría saber qué le une a Pandora, esa fan impetuosa que todos sufrimos durante la actuación. Sorprende que a este cantautor de la madrileña Alameda de Osuna le acompañe a los conciertos gran parte de su entorno cargado de «frivolidad», ya que resultan antagónicos con la imagen que Rash representa.

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