viernes, 27 de febrero de 2009

Amigos hasta la muerte

Escena de la obraReírse resulta tan necesario como importante. Hay personas a las que les basta con hilar una pequeña historia desde su punto de vista para armar una gran comedia, como ocurre con Javier Veiga. Con el fino sentido del humor que destila, no necesita grandes medios, aplica su gran experiencia aprendida con los monólogos del «Club de la comedia» para ir montando sus chistes con naturalidad, sin abusar nunca de nada, colocándolos uno tras otro y al final se encuentra con el guión construido.

«Amigos hasta la muerte», su último ejemplo, se define a sí misma como una tragicomedia urbana. Lo de tragicomedia vale, lo otro yo creo que lo dice para despistar, o por pura modestia de no atreverse a decir universal ya que trata de la amistad. Mejor dicho, de recuperar la amistad perdida de tu mejor amigo. La obra nos invita constantemente a ejercer el derecho de ser felices viviendo el momento, como si tan sólo nos quedasen unas semanas de vida, priorizando y permitiéndonos percibir qué es lo que de verdad nos importa.

El texto está lleno de humanidad, encontrándonos a las mismas personas con las que nos cruzamos a diario por la calle. Las interpretaciones de Javier Veiga y Jorge Sanz excelentes, sobre todo en sus duelos interpretativos, pero a Mélani Olivares le falta algo más de rodaje con la obra para que brille.

En la actuación destacan dos canciones en directo cuya letra también es de Javier Veiga. La primera semeja una canción de autor donde Jorge Sanz describe su vida de mujeriego y le sirve de presentación. La segunda resulta ser un tango interpretado por el propio Javier del que no digo nada, pues está hecho para disfrutarlo en el teatro.

Nota: Como curiosidad decir que los tres actores de la obra comparten también profesionalmente el mismo representante.

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Cartel de la obra Amigos hasta la muerte
Madrid, 26 de febrero de 2009
Teatro Infanta Isabel
Reparto: Mélani Olivares, Jorge Sanz y Javier Veiga
Autor y Dirección: Javier Veiga
Escenografía: Elisa Sanz
Ayudante de dirección: Cristina Pons
Iluminación: Gustavo Pérez
Vestuario: Maite Muiña
Espacio sonoro y música: Mariano Marín
Dirección técnica: Gustavo Pérez y David González

martes, 24 de febrero de 2009

Slumdog millionaire

Cartel de la película«Slumdog millionaire» es una buena película, especialmente por la habilidad con la que nos va contando la historia. Un joven huérfano de una barriada pobre y marginal está respondiendo correctamente a todas las preguntas del concurso «¿Quiero se millonario?» en Bombay. El presentador del programa le acusa de fraude y la policía debe interrogarle. Durante un día le torturan para sacarle la verdad, y lo que encuentran es el trasfondo, los duros motivos por los que conoce las respuestas de cada una de las preguntas formuladas, convirtiéndose así estos acertijos en el hilo argumental a través del cual se repasa su miserable vida.

Nos cuenta con crudo realismo las andanzas de dos hermanos huérfanos y sin recursos que van buscándose la vida a diario. Este es otro acierto, a pesar de la dureza de lo que va ocurriendo, según avanza nos encontramos con que el protagonista no se rinde nunca y eso hace que la realidad, sin dejar de ser cruenta, se va transformando en un cuento de hadas con su empecinamiento. Tropezamos con el amor verdadero perseguido con ahínco y esperanza, la riqueza que a pesar del esfuerzo llega inesperadamente de la noche a la mañana, la heroicidad completa que permite el triunfo sobre las adversidades.

Destacar las interpretaciones del protagonista, del antagónico presentador del concurso y del inspector de policía, pero especialmente las de los niños, que a través de sus miradas son capaces de hacernos sentir todo el peso de la tragedia que viven.

Apuesta personal del director Danny Boyle son muchos de los planos, tomados a muy corta distancia, que nos permite acercarnos hasta tocar a los protagonistas para, especialmente, palpar su dolor. Lo mismo ocurre con el volumen elevado de la música que nos produce sensación de dinamismo. Lo cierto es que ambas estrategias le han funcionado muy bien.



Nota: Tres pequeños apuntes. El primero para decir que el guión es de Simon Beaufoy, al que se le recuerda por otro de sus guiones: «Full monty». El segundo para indicar que el protagonista Dev Patel es un actor británico de 18 años que participa en varias series televisivas en Inglaterra. Y el último, para indicar que el actor Anil Kapoor, que interpreta al presentador del concurso, ha donado todos los ingresos obtenidos en su última película para sufragar con su sueldo el registro de 111.279 menores y los certificados de nacimiento de 57.402 bebés en la India.

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lunes, 23 de febrero de 2009

Utopía

Escena de la obra«Utopía» es el nuevo espectáculo de Leo Bassi. Se trata de un texto crítico con nuestra sociedad y que nos llama a actuar. La obra comienza con la aparición de Bassi llevando su cabeza dentro de una caja de cartón y lanzando una advertencia a los espectadores de derechas que pueden haber acudido a ver la función sin saber muy bien con qué se van a encontrar. Les dice que sus ideas peligran, capaces de dar un vuelco debido a la vehemencia con la que él expondrá sus convicciones, todas ellas izquierdista, y que aún están a tiempo de abandonar la sala. También nos avisa que se trata de un guión en construcción, en el que están todas las ideas plasmadas, pero al que falta rodaje.

Prevenidos ya todos, se convierte en un ciego anticapitalista que celebra la crisis actual bebiendo cava. Con dicha excusa nos cuenta los antecedentes de la propia crisis, para insinuarnos delicadamente que los banqueros se han estado riendo de nosotros. Sabemos que la derecha conserva -mira hacia atrás- y la izquierda mira hacia delante -progresa-. Ante este panorama, con el derrumbe de la ideología «neocon», es el momento de reaccionar; pero, ¿quién puede decir algo?, ¿dónde está el mensaje de la izquierda? Se ha perdido por el camino a la vez que las utopías socialistas. Bassi repasa la historia del siglo XIX, el momento de la ilustración y la curiosidad, para escarbar bajo tierra intentando recuperar con ilusión un pequeño hilo desde el que volver a tirar y tramar una revolución lúdica-social. Reivindica las utopías como necesidad, a la manera de las zanahorias atadas a un palo que nos lleven a hacer el mejor trayecto posible para la especie humana.

Escena de la obraExcepcionales son las perlas sacadas del libro de Aznar «Cartas a un joven español» o los inventos para que las manifestaciones sean efectivas, ya que en nuestra sociedad son los medios de comunicación los que alteran la perspectiva social, magnificando o minimizando todo impacto según les convenga.

Hasta aquí un frontal intento de hacernos recapacitar. Llega el momento de la transformación ante el público para convertirse en un payaso blanco que tiene la inteligencia. Con algún toque circense final y mucha ternura nos pide que tengamos esperanza; que la historia es más larga de lo que podemos imaginar, desde los hombres y mujeres que pintaban en las cuevas paleolíticas; que nuestros actos tienen implicaciones lejanas, como efectos mariposa; que construyamos nuevas utopías para que puedan ser llamas ardientes con las que otras generaciones inicien las hogueras de las que surgirá el cambio social.

En resumen, cumple su objetivo y nos propone utopías frente a apatías.

Nota: La vida de Leo Bassi suele tratar de utilizar el simbolismo, pero remangándose para aplicarlo directamente sobre la realidad. En el 2004 organizó un acto ejemplar en la ciudad de Nápoles. Para acabar con la inabarcable basura que poblaba las calles de esta ciudad, en un solo día organizó un ejército de operarios para limpiarlas. Posteriormente, Bassi se encargó de empaquetar cuidadosamente toda la inmundicia en la central de correos de Nápoles y enviarles unos regalos a unos ilustres y muy estimados personajes: Berlusconi, Blair, Aznar, Bush y Sharon recibieron en sus domicilios particulares tan peculiares presentes.

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Cartel de la obra Utopía
Madrid, 22 de febrero de 2009
Teatro Alfil
Reparto: Leo Bassi y Mauro Sabbione
Autor: Leo Bassi
Asistente creativa: Laura Inclán
Música: Mauro Sabbione, Ruffus Wainwright y Erik Satie
Vestuario: Liza Bassi
Decorado: Ziga-Zaga y Liza Bassi
Vídeo: Fred Tort (Uthologic)

viernes, 20 de febrero de 2009

Dos menos

Escena de la obra«Dos menos» es la primera oportunidad de ver juntos sobre un escenario a Héctor Alterio y Pepe Sacristán. Desde el primer instante se percibe su grandeza, especialmente en la capacidad que tienen ambos de modular la voz. Su otra gran arma interpretativa, con la que dicen casi tanto como con las palabras, resultan ser sus miradas: van cargadas de ternura, de ensoñación, pero también se muestran profundas, rotundas e inflexibles. Los gestos son comedidos, más bien para acercarse el uno al otro, señalar, pedir o simplemente recordarnos que no dejan de ser dos viejos cascarrabias a los que la vida se les acaba. Su capacidad es tan grande, que el tiempo pasa volando, como un suspiro, mientras uno les mira embelesado con la misma curiosidad que muestran sus personajes.

Samuel Benchetrit es un polifacético artista francés que ha escrito varias novelas, algún texto teatral y ha dirigido dos películas. Por lo que no resulta extraño que el autor se alimente del resto de géneros que conoce.

Este texto es al teatro como los relatos a la literatura. Aquí, va hilando las historias como si nos estuviera narrando cuentos independientes, llenos de humanidad y confidencias. Esta técnica resulta original y muy entretenida sobre un escenario.

Este texto es al cine como una «road movie». Los personajes realizan su última ruta, para sentirse vivos y arreglar sus cuentas pendientes. La hacen a pie y en pijama para recorrer los alrededores del hospital, el lago, una sala de fiestas y un escenario de teatro. Y es este recorrido el que les permite que surja una intimidad que no podía haberse dado en la habitación del hospital. En ese lento caminar cargado de vitalidad hay tiempo para todo, aunque estemos hablando de una sola noche, de personajes cansados...

La enfermedad se trata con ironía y no permanece muchos instantes sobre el escenario. Pronto nos olvidamos de esa carga. Se observa también que el texto insiste sobre la necesidad de un cierto conformismo con lo que llega para que podamos ser felices. Ocurre tanto en la historia de los hijos de Alterio, como en la de la embarazada y el suicida.

Nota: El director, Óscar Martínez, es un conocido actor argentino. En España le hemos visto recientemente en la película El nido vacío, por cuya interpretación obtuvo la concha de plata en el festival de cine de San Sebastián de 2008. En el 2003 recorrió nuestros escenarios representado Art con Ricardo Darín y Germán Palacios.

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Cartel de la obra Dos menos
Madrid, 19 de febrero de 2009
Teatro Fernán Gómez -Sala Guirau
Reparto: Héctor Alterio, Pepe Sacristán, Cecilia Solaguren y Nicolás Vega
Dirección: Óscar Martínez
Autor: Samuel Benchetrit
Versión: Fernando Masllorens y Federico González Pino
Escenografía: Alberto Negrín y Emilio Valenzuela
Vestuario: Sofía di Nunzio
Iluminación: José Manuel Guerra
Sonido: Virginia Martínez Lastra y Ernesto Candenas

miércoles, 18 de febrero de 2009

Carta abierta a la opinión pública

Difundo la carta remitida por Antonio Romero a la opinión pública:

Cartel de la obraLa derecha española no tiene autoridad moral, política e histórica para dar lecciones de democracia

La derecha española y su expresión política más destacada del Partido Popular suelen dar lecciones de democracia y libertades desde la arrogancia a Venezuela, Palestina y otros países del mundo.

El eurodiputado popular Luis Herrero ha calificado de dictadura a la República Bolivariana de Venezuela y ha insultado al Presidente Hugo Chávez incumpliendo la legislación electoral que regula el papel de los observadores internacionales.

El referéndum ha sido para ratificar o no la enmienda constitucional que anula la limitación de mandatos de los cargos públicos de la República.

La victoria rotunda de los partidarios del SÍ posibilita que se pueda volver a presentar en las próximas elecciones optando a un nuevo mandato todos los cargos públicos incluido Chávez, quedando en mano de los ciudadanos la victoria o la derrota en las urnas de cada candidatura incluida la de la Presidencia de la República.

Luego, ¿dónde está la perpetuación en el poder? La derecha española no tiene autoridad moral, política e histórica para dar lecciones de democracia a nadie, y ello por:

  • porque el PP no ha condenado el Régimen franquista
  • porque se ha opuesto a la Recuperación por la Memoria Histórica
  • porque llevaron a España a la guerra de Iraq al margen del Derecho Internacional
  • porque han justificado la masacre perpetrada por el ejercito israelí en la franja de Gaza
  • porque autorizaron los vuelos de la CIA hacia Guantánamo
  • porque se niega a modificar una ley electoral fraudulenta y ventajista como la que existe actualmente en España
  • etc., etc...

Mención específica merece la contradicción de rechazar que Hugo Chávez se pueda presentar a las elecciones cada cinco años. Cuando el Rey nombrado heredero por Franco, no ha sido elegido por nadie y además de no someterse a las elecciones cada cinco años con candidaturas alternativas pretende y cuenta con el apoyo del PP para ello, que le sustituyan su hijo, sus nietos, bisnietos... heredando la Jefatura del Estado como si fuese un cortijo.

Ésta debe ser la democracia que quiere exportar el PP al mundo, lo que ocurre es que se le ve el plumero, como a los voceros que se desgañitan llamando dictador a Chávez y acusándolo de perpetuarse en el poder y silencian considerando lógico que Manuel Chaves en Andalucía se pueda presentar de nuevo así como los líderes del PP y del PSOE. Al tiempo que el bipartidismo monárquico sostiene la perpetuación en el poder de la familia Borbón por derecho de sangre.

Habría que recordar, además, que mientras en España y en los países capitalistas más desarrollados se acude a salvar la banca privada con miles de millones de dólares y de euros, en Venezuela se reparten los recursos entre los trabajadores y los campesinos. Quizás esto sea lo que les duele de verdad.

Antonio Romero Ruiz
Secretario Político Provincial del PCA
Coordinador de la Red de Municipios por la III República

martes, 17 de febrero de 2009

Días de vino y rosas

Cartel de la obra«Días de vino y rosas» es una historia de amor que nos habla de los platos rotos que deja a su paso el alcoholismo, contado como esa sed infinita que no se puede calmar. Mientras suenan Frank Sinatra, Louis Astromg y Los Ramones, muestra con crudeza de qué forma nuestras adicciones nos gobiernan y arrebatan todo aquello que en el pasado tuvimos o soñamos. Nos aniquilan al convertirse en instintos primarios para defenderse a sí mismas a costa de cualquier valor y sentimiento. Con esa misma fuerza llena de pasión y capaz de toda destrucción, Carmelo Gómez y Silvia Abascal nos agitan constantemente con sus magistrales interpretaciones de una pareja joven que se va a comer el mundo, pero que termina devorada por sí misma. Nos llevan del humor al amor en unos minutos, de la felicidad al abuso del trago porque todo merece ser celebrado, de las soluciones a las recaídas del tipo «bebo, pero no soy un alcohólico, me queda dignidad», del compartirlo todo al egoísmo repleto de reproches, entre luces y sombras...

Interpretaciones soberbias de dos personajes muy complejos, llenas de matices y arrebatadoras, que nos permiten sentirnos testigos de un derrumbe real, viendo como un futuro prometedor en Nueva York se va transformando en un presente angustioso donde los caminos se van cerrando en la espiral de este drama humano que se adueña de ellos para romperles, con la única posibilidad de liberarse si son capaces de soltar lastre y pagar el precio de lo que abandonan. Como apoyo a estas transformaciones, entre las escenas se utilizan ráfagas de luces frenéticas y músicas rápidas para los buenos momentos que dan paso a tropiezos y música ralentizada en la decadencia.

Nota: Aunque cuando hablamos de «Días de vino y rosas» todos pensamos automáticamente en Jack Lemmon y Lee Remick en la película de 1962 dirigida por Blake Edwards, la verdad es que se trata de una adaptación de una obra dramática previa para televisión con realización de John Frankenheimer y protagonizada por Charles Bickford y Jack Klugman que resultó tener gran éxito. Cuando se decidió llevar al cine, todo el mundo esperaba que se encargase a John Frankenheimer, sin embargo el productor prefirió cambiar director y reparto. Ésta era la segunda vez que Edwards reemplazaba a Frankenheimer, ya había ocurrido en «Desayuno con diamantes».

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Cartel de la obra Días de vino y rosas
Madrid, 15 de febrero de 2009
Teatro Lara
Reparto: Silvia Abascal y Carmelo Gómez
Dirección: Tamzin Townsend
Autor: J.P. Miller
Versión: Owen McAfferty
Adaptación: David Serrano
Escenografía: Rafael Garrigós
Iluminación: Felipe Ramos

lunes, 9 de febrero de 2009

Vicky Cristina Barcelona

Cartel de la películaAyer tenía entradas para una obra de teatro, pero uno de los actores se puso enfermo y se suspendió la función. Así que tocó un cambio de planes que se concretó en «Vicky Cristina Barcelona». Me había resistido mucho a verla, pues a priori, y a pesar de que me encanta Woody Allen, no me atraía esta historia. Me gustó la canción de Barcelona que interpretan Giulia y los Tellarini. Me gustaron las bonitas estampas de Barcelona y especialmente las de Asturias. Y para de contar. La película es una verdadera decepción que juega con los tópicos de lo apasionados que somos los españoles, para ahondar en un sin sentido continuo.

Las interpretaciones son muy poca cosa, como si estuvieran contemplativamente de paseo la mayoría del tiempo, y el poco que resta dividido a medias entre el coqueteo continuo y un mal sueño. Después de verla, no creo que haya sido justo el Goya que se ha llevado Penélope Cruz. Cierto que destila naturalidad, pero me sorprenden tantas nominaciones internacionales por este papel tan simple.



De lo que no cabe duda es que resulta una gran llamada al turismo internacional. Es imposible no ser seducido por nuestros paisajes, arquitectura, flamenco, carácter, liberalidad sexual, costumbres...

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sábado, 7 de febrero de 2009

Aute en directo

Entrada del conciertoIr a un concierto de Aute es una garantía. Uno sabe que se va a encontrar una voz envolvente, que va a escuchar a buenos músicos con un sonido perfecto y que cada uno de los detalles se ha cuidado de forma minuciosa para que nada se le permita al azar. Además, y en contraste con el estos tiempos de egoísmo que corren, mucha generosidad repartida durante tres horas. El concierto comienza con su deseo de ser invisible para mostrarse con una copa de vino entre las manos. No pierde intensidad manteniéndose a una buena temperatura, para, al final, en los últimos bises, quedarse solo en el escenario, con una guitarra entre las manos y la voz interpretando sus canciones más emblemáticas y despidiéndose cantando a capella «Al Alba».

Con los años voy descubriendo en él que resulta ser a diario el más moderno del panorama actual y que lo sigue siendo también cuando repasa sus canciones de siempre. No ha perdido un solo gramo de calidad y va sumando experiencia y astucia aunque ya no la necesite. Su voz sigue siendo el bálsamo que necesitamos.

Rodeado por un quinteto espléndido que con facilidad consigue que la música se mastique y paladee, separada por instrumentos y mezclada a su vez para estar al servicio de la voz y la poesía de Aute. La banda la dirige Tony Carmona, el inagotable guitarrista rubio de la Orquesta Mondragón, Serrat, Sabina, Luz... Todos tienen algún momento para lucirse, Jota Marsán con la fuerza de sus brazos sobre la batería consiguiendo que suene de la forma diferente que precisa cada canción, Cristina Narea haciendo la segunda voz o tocando la guitarra y haciendo percusiones con todo tipo de instrumentos, Billy Villegas con su bajo marcando los ritmos e Igor Tukalo al teclado y acordeón para darle la intimidad que necesita.

Luis Eduardo AutePero Aute siempre va más allá de la música. Con su discurso entre canción y canción le encuentro algo más callado y algo más pesimista, tratando de azuzarnos. A nivel personal quiere que seamos como «giralunas» porque para que podamos ser útiles debemos mantener la fe en nosotros mismos, sostener nuestro propio criterio y no perder nunca la curiosidad. A nivel social porque somos nosotros los que tenemos que tomar el timón del barco para cambiar esta sociedad, porque somos los que tenemos que gritar y comenzar a trabajar.

Nota: No sé si perdurará, pero allá por el 2007, Tony Carmona, Billy Villegas y Jota Marsán tenían un grupo llamado Insensatez Band y esa complicidad se sigue manteniendo sobre el escenario.

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viernes, 6 de febrero de 2009

4.48 psicosis

Cartel de la obraDentro del teatro cabe todo como el aviso cumplido de un suicidio. Éste es el caso de «4.48 psicosis», obra de la británica Sarah Kane que se representa estos días en el teatro Fernán Gómez.

La obra se asienta en la interpretación de la actriz argentina Leonor Manso que da vida a los monólogos de una esquizofrénica previos a su suicidio fijado para las 4:48, hora en el que los fármacos suministrados por la noche dejarán de hacerle efecto. Leonor, mientras pierde la mirada en un punto fijo a la vez que nos habla, sabe jugar magistralemente con una falta de movimiento total desde los hombros hacia abajo, quietud desesperante que nos señala que se trata de pensamientos, que nos dice que no le quedan fuerzas para vivir. Juega a veces con dos voces, creando una segundo personaje imaginario con el que dialogar para acentuar su enfermedad, hablando una de frente y la que interroga de perfil. También destacan las luces, que nos indican un cambio de texto, que nos despiertan, que nos golpean. Con las variaciones de iluminación, la actriz gira la cara y proyecta su sombra para que podamos descansar de mirarla, para que nos asustemos menos y escuchemos a su sombra.

Escena de la obraEs un texto muy duro, difícil de seguir de continuo, por lo que se hacen necesarias las repeticiones naturales de frases obsesivas y la necesidad de romper el ritmo para devolver al espectador a la historia, como ocurre con un par de efectos visuales o el recitado del historial clínico de la paciente. La actriz recibe aplausos al final y se descarga con lágrimas mientras va saliendo del personaje, ya que emocionalmente supone un esfuerzo supremo su interpretación y gran fortaleza.

A veces, durante la obra, he tenido la sensación que estar fuera del teatro, en un recital poético, incapaz de seguir todo el texto. A esto se une la extremada dureza y el fuerte impacto emocional. Una obra que desde aquí desaconsejo.

Nota: Sarah Kane al terminar de escribir «4.48 psicosis» intentó quitarse la vida, pero la encuentran a tiempo y la llevan al hospital. Tres días después y en el mismo hospital consigue ahorcarse con los cordones de sus zapatos. Tenía 29 años.

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