Ir a un concierto de Aute es una garantía. Uno sabe que se va a encontrar una voz envolvente, que va a escuchar a buenos músicos con un sonido perfecto y que cada uno de los detalles se ha cuidado de forma minuciosa para que nada se le permita al azar. Además, y en contraste con el estos tiempos de egoísmo que corren, mucha generosidad repartida durante tres horas. El concierto comienza con su deseo de ser invisible para mostrarse con una copa de vino entre las manos. No pierde intensidad manteniéndose a una buena temperatura, para, al final, en los últimos bises, quedarse solo en el escenario, con una guitarra entre las manos y la voz interpretando sus canciones más emblemáticas y despidiéndose cantando a capella «Al Alba».
Con los años voy descubriendo en él que resulta ser a diario el más moderno del panorama actual y que lo sigue siendo también cuando repasa sus canciones de siempre. No ha perdido un solo gramo de calidad y va sumando experiencia y astucia aunque ya no la necesite. Su voz sigue siendo el bálsamo que necesitamos.
Rodeado por un quinteto espléndido que con facilidad consigue que la música se mastique y paladee, separada por instrumentos y mezclada a su vez para estar al servicio de la voz y la poesía de Aute. La banda la dirige Tony Carmona, el inagotable guitarrista rubio de la Orquesta Mondragón, Serrat, Sabina, Luz... Todos tienen algún momento para lucirse, Jota Marsán con la fuerza de sus brazos sobre la batería consiguiendo que suene de la forma diferente que precisa cada canción, Cristina Narea haciendo la segunda voz o tocando la guitarra y haciendo percusiones con todo tipo de instrumentos, Billy Villegas con su bajo marcando los ritmos e Igor Tukalo al teclado y acordeón para darle la intimidad que necesita.
Pero Aute siempre va más allá de la música. Con su discurso entre canción y canción le encuentro algo más callado y algo más pesimista, tratando de azuzarnos. A nivel personal quiere que seamos como «giralunas» porque para que podamos ser útiles debemos mantener la fe en nosotros mismos, sostener nuestro propio criterio y no perder nunca la curiosidad. A nivel social porque somos nosotros los que tenemos que tomar el timón del barco para cambiar esta sociedad, porque somos los que tenemos que gritar y comenzar a trabajar.
Nota: No sé si perdurará, pero allá por el 2007, Tony Carmona, Billy Villegas y Jota Marsán tenían un grupo llamado Insensatez Band y esa complicidad se sigue manteniendo sobre el escenario.
sábado, 7 de febrero de 2009
Aute en directo
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