miércoles, 25 de marzo de 2009

Retorno a Hansala

Imágen de la películaEl estreno comercial de «Retorno a Hansala» se ha hecho esperar. Lejos queda su proyección en la SEMINCI y la obtención del premio especial del jurado. Lejos también las tres nominaciones a los premios Goya.

Aunque nos encontramos ante una película vitalista, no huye del drama social de la inmigración, que aparece mostrado con crudeza; sobrecogiéndonos la forma de anunciar la muerte a través de las ropas de los propios fallecidos, llevadas de un pueblo a otro, desencadenando el dolor mudo e impotente de los padres entre lágrimas. Nos enseña una sociedad con la necesidad de saber qué ha pasado con los que se fueron, incluso si la suerte les ha sido adversa. Con toda intención, la directora Chus Gutiérrez nos enfrenta a mirar la vida que tenemos al otro lado del estrecho con nuestros ojos de ciudadanos de primera. Nos muestra unas vidas más básicas, primarias incluso, cargadas de carencias y a su vez repletas de valores y humanidad. Nos las acerca a través del viaje de Martín (José Luis García-Pérez), usando el tamiz de su mirada durante el proceso de transformación al que ese camino le lleva.

El viaje parte con dos posturas alejadas y llenas de desconfianza. La de Martín, iniciada con incomprensión, que surge de toparse con una burocracia cerrada y frente a una cultura distinta, moviéndose a otro ritmo y con principios diferentes. La de Leila (Farah Hamed) que representa a los que vinieron antes y empiezan a integrarse en Occidente, que lo pasaron mal en el trayecto, con miedo al otro que les rechaza, con unos códigos que se tambalean al resultar ahora inútiles, con ganas de olvidar para superarse y sin fuerzas para sostener a los que van llegando.

Imágen de la películaEl transcurso resulta duro y la tensión se va rompiendo con la hospitalidad. La angustia y el sufrimiento se mitigan a través de una extraña solidaridad que llega desde la pobreza. La perspectiva cambia con la proximidad, al personalizar, ya que la cercanía nos permite descubrir que los demás también somos nosotros.

Todo ha cambiado en este punto. Martín se sobrepone al sentimiento de culpabilidad que le atosiga por pertenecer al primer mundo y se pregunta desde su humanidad qué puede hacer él.

Con un enfoque desde el respeto y sin ánimo de intromisión que rompa lo cotidiano, el film no trata de desentrañar por qué se quieren ir. Con simplicidad nos muestra que los jóvenes no desean vivir allí, sin la posibilidad de un mínimo futuro ni dentro de un sistema político que se ha mostrado incapaz de ofrecer progreso. Si no es de una manera será de otra, pero saldrán porque apenas les queda nada atrás que no sea pobreza. Huir para no regresar a cambio de sobrevivir, temiendo perder la vida en el camino.

La pareja de protagonistas funciona a la perfección, cargados de miradas, de gestos, se van escuchando el uno al otro, entendiéndose con lentitud, por un contacto intangible de los sentimientos que les conduce a la comprensión. Bien acompañados por secundarios de auténtico lujo, como son Cuca Escribano, Antonio de la Torre, Sebastián Haro y Antonio Dechent.




Nota: Que el cine ayude a construir la sociedad es un valor añadido nada desdeñable. La llegada del equipo de rodaje a Hansala sirvió para que las mujeres de allí, además de recibir por primera vez un salario por su trabajo, vieran a otras mujeres mandando sobre hombres. Así, sin premeditación alguna, se formó «la pequeña revolución de las mujeres»: aquellas mujeres solicitaron a los hombres entrar a formar parte de la «Asociación del pueblo». Aunque no se lo permitieron, no se rindieron, formaron su propia asociación y comenzaron una labor de alfabetización entre sus compañeras.


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Cartel de la obra Reparto: José Luis García-Pérez, Farah Hamed, Adam Bounaga, Cuca Escribano, Antonio de la Torre, Antonio Dechent, César Vea, Miguel Alcíbar, Sebastián Haro, María del Aguila, Alba Fernández, Aghazaff El Hussein, Fátima Andah y Ajda Salhi
Dirección: Chus Gutiérrez
Guión: Chus Gutiérrez y Juan Carlos Rubio
Fotografía: Kiko de la Rica
Montaje: Fernando Pardo
Sonido: Eva Valiño, Bela Dacosta y Carlos Garrido
Música: Tao Gutiérrez
Director de arte: Julio Torrecilla
Vestuario: María Reyes
Maquillaje y peluquería: Lola López e Itziar Arrieta
Productoras: Maestranza Films y Muac Films
Distribuidora: Wanda Vision

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