Las motivaciones literarias y los proyectos futuros

Autores que cuentan sus próximos proyectos y los motivos que les han llevado a ellos

Viernes 22 de julio de 2011. Tren Negro. Madrid - Castilla y León - Asturias

Steve Redwood y Carmen Posadas esperando por el tren negro en Mieres

Unos cuantos autores de la Semana Negra que viajan en el tren negro han pasado por el vagón cafetería para contarnos los proyectos en los que están ahora inmersos y por qué oscuras motivaciones se han puesto con ellos.

Carmen Posadas cuenta que su anterior novela, Invitación a un asesinato, la pensó como un homenaje a los clásicos del género policíaco. Vivimos un gran auge de los autores nórdicos, pero dice que a sus novelas les falta sentido común. Así que ella quiso hablar de los niños robados, pero contándolo con la distancia que da el humor. Ahora dice vivir una etapa de confusión absoluta, intentado escribir una biografía de una mujer; la tenía diseñada y contaba ya con el personaje, pero le ha dado una vuelta y ahora está haciendo un casting a ver si encuentra a su protagonista.

Kike Ferrari es premio Casa de América y ganador del certamen de relatos policíacos de la Semana Negra del año pasado. Anticipa Taibo que su novela se adentra en esa burguesía sucia de la Argentina. Ahora está escribiendo otra novela de género, con un investigador que no terminará de resolver el caso, algo habitual en Argentina donde las investigaciones no llegan al fin.

Toni Hill se declara en periodo de vacaciones. Terminó su novela El verano de los juguetes muertos hace apenas dos meses y ahora lo está digiriendo. La escribió porque hay mucho thriller nórdico y parece que solo se puede asesinar entre el hielo. Por eso quería ambientarlo en Barcelona, con calor, con gente y en una ciudad que podemos pisar todos. El investigador es un detective argentino que lleva veinte años en la capital catalana.

Javier Márquez Sánchez, Carmen Posadas, Diego Ameixeiras y Melinda Gebbie presentando sus motivaciones literarias

Diego Ameixeiras, al que define Taibo como el descubrimiento de este año, nos cuenta que lo último que ha preparado es Historias de Oregón que se va publicar por entregas en prensa. Tiene que ver con la novela que viene a presentar en Gijón, Díme algo sucio, con la que comparte más que la misma geografía. Ahora ha empezado a escribir una historia de narcotraficantes, para poner en claro las relaciones entre los confidentes y la policía. Escribe en gallego, y ha publicado seis novelas, sin embargo esta es la primera que consigue ser traducida al castellano.

Melinda Gebbie confiesa que está trabajando en sus memorias. Todo parte de un suceso que le ocurrió a su madre, pero que le afecto también a ella y a los suyos. Las describe como una reivindicación sexual y un homenaje a la vez, algo así como una biografía autorizada que incluye todas las guarradas. Lo cuenta de primera mano, pues tiene la costumbre de llevar un diario con las vivencias que le suceden. Así puede hablar con lo apuntado de la época en la que nació el cómic underground, contarlo con detalles.

María Zaragoza se ha incorporado a esta Semana Negra tras recibir el premio Ateneo Joven por su novela Dicen que estás muerta. Ahora se encuentra en un momento de pausa, con otra novela terminada y esperando que se enfríe para comenzar con las correcciones. Cuenta que en ella trata de mezclar dos pasiones, la de escribir y la puramente sexual. Para darle intriga ha escondido un thriller psicológico que va apareciendo muy despacio según avanza la novela. Tal vez las raíces de un crimen estén en lugares extraños o se alarguen hasta la infancia. También está preparando el guion para un cómic futurista, una distopía sobre lo que podría ocurrir si un día nos prohibieran expresar nuestros sentimientos en público. Seguro que estalla una guerra civil.

José Luis Zarate lleva tres años escribiendo cuatro cuentos diarios de una línea y que los publica vía Twitter. También ha empezado una novela más tradicional sobre lo que sabe la ciencia de las asesinas en serie, que señala que es nada. Ya tiene al investigador y también ha encontrado el escenario, la ciudad de Puebla, la suya.

Javier Márquez Sánchez y Fernando Marías contando sus nuevos proyectos

Javier Márquez Sánchez dice que ha revisado la literatura ambientada en Sevilla. Casi toda suelen presentar una ciudad muy artificial, con unos sevillanos como muy ingleses. La excepción es Biedma que refleja muy bien Sevilla, pero sus novelas son muy duras. El quiere recuperar la ciudad donde se mueve, con sus peculiaridades, como la élite burguesa que allí vive. Nos cuenta otra motivación más, y es que a él le gusta el cine, y así como la novela policiaca recurre a pistas pictóricas, ajedrecistas… nunca lo ha hecho con claves cinematográficas. Lo que quiere contar es la historia de un asesino en serie por las calles sevillanas que además es un cinéfilo.

Fernando Marías dice con ironía que él no está haciendo nada porque está viviendo del cuento. El año pasado trabajó mucho y este ha arrancado un nuevo proyecto, se trata de Los hijos de Mari Shelley. Elige un grupo de escritores, le da un tema a cada uno de ellos y le pide que forme una historia alrededor de lo sugerido para contarla en público. Será esa la narración en vivo la que luego se publique. Espera que este proyecto tan emocionante no le impida volver a escribir. Asegura que tiene una nueva idea para una novela, bueno en realidad lo que tienen es una línea.

Hiber Conteris es un uruguayo que escribe el neopoliciaco de América Latina. Ahora está trabajando en una historia que le surgió cuando sorpresivamente le invitaron a una feria del libro en Dubai. Algo con el nombre De la A a la Z donde el era la C y que organizaban los dueños del edificio más grande que se ha construido allí. Pocos días antes de su llegada se cometió en Dubai el asesinato de un dirigente palestino. Le sorprendió que viajara con su propio pasaporte y sin sus guardaespaldas, quienes tenían previsto llegar al día siguiente. Apareció muerto en la habitación de su hotel. Primero le aplicaron electricidad para atontarle y posteriormente le asfixiaron. Culpan al MOSAD. A Conteris le surgieron muchas preguntas que despertaron su imaginación. Ahora está reuniendo información.

Héctor de Mauleón durante la rueda de prensa

Alberto López Aroca no se quita de encima a los zombies. Nos habla de Sherlock Holmes y los zombies de Camford y nos dice que además está escribiendo algunos relatos, de zombies por supuesto. También prepara una revisión de Lovecraft, con muchos guiños al género y al lector.

Héctor de Mauleón nos cuenta que en 1913 México tenía un presidente alcóholico y con mucho miedo a que lo mataran, por lo que solía despachar en un coche, no usaba ningún despacho y solía citar a sus ministros en las esquinas. En un momento y bajo los efectos del alcohol ordenó más de cien muertes. Uno de sus ministros había sido cirujano y cuentan de él que le corto la lengua al alguien que denunció alguna de las actividades oscuras del gobierno. México es un país con dos pasiones, la de matar y la de llorar. Les cuesta poner un tapón a la sangre. Añade que los muertos llaman a otros muertos, así que ha presentado este contexto de horror como un eco y un espejo.

Juan Esteban Costaín confiesa que cuando escribió ¡Calcio! estaba preparando otro libro, pero en realidad lo que quería contar era ¡Calcio!, así que dejó el otro. Desde hace cinco años quiere narrar una historia sobre los arqueólogos del XIX, pero ya empieza a aburrirse, así que está escribiendo sobre las Cruzadas, en realidad sobre los timos que se les hace a los peregrinos, como una ciudad en Hungría construida para simular que es Jerusalén.