sábado, 30 de julio de 2011

La Semana Negra quiere seguir siendo lo que es y quiere serlo en Gijón

Sábado combativo en la Semana Negra


Sábado 30 de julio de 2011. Gijón


Cristina Macía, Juan Ramón Biedma y Cristina Fallarás
Cristina Macía, Juan Ramón Biedma y Cristina Fallarás. Foto Toni Gutiérrez
La Semana Negra llega a su penúltima jornada, la que echa el cierre a lo literario. La actividad de un sábado siempre resulta frenética, el programa se apura y se dan los últimos encuentros de los autores.

Biedma y Fallarás, dos autores que escriben con rabia

Juan Ramón Biedma y Cristina Fallarás tienen un charla cruzada, donde el uno hablará del libro de la otra y viceversa. Siempre es interesante escuchar a los autores analizar la obra de otros. Les presenta Cristina Macía que ha estado buscando lo que les une a los dos: «la rabia, que les asoma a cada línea que escriben».

Fallarás dice que antes de leer la novela de Biedma, Antirresurreción, pensaba que no lo podría gustar un libro de zombies. Y sin embargo, se pasó toda la noche leyéndola. Le gusta por la bestia, por que dan más miedo los vivos que los muertos, los que matan a los zombies que los propios zombies. Pero lo que más miedo da es la Iglesia, de la que la novela nos muestra su podredumbre. Los personajes son siniestros, siempre con alguna tara, y, a pesar de ello, el lector se reconoce más en ellos porque lo normal es la bestia que llevamos dentro.

Biedma dice que Fallarás es su autora preferida, una mujer muy salvaje que está cambiando la novela negra, una voz clara que habla desde un nivel distinto para retratar la sociedad que somos, la que lo está haciendo tan mal. Las niñas desaparecidas está protagonizada por una detective embarazada que anteriormente había sido periodista de sucesos. Arranca con la desaparición de unas niñas de buena familia, de clase acomodada y se adentra en una Barcelona periférica y sórdida, de los barrios de la miseria. Biedma nos dice que no es una novela de enigma tradicional. Fallarás añade que Las niñas desaparecidas tiene dos ejes muy dolorosos: la violencia contra los niños y el consumo de niños. Su motivación le viene de una iglesia católica que permite el abuso de menores como forma de poder y luego de una sociedad y unos medios que no se hacen preguntas ante la pornografía infantil ¿De dónde salen y a dónde vuelven esos niños consumidos por las redes de pornografía? Solo se nos nombra a los culpables, los que son detenidos, pero no a las víctimas y la población no pregunta por ellos.

Carpa abarrotada para el acto con los grupos municipales ¿A dónde va la Semana Negra?
Carpa abarrotada para el acto con los grupos municipales ¿A dónde va la Semana Negra? Foto Toni Gutiérrez
¿A dónde va la Semana Negra?

La actualidad de este año en la Semana Negra es su continuidad y si ésta será en Gijón. Para tratar este tema la Semana Negra ha preparado una mesa para debatir sobre ello y a la que ha invitado a todos los grupos municipales. El FAC, fuerza que ostenta la alcaldía y el gobierno municipal, ha declinado asistir, parece ser que ninguno de sus concejales tenía un hueco en la agenda. De moderar el debate se encarga Ángel de la Calle y la mesa la forman Francisco Santianes (IU), Santiago Martínez Argüelles (PSOE), Pablo Fernández (PP), Manuel Pecharromán (PP) y Paco Ignacio Taibo II (Semana Negra). En la primera fila del público se sentaban Tini Areces y Paz Felgueroso. La carpa de A Quemarropa llena a reventar, incluso se habían colocado sillas en el exterior para la gente que se agolpaba interesada en seguir de primera mano este coloquio. Silencio recogido de atención mientras las intervenciones, muchos aplausos y abucheos cuando el ponente se lo merecía por desviar la atención y soltar perogrulladas.

Martínez Argüelles defiende la mezcla del festival entre la cultura y los espacios de ocio, algo que lo hace único e irrepetible. Señala la idoneidad del emplazamiento actual y recalca el apoyo ciudadano con el que cuenta la Semana Negra. Por lo que pide los medios para garantizar la continuidad en Gijón.

Por su parte Santianes, además de aplaudir la excelente programación cultural abierta a todos y con un marcado carácter popular del evento, ahonda en esa sintonía entre la ciudadanía de Gijón y la Semana Negra. Sería un error que el ayuntamiento dejara de apoyarla. Cuenta que hay un plan del equipo del gobierno, que ha pactado con la Universidad para que el festival no repita en esta ubicación, para deshacerse de la Semana Negra y que la responsabilidad recaiga en los ciudadanos.

Jóvenes apoyando la continuidad de la Semana Negra en Gijón
Jóvenes apoyando la continuidad de la Semana Negra en Gijón. Foto Toni Gutiérrez
Fernández y Pecharromán comienzan defendiendo la continuidad del certamen, pero se ve que quieren hablar de otra cosa. Tenían ganas de meterse con el anterior gobierno municipal y hablar de malas cuentas, de un gasto de dinero demasiado elevado para estos tiempos en la Semana Negra, de falta de diálogo con las otras fuerzas, de los gastos extra para poder colocar la noria y de una política cultural horizontal y no sectorial en el Ayuntamiento. Pecharromán pone tres premisas para la continuidad del festival en Gijón, que lo haga con un consenso sobre su ubicación, que abarque manifestaciones culturales de todo signo y que se haga más austera. Sobre la propia Semana Negra apenas parecen tener ideas, y las que se les ocurren las tienen sujetas con hilos, cogidas al vuelo en una visita accidental, como la idea que le ha venido a Fernández de evolucionar rotulando las carpas para mejorar su estética.

Taibo habló de evolución, sí. De incluir teatro de calle, circo… También tiene sus premisas, las mismas que se llevan cumpliendo en estas 24 ediciones. La Semana Negra seguirá manteniendo su esencia, mezclando cultura con fiesta popular y apostando por ofrecer una propuesta literaria que convoque al pensamiento crítico. Para llevar a cabo esta propuesta se necesita financiación y apoyo activo de las instituciones y la ciudad. Respecto a la parcela en la que se sitúa esta edición señala que es perfecta, que no hay ningún motivo para que no se utilice el año que viene. No hay duda, la Semana Negra quiere seguir siendo lo que es y quiere serlo en Gijón. El problema es que la decisión está en manos de un equipo de gobierno que ha estado ausente durante todo el festival.

Al terminar la charla, hay convocada una manifestación de apoyo en las calles del recinto. Se mezclan jóvenes, ancianos, escritores y público en general que sabe que la Semana Negra de Gijón debe seguir cumpliendo años en la ciudad.

José Antonio Martín Pallín y Francisco Prado Alberdi durante la presentación del libro Solidaridad con el juez Garzón
José Antonio Martín Pallín y Francisco Prado Alberdi durante la presentación del libro Solidaridad con el juez Garzón. Foto Toni Gutiérrez
¿Quién «disparó» contra el Juez Garzón?

La Fundación Juan Muñiz Zapico participa en la Semana Negra cada año. Suele presentar libros con ideología, que tratan aspectos relacionados con Asturias y la lucha de su clase obrera. Libros que hablan de mineros, de metasiderúrgicos, de luchadores por la libertad. Este año presentan el libro Solidaridad con el juez Garzón. Presenta el acto su director Benjamín Gutiérrez, la modera Alejandro M. Gallo y participan Francisco Prado Alberdi, José Antonio Martín Pallín, Rubén Vega.

José Antonio Martín Pallín, magistrado del Tribunal Supremo, no puede empezar la presentación sin mostrar previamente su apoyo a la continuidad del festival en Gijón. «Ánimo y adelante. No se dejen arrebatar la Semana Negra».

Explica después que el Juez Garzón ha adquirido una fama universal y el libro comprueba la repercusión internacional de esta trama que se ha construido en su contra. Hablando en términos de novela negra, en su caso sabemos quién no es el asesino, pero no sabemos quiénes van a asesinarle. Tenemos unos hechos, unos crímenes del franquismo y conocemos a sus autores. Contamos con más de 130.000 desaparecidos, se firmaron más de 120.000 sentencias a muerte. Garzón quiso que Franco, algunos de sus ministros y seguidores, pasaran a la Historia como delincuentes. Pero surge el nerviosismo de algunos y se admitió una querella de Manos Limpias, un sindicato de tres personas, contra el juez. Alguien está utilizando este mecanismo judicial con fines ideológicos para que no se sepa lo que ocurrió en el periodo criminal del Franquismo. ¿Quién «disparó» contra el Juez Garzón? Es un fuego cruzado.

Lo único que se pretende con el libro es mostrar la solidaridad con el juez, ir contra las tropelías que se están cometiendo e ir quitándonos ese pasado ominoso. El homenaje que espera Martín Pallín es que sienten en el banquillo a Garzón y toda la comunidad internacional, que ya se ha pronunciado absolviéndole, contemple este desaguisado.

Por su parte el historiador Rubén Vega profundiza en el significado de la iniciativa del Juez Garzón en su causa contra el Franquismo, ya que vino a poner en tela de juicio la ley de amnistía que definió la Transición a cambio de fijar una ley de punto y final con la que hacer prescribir todos los crímenes del fascismo en España. El juez Garzón no pretendía condenar a los responsables, la mayoría fallecidos y el resto en edades muy avanzadas, pero sí satisfacer el deber moral de un país de saber lo que pasó, porque tenemos la obligación de establecer la verdad y hacerlo con rigor.

Los autores del libro Pepsi La Frontera recibiendo el aplauso del público
Los autores del libro Pepsi de la Semana Negra, La Frontera, recibiendo el aplauso del público. Foto Toni Gutiérrez
El libro Pepsi, un sueño cumplido

Manuel Rivas firma ejemplares de su novela Todo es silencio, deteniéndose con cada lector, sin prisa, deleitándose en la charla con quien le pide que le estampe una dedicatoria. Es un hombre al que le gusta la cercanía. Mientras, también en la carpa del Encuentro, David Torres presenta su libro Punto de fisión, una novela muy negra, cargada de humor, con un Francostein (Franco construido a pedazos) y por la que pululan unos terrorista chulapos. La de Torres es una tarea complicada, la del telonero, pues la carpa se va llenando lentamente de gente que está llegando para el siguiente acto, la entrega del libro Pepsi que este año lleva el título de La Frontera y que presentan Ángel de la Calle y Paco Taibo.

Taibo le puso el título y cuenta que le costó más de una hora convencer a Ángel. Los dos juegan a los amigos discutidores. Luego señala que en toda frontera hay una valla, pero que él pensó en el título mucho antes que la valla de la ignominia creciera mágicamente rodeando la Semana Negra. Él había pensado en que los conflictos entre países, regiones, etnias, vecinos… son conceptos artificiales y absurdos. Lo limítrofe da mucho juego. Así que reclutó un equipo apasionante de todo el mundo para que lo llevara a cabo. El libro no existiría sin Pepsi, quien siempre ha estado apoyando el proyecto cultural.

J. M. Caro Barrantes, representante de la marca, solo tiene palabras de agradecimiento y muestra el orgullo de tener un libro en uno de los mejores festivales del mundo. Se despide con el deseo de que el año que vienen también estén aquí, en el mismo sitio, entregándolo de nuevo.

El público levanta el libro Pepsi La Frontera para la foto final
El público levanta el libro Pepsi La Frontera para la foto final. Foto Toni Gutiérrez
La parte más emotiva corre a cargo de Ángel de la Calle que contó una historia personal que explica por qué el libro se regala. Explica que él era un niño pobre al que le gustaba la cultura. Veía a los hijos de los directores que tenían aquellas publicaciones con las que él soñaba. Entonces pensó que, si fuese por él, los libros los daría gratis, para que así todos los niños los pudieran tener.

Cuando formó parte de la organización de la Semana Negra recuperó aquella idea, buscó los escritores y dibujantes que se ofrecieron desde el primer momento a colaborar desinteresadamente. Después buscó la pasta para financiarlo. Que no puedas tener un libro por no tener dinero es lo peor del mundo. Se despide dando las gracias a Pepsi por cumplir el sueño de un niño.

No hay comentarios: