sábado, 23 de julio de 2011

Andreu Martín nos cuenta su próxima novela

A través de un montón de anécdotas nos desvela el paisaje y las historias que han dado lugar a Cabaret Pompeya


Sábado 23 de julio de 2011. Gijón


Andreu Martín presenta su próximo libro Cabaret Pompeya
Andreu Martín presenta su próximo libro Cabaret Pompeya
La Semana Negra inaugura un nuevo tipo de charlas. Se trata de un espacio para que los autores presenten un proyecto que aún no ha visto la luz. Taibo lo llama presentar un libro que no existe. El primero es Cabaret Pompeya de Andreu Martín, uno de los fundadores de la novela policiaca en España. Se trata de una novela ya terminada que está terminando las pruebas de imprenta y que llegará a las librerías en octubre.

Andreu Martín nos habla de ella, enlazando mil anécdotas, desde como le surgió la idea a todo aquello que fue recogiendo para incorporarlo. Siempre tratando de escribir la gran novela policiaca de Barcelona, un día se preguntó qué sería eso. Y de esa reflexión le fue apareciendo Cabaret Pompeya, la Barcelona de las pistolas. Cuenta que su padre nació un poco después de 1900, que vivió los años 20 con los pistoleros del sindicato único y el sindicato libre, en una Barcelona donde estallaban bombas, muy politizada y anarquista, con personas de sangre caliente que empuñaban pistolas. En mayo del 37, con la Guerra Civil seguían siendo jóvenes y siguieron con ellas en las manos. En el 45 todavía tenían ánimo para enfrentarse a Franco. Fue una vida tremenda la que le tocó a su padre que además hizo el servicio militar en África cuando allí había una guerra. Así que quería hacer un homenaje a su padre, aunque él no salga. El que si aparece es un tío suyo, bandoneonista de tangos, del que recuperó muchos de los recuerdos que éste le había contado. Un hombre que empezaba sus frases diciendo «los que hemos vivido una guerra y la hemos perdido…» y que pasó de salir de un campo de concentración a ser contratado para tocar en una orquesta que comenzaba una gira en Grecia, de los piojos al buffet libre del barco que les llevaba a su destino, un republicano que terminó de chófer para un oficial nazi porque conocer el ámbito de los prostíbulos une mucho.

Para esta novela, Andreu ha reconstruido una época para la que necesitó mucha documentación. Sabía que iba a necesitar mucho tiempo, cinco años al final. Como es un hombre que vive de escribir y publicar novelas, antes de empezarla pidió permiso en su editorial para solucionar sus ingresos durante esos años. Les contó la novela que tenía en la cabeza, recibió la aprobación y al salir comenzó a escribirla. Nos regala un pequeño trailer para lo que primero cuenta que estos días, mientras los indignados acampaban en la Plaza Cataluña, por Cabaret Pompeya le dieron un premio literario que pagaba una Caja de Ahorros y entregaba un político, algo bastante comprometido para aquellos días, así que en una entrevista le preguntaron por el tema. Contó que a uno de los protagonistas le lleva su padre a un mitin político. El niño le dice a su padre que no entiende nada. El padre le contesta que es que no están hablando para él, ni para el padre tampoco, que hablan entre ellos y que los ciudadanos solo somos el tema de conversación.

La novela empieza con la bomba del Pompeya. Algo real que ocurrió y que se une con su familia, pues en aquel tiempo el padre del tío que tocaba el bandoneón trabajaba allí de encargado. Es también la primera historia que le contó cuando Andreu decidió grabarle con un magnetofón contándole sus anécdotas cada fin de semana. Una historia que contrastó en la hemeroteca comprobando que lo que le contaba no eran sucesos inventados.

Tres son los protagonistas de la novela, que se encuentran en el Pompeya y van viendo todas esas historias que le contaba su tío. Nos recuerda los tiempos del sindicato único, que influía mucho en las fábricas para mejorar las condiciones obreras ante los patrones, pues sus decisiones se seguían por todos los empleados. Fue entonces que los empresarios crearon el sindicato libre para dividir, cuenta que a los que se afiliaban al libre lo primero que les entregaban era una pistola, en realidad se trataba de mercenarios, algo a lo que la derecha ha recurrido toda su vida. Tiene tiempo de hablarnos de Salvador Seguí y su capacidad de hacerse escuchar, de motivar, de convencer. Dice después que la Guerra Civil en Barcelona sólo duró un día, al día siguiente lo que empezó fue una revolución que llegó hasta mayo del 37.

Y así, entre historia e historia va desgranando el mapa en el que se mueve su próxima novela.

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