jueves, 15 de julio de 2010

La Atlántida, una historia que puede repetirse

Javier Negrete se enfrenta al reto de recoger el mito de Platón y mantener su verosimilitud


Jueves 15 de julio de 2010. Semana Negra. Playa del Arbeyal. La Calzada. Gijón


Javier Negrete
Javier Negrete
La carpa del Encuentro recibe a Javier Negrete que presenta su nuevo libro Atlántida en la Semana Negra de Gijón. Las primeras palabras de Jorge Iván Argiz en su papel de anfitrión son para señalar que esta novela es una especie de superproducción. Javier Negrete lo confirma en cierto modo al describirla como una historia de catástrofes en la que la cuestión que se debate se mueve entre salvar al mundo o destruirlo por completo.

Recoger el mito de Platón sobre la Atlántida y que siga sonando realista en este momento, cuando la divulgación científica está a la disposición de todo el mundo, no es posible. Por ello ha utilizado la teoría del volcán Santorini, cuya erupción se cree que pudo destruir a la civilización de la época y antecesora de la griega.

La novela está escrita usando el humor y con diálogos ligeros para contar las peripecias de unos personajes que no son héroes y que no parecen los más adecuados para salvar el mundo. El hundimiento de la Atlántida se narra con los recuerdos de un personaje y para las escenas de acción Negrete explica su sistema: primero estudiar mucho el terreno que ahora resulta muy sencillo con Google Earth, las experiencias de los viajeros en los foros y las exploraciones propias del autor en sus viajes; y segundo, ponerles una cámara encima a los personajes. Está técnica tiene limitaciones y es más complicada, pero le sirve para dar una sensación cinematográfica como de estar rodando una película.

Jorge Iván Argiz y Javier Negrete
Jorge Iván Argiz y Javier Negrete
El autor se documentó utilizando para su novela la amenaza de los supervolcanes que se basa en que los más activos de la tierra entran en erupción a la vez. Esa es la otra parte de la novela, la que se desarrolla en nuestros días. Es la caldera de Long Valley la que el autor ha estudiado con mayor profusión. Cuando escribía la novela se iba dando cuenta de las consecuencia de una erupción seria y del colapso económico que provocaría, así que la posterior crisis que vivimos en Europa por el volcán Eyjafjalla no hizo otra cosa que confirmarle sus hipótesis y eso que el volcán islandés no era uno de los considerados muy peligrosos.

Nuestra especie humana y los atlantes de entonces pueden llegar a compartir catástrofe, pues nuestra generación que tiene los pies de barro enfrenta su supervivencia de nuevo. Cierra Argiz indicando que «Atlántida no es una obra del pasado, podría ser del futuro».

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