Se presenta en Madrid El rebelde, la primera novela de esta autora inglesa que se ha convertido en un éxito internacional
Jueves 29 de abril de 2010. Edificio Planeta. Madrid
Sadie Jones, autora de El rebelde
La Segunda Guerra Mundial influyó en los que lucharon y también en los que se quedaron en retaguardia. Para el protagonista, cuando su padre vuelve del frente se ha convertido en un extraño y un intruso. El padre ve a su hijo como a un enemigo. Es el amor que no ha recibido el que desliza al hijo por la pendiente. Surge un camino de redención en la que el protagonista se salva por el amor incondicional de una niña. El rebelde cuenta una historia triste, pero en la que se ven rayos de esperanza.
Sadie Jones pasó la mañana en Madrid, atendiendo a los medios de comunicación con los que mantuvo un encuentro alrededor de una mesa circular y con una taza de café por medio. De ojos grandes, tez morena, muy atractiva, se mostró algo inquieta, tal vez por timidez, pero respondió con mucha claridad. Esta es la conversación que mantuvo con nosotros:
Prensa (P): ¿Qué cuenta El rebelde?
Sadie Jones (SJ): Se trata de una historia que se desarrolla en la campiña inglesa en los años 50, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Quería contar cómo va creciendo un chico y cómo el curso de su vida se altera por un accidente. Se trata de un relato triste que va recorriendo el sufrimiento de un personaje. Es difícil describir lo que sufren los chicos. Inicialmente lo concebí como una película: visualizaba los personajes en el ambiente que había creado. Sin embargo, escribiendo fue tomando mayor cuerpo y surgió la novela.
P: ¿Tengo entendido que la novela va a ser llevada al cine?
SJ: Sí, así es. Es irónico, comenzó siendo un guión cinematográfico que no fue a ninguna parte, por suerte. Entonces le faltaba algo que sólo se completo al crecer y convertirse en una novela. Como libro es algo acabado, pero el cine supone ir cortando pedazos. No me gustaría traicionar a la novela.
P: ¿Va a seguir escribiendo guiones para el cine?
SJ: Escribir libros es lo que me engancha porque disfruto mucho con ese trabajo; los guiones ocupan un segundo lugar en mi vida. Me sirven para sacarme de la soledad del escritor de novelas, pues te obligan a colaborar con otras personas. He participado en el guión de El rebelde porque sentía que tenía que escribirlo.
Portada de El rebelde de Sadie Jones
SJ: Quiero pensar que no proviene de que las personas sean morbosas. Se percibe un personaje que se construye desde niño, en el que sin querer nos vemos reflejados. Se trata de un muchacho con el que se siente empatía con facilidad. Escribir es algo alegre y me gusta la época que muestro, a pesar de los elementos de represión. Se que hay muchas fuerzas contradictorias en la historia, pero sí que se percibe una clara autenticidad.
P: ¿Cómo se digiere un éxito como el que está cosechando su novela El rebelde?
SJ: Es muy agradable para mí. Yo he trabajado toda mi vida y ahora todo ha cambiado. Es un buen año, pero mi día a día sigue siendo el mismo: me levanto cada mañana, me siento y sigo escribiendo. Ahora estoy a la mitad de mi tercer libro. Se trata de una historia diferente, más frívola y superficial. Me estoy divirtiendo mucho escribiéndola.
P: ¿Por qué elige esa época de los 50 en las cercanías de Londres?
SJ: Mi primera idea cuando me puse a escribir era un melodrama en los años cincuenta. Luego, al ser preguntada con frecuencia por esto mismo, reflexioné. Se trata de un momento que me fascina con un contexto en Europa difícil. Se produce una situación en el que las personas dejan de lado lo que les gusta para construir la vida. Entonces no sabían lo que vendría luego, lo divertido que sería todo después. Son tiempos que se prestan especialmente a lo que quería contar porque se adaptan a los arquetipos y a la vez me permiten narrar una historia local que se puede entender como universal. Todo empezó como una chispa física, con imágenes de días soleados y bosques. Luego tuve que situar la historia alrededor de ese personaje herido que se siente rechazado. Situarme allí, en ese tiempo y en ese espacio, me permitió convertirlo en un Edipo y todo fue creciendo por sí solo.
P: El final resulta dramático, pero abre una cierta esperanza, ¿prepara una segunda parte?
SJ: A veces la gente cree que que podría tener una secuela. Yo conozco lo que ocurre con los personajes y, aunque me tentó escribir una historia más larga, me di cuenta que podría pasar a convertirse en un folletín.
Sadie Jones conversando con la prensa
SJ: Es cierto que tiene un «final feliz», pero es auténtico. Al terminar el protagonista se libera por la verdad, se libra de la culpa. Es cierto que le queda mucho camino por recorrer, pero todo lo que ha sufrido le convierte en un héroe. Podría tener otro final, pero sería falso. El protagonista tiene que partir para cerrar la historia.
P: Me interesa saber por qué se narra la historia a través de una voz en tercera persona, ¿se trata de un condicionante por haber comenzado como un guión o es para marcar una cierta distancia emocional con el protagonista?
SJ: Escribir en tercera persona me viene de forma natural. Una voz externa me permite ofrecer más puntos de vista. Cuando escribo mi cabeza funciona así, algo parecido a una cámara es verdad. No me gusta usar la primera persona, en este caso me resultaba complicado para aguantar la dureza. Creo que para utilizar una primera persona omnisciente tendría que tratarse de un gigante como, por ejemplo, el protagonista de El guardián entre el centeno.
P: ¿Cuánto tiempo le llevó la novela?
SJ: Tardé cerca de un año en escribirla y le dediqué unos meses para revisarla. Mirado desde fuera resulta algo rápido, pero yo no lo viví así. Me hizo sentirme escritora.
Al terminar, una pequeña controversia sobre el título original que en inglés es The outcast y aquí se ha traducido por El rebelde descartando la opción de El marginado que sería más literal. Comenta la editora que es una palabra complicada de traducir, que en nuestro idioma podríamos describirlo como «el fuera de molde». Le dieron muchas vueltas, pero no les convencía «el marginado» porque realmente la sociedad no le margina, el protagonista forma parte de esa clase. «El rebelde» no es el título perfecto, pero tiene mayor sentido con el personaje. Zanja la discusión Sadie Jones, con una sonrisa diciendo que a ella le gusta.
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