Fernando Marías y María Tena presentan dos novelas apasionantes que se han alzado victoriosas
Jueves 8 de abril de 2010. Círculo de Bellas Artes. Madrid
Cartel anunciador del acto
Fue Marta Robles la encargada de presentar el acto, quien señaló que las premiadas son dos novelas apasionantes y distintas. Sobre la ganadora indicó que se trata de thriller de amor y sexo cargado de originalidad y con la intención de envolver al lector con su torbellino de sensualidad. Respecto a la finalista informó que nos encontraremos ante un prodigio de expresión contenida para reflejar la complejidad de un entorno familiar en una novela que gira alrededor de tres hermanas condicionadas por la figura de la madre.
Tras sus breves palabras, la presentadora, dio paso a los promotores del premio María Rosa Semprún, directora de la editorial Espasa Calpe, y a Ramón Pernas, director de Ámbito Cultural. Ambos se mostraron contentos, ya que los galardonados de esta edición prosiguen la trayectoria de los anteriores ganadores. Son ya 14 los años que cumple este premio que ha supuesto muchos libros vendidos, en diferentes formatos y que también han sido ampliamente traducidos a otros idiomas. Respecto al hábito de la lectura destacaron la importancia social y el valor mágico que tienen los libros para nuestra formación ya que nos hacen personas más tolerantes.
Marta Robles (presentadora del acto) y Fernando Marías (ganador del premio)
Como curiosidad señaló que siempre utiliza elementos reales que incorpora a la novela, por ejemplo la trama de ésta se desarrolla en Altamirano, que es la casa de su hijo, o que en una anterior colocó las señas de su exmarido. Es una manera de poner pie para desde lo concreto construir a la vez lo particular y lo abstracto. Dijo también que hay quien le ha encontrado a la novela un cierto parecido con las obras de Philip Roth, pues en ella sabes que cada cierto número de páginas te vas a encontrar con un «polvete».
Después Marta Robles conversó con Fernando Marías quién desbordó su innata habilidad de comunicador con su facilidad para ir creando historias sobre la marcha. De la novela, su autor señaló que resulta más fácil leerla que contarla. Arranca ésta con la frase «Todo es nada, todo es a lo sumo tiempo que fluye». Narró que surgió de un proceso personal de búsqueda, ya que el pasado y el futuro no existen, y del presente apenas si podemos decir que es un instante que pasa rápido mientras deja de ser futuro y se convierte en pasado.
Marta Robles (presentadora del acto), Fernando Marías (ganador del premio) y María Tena (finalista del premio)
Es cierto, se trata de una novela sobre fantasmas reales. Tenemos dos en sus páginas. Contó entonces Fernando Marías la historia «propia y real» que supuso la creación de Todo el amor y casi toda la muerte. Hace cinco años vivió una historia de amor muy apasionada con una mujer. Al conocerla se fue con ella de viaje a un estupendo hotel caribeño con la intención de celebrar la felicidad encerrados en la habitación donde dedicarse apasionadamente el uno al otro. Pero ocurrió algo aterrador, ya que aparecieron dos mujeres de su pasado que se instalaron allí. Esos dos fantasmas le absorbieron y le desbarataron, transitoriamente, todo su impulso sexual. Ellas crearon en el autor un clima mental ya que su intención era devorarle y le obligaron a mantener un diálogo en su defensa a través del cual surgió la novela y la posterior curación. Ellas querían encontrar la paz y sin aquella charla ninguno de los tres la hubiera conseguido. Los fantasmas de la novela buscan lo mismo, recuperar su vida, su proyecto, su libertad y su identidad. La muchacha transparente es una metáfora del deseo que no es otra cosa que una pasión sexual salvaje, irresistible, irrenunciable y peligrosa.
Sobre las novelas señaló el autor que siempre deben ser desmedidas. Ésta no es una excepción, Fernando Marías ha escrito una historia disparatada y desbordada, llena de fantasmas, desgarros y atrocidades morales. Entonces Marta Robles intervino para hablar de otra de las virtudes que encontró en su lectura: la intensidad. Añadió que ésta se refleja en la novela tanto sobre el mar como en una casa que es el núcleo alrededor del que todo va transcurriendo. Tiene mucho sexo, pero indica el autor, que ante todo es emocional y dramático, en realidad una sutil forma de venganza. En un cuarto de la casa, la mujer encierra a su marido que desde la ventana ve a su pareja haciendo el amor con su amante. Las páginas encierran muchas torturas, como la del alfiler, que el autor se negó a desvelar pero que informó que está basada en la realidad y que para él es el colmo del horror y la atrocidad.
Lo que si desveló es algo más del argumento, que habla de un hombre corriente que se encuentra con una fortuna que el cree fabulosa y que pertenece a unos mafiosos. Huye con ella, lo que supone desaparecer para convertirse en otro. El protagonista se va a ocultar en la normalidad y cotidianidad, pero es una obsesión que tiene sobre una mujer y la necesidad de conocer la verdad sobre ella lo que le impide ser normal.
Fernando Marías habló de la impresión que le había producido la conversación previa con María Tena, donde ha visto que La fragilidad de las panteras encierra mucha perversidad. Ambos coinciden en emprender una búsqueda del deseo, que no es necesariamente autobiográfica. Es muy difícil inventar, así que para hablar del deseo los escritores recurren a contar lo que conocen y en el fondo reflejan el suyo propio. Escribir no es otra cosa que sacar a los focos las oscuridades propias.
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