miércoles, 1 de julio de 2009

Un premio para Marcos Ana

Acto celebrado el martes 30 de junio de 2009 en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid

El salón de actos de la CAUM se quedó pequeño y desde los pasillos asomaban cabezas que no querían perder detalle. Dentro, las sillas tampoco resultaron suficientes, y atrás, al final, nos quedamos los que llegamos con puntualidad británica. Hacía un calor pegajoso que se combatía con balcones abiertos, abanicos agitados y algunos ventiladores. No me importaba. Apoyar un premio para Marcos Ana resulta suficiente para no dejarse vencer por unas pequeñas incomodidades, tan alejadas de los veintitrés años que él se pasó en la cárcel por defender sus ideas políticas.

El acto lo organizó la Plataforma por la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009 a Marcos Ana que ha comenzado recientemente una campaña recogiendo firmas para apoyar esta iniciativa. Mientras se proyectaban algunas fotografías de Marcos Ana, la plataforma realizó una breve presentación y cedió la palabra a Miguel Gómez Oliver, vicerrector de la Universidad de Granada, institución académica que es promotora de la idea. Tras él, el poeta Luis García Montero leyó un emotivo poema de Marcos Ana finalizado por los aplausos del público. La emoción, que ya no desaparecería, se intensificó con la lectura del manifiesto por parte de dos niñas.

Poesía y música van siempre de la mano, así que no podían faltar dos jóvenes cantautores. Abrió el fuego Marwan con una canción compuesta para su padre de origen palestino. Le siguió Luis Ramiro con una canción sobre el amor al final de la vida.

Regresó la palabra y le tocó el turno a Nativel Preciado que optó por un discurso sentido y breve. Andrés Sorel recordó su amistad con el poeta e insistió en la humanidad de Marcos Ana que se desborda cuando habla de la falta de rencor a pesar de todas las calamidades sufridas. Algo que realmente impresiona. Cerraron Juan Diego Botto y José Sacristán leyendo a dúo un texto de Saramago dedicado a Marcos Ana.

Va siendo hora de devolverle un poquito de lo mucho que él nos ha dado a todos. Con su misma generosidad. A mí me resulta fácil apoyar esta petición.




Manifiesto de la Plataforma por la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009 a Marcos Ana

23 años tras los muros
23 razones para el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia


Tras 23 años en las cárceles franquistas. Marcos Ana recuerda con generosidad, sin resentimiento alguno: «No siento ningún rencor; me sentiría muy desgraciado si así fuera. Al haber sufrido tantas calamidades soy incapaz de generar venganza. La venganza no es ningún ideal político ni revolucionario. La única venganza a la que yo aspiro es ver un día el triunfo de los ideales por los que he luchado y por los que tantos hombres y mujeres en España perdieron su vida o su libertad».

Las personas, instituciones, colectivos, asociaciones, entidades, etc. abajo firmantes apoyamos la propuesta realizada por la Universidad de Granada para que le sea concedido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009 a Marcos Ana,

1. Por su vida: por haber contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres y las mujeres
2. Por su lucha contra la injusticia, la pobreza, la ignorancia
3. Por su defensa de la libertad
4. Por su comprensión: «Yo me sentiría completamente desgraciado si después de haber pasado veintitrés años en la cárcel mi única venganza fuera llenar la cabeza de plomo a aquellos que fueron los causantes de que yo dejara media vida y toda mi juventud en la prisión»
5. Por su humanidad
6. Por su solidaridad
7. Por su valentía
8. Por su entereza
9. Por su honestidad
10. Por su sinceridad
11. Por su miedo
12. Por su esperanza
13. Por su lucha contra la infamia
14. Por su lucha contra la mentira
15. Por su lucha contra la crueldad demencial de los enemigos de la vida
16. Por su sencillez
17. Por su naturalidad con que es un hombre. Entero, auténtico, completo
18. Por su integridad: «Si pretendiera saciar con la sangre los años que pasé en prisión, me sentiría desgraciado; ni un muerto, ni mil muertos, ni todos los muertos del mundo me pueden devolver a mí estos trozos de mi vida que yo he dejado en los patios y en las celdas de las cárceles»
19. Por su generosidad: «Lo único que me podría recompensar un poco la vida es ver triunfantes los ideales por los cuales yo he luchado, por los cuales ha luchado toda una generación»
20. Por su lucidez: «Si nos sentimos españoles tenemos que cerrar de una vez para siempre este ciclo sangriento, ese hecho terrible de que los españoles cada veinticinco años tengamos que estar degollándonos los unos a los otros. Espero que el futuro de España no sea el futuro de la revancha sino el de la paz y seguridad para todos los españoles»
21. Por su poesía
22. Por él y para él, por todos y para todos sus compañeros de infortunio
23. Por dignidad, reparación, justicia, paz, reconciliación.

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Breve biografía de Marcos Ana

Marcos Ana (Fernando Macarro Castillo). Nació en Aleonada, una pequeña aldea de Sala­manca, en 1920, en el seno de una familia pobre de jornaleros del campo. Su vida ha estado mar­cada por una pasión constante en defensa de los oprimidos y desheredados y una entrega absoluta a su ideal comunista. Desde su primera juventud, luchó del lado republicano, durante la guerra civil española. Al terminar ésta, en 1959, fue detenido, junto a millares de demócratas, y condenado a muerte. Permaneció encarcelado durante 25 años ininterrumpidos: toda su juventud y la mitad de su vida. En esa Universidad dolorosa escribió los poemas que traspasaron las cárceles y llevaron su nombre a través del mundo, contribuyendo a desencadenar una campaña de solidaridad en su favor. Fue uno de los primeros presos políticos es­pañoles defendidos por Amnistía Internacional.

Al ser liberado, en 1961, Marcos Ana recorrió Europa y gran parte de América, siendo recibido en Parlamentos, Universidades y centenares de concentraciones populares, promoviendo y orga­nizando la solidaridad con los presos políticos y sus familias y denunciando las prácticas fascistas que, por entonces, se realizaban en España.

Fundó y dirigió en París, hasta el final de la Dic­tadura franquista, el Centro de Información y Solidaridad con España (CISE), que presidió Picasso. Apoyado por personalidades de la cul­tura y la política europeas, este Centro organizó la defensa de los derechos humanos, la acción por la Amnistía general y la ayuda moral y material a todas las víctimas de la represión política.


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