«Operación exterminio», un homenaje a aquellos que lucharon contra el fascismo en nuestros montes.
En la Semana Negra de Gijón hay un espacio reservado para la novela histórica. En la carpa del Encuentro y presentado por Paco Ignacio Taibo II, Alejandro M. Gallo llega con su obra «Operación exterminio». Le acompañan también el socialista Fernando Lastra y el comunista Jesús Iglesias, ambos portavoces parlamentarios de sus grupos en la Asamblea del Principado.
Esta novela es la historia de un proyecto de exterminio de los maquis, movimientos populares de resistencia contra el franquismo que vivían en el monte, organizados militarmente. Se ha basado en hechos reales bien documentados y también en las fuentes testimoniales de los que vivieron aquello, con el objetivo de dinamitar la desmemoria de nuestros tiempos. Una lucha contra todos esos movimientos conservadores que han puesto en marcha un proyecto envenenado por el que se priva a los pueblos de su historia y pensamiento colectivo. Gallo emprende una batalla personal para traer de nuevo ante nosotros los hechos que sus personajes encarnan.
Alejandro M. Gallo, que confiesa que su dedicación a la escritura se debe a la Semana Negra, se siente cómodo hablando de su novela, de los que resistieron luchando y no se exiliaron porque no querían irse de su tierra. Cuanta la diferencia de lo que ocurrió en las zonas nacionales y en las republicanas. En León, la guerrilla se organiza el mismo día del golpe de Estado de Franco. En Asturias, cuando cae el ejército republicano. De ahí los nombres de «maquis» o «guerrilleros» en León y de «fugaos» o «los del monte» en el principado. Del 39 al 45 la guerrilla se organiza militarmente (batallones, compañías...) para resistir, porque creen que, al terminar la guerra mundial, el ejército aliado entrará en España. Pero fracasa el pequeño intento de entrar por el Valle de Arán y es entonces cuando Franco se siente fuerte y toma la decisión de aniquilarles. Esta operación no salió del todo bien, pero lo suficiente como para convertirse en el principio del fin de todo aquel movimiento.
Gallo utiliza nombres propios en la novela, no oculta a las personas que estaban allí formando parte del tejido de la historia. Destaca también el reflejo de las dificultades que tenían entonces las mujeres y su duro papel en aquellos tiempos. Esta visión la construye a través de la protagonista, una muchacha de 15 años, sobre la que van apareciendo todas las contradicciones de la época. Ella quiere ser guerrillera pero los hombres y su mentalidad no lo permiten, sólo la utilizan de enlace. ¿Dónde están las calles dedicadas a aquellas mujeres?, se pregunta el autor.
Después se interroga a sí mismo por el motivo que le obliga a sacar ahora esta historia. Es un homenaje a aquellos luchadores que no puede esperar más, pues aún los hay que están vivos y se merecen leerlo. Se trata de hombres y mujeres épicos que fueron los primeros en coger las armas contra el fascismo y los últimos en abandonarlas. Aclara, para terminar que no hay en él una búsqueda de revanchismo, pero lo que sí cree necesario es el escribir nuestra historia primero y haberla leído antes de pasar página, ¿no?
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