El 15 de abril de 2009 se celebró en la Sala Escalonada de la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense de Madrid un acto promovido por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela ante el Reino de España para hablar sobre «el golpe de estado del 11 de abril de 2002». Marcos Roitman (profesor titular de Estructura Social de América Latina en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid), José Manuel Martín Médem (periodista) y Carlos Fernández Liria (profesor titular de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid) formaron la mesa que moderó Gema Sánchez (profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid) y presentó Alfredo Toro Hardy (embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante el Reino de España).
Alfredo Toro Hardy utilizó su presentación para ofrecer los antecedentes previos a la llegada de Hugo Chávez al gobierno en 1998, hablando sobre el pacto de las élites existente entonces y el adormecimiento que buscaban sobre la ciudadanía orientado hacia su pasividad. La primera tarea de Chávez consistió en cambiar eso para instaurar un proceso cotidiano de participación ciudadana. En el momento del golpe, las élites confiaban en volver a encontrar ese pueblo adormecido. No fue así, el pueblo no aceptó que una minoría se burlase de sus votos y salió a la calle para defender su soberanía fruto de su elección democrática en las urnas.
Marcos Roitman realizó un análisis sobre el lenguaje de la desestabilización que emplearon los medios de comunicación para ridiculizar el proyecto democrático de Chávez, describiéndole como una persona no democrática, populista, con comportamientos de caudillo y que estaba rompiendo las libertades civiles. De esta forman pintan su gobierno como detestable y plantean como razonable para volver al cauce de la democracia un golpe de estado que lo derroque. Con ello pretendían crear un caldo de cultivo internacional que apoyase el régimen que se instaurase tras el golpe. Pero a pesar de la meticulosa planificación, su campaña falló. La gente salió a la calle para defender a su gobierno, incluso a costa de la vida, constatando que el gobierno secuestrado era el legítimo, el que ellos habían elegido en las urnas y con su conciencia nacional pusieron al descubierto las mentiras de los medios.
El periodista Martín Médem preparó una crónica con los sucesos reconocidos que ocurrieron en aquellas fechas, explicando la estrategia de los Estados Unidos que señala directamente al Pentágono, la C.I.A., el Departamento de estado y los grandes medios. La administración Bush pidió a los golpistas que consiguieran la renuncia del presidente y la confirmación de los altos tribunales de Venezuela de dicha renuncia. Solicitó a España, a través del presidente Aznar, que buscase el apoyo en la Unión Europea y a El Salvador el de los países latinoamericanos para entre todos reconocer al nuevo gobierno que saliese del golpe estado. Fue la televisión cubana la que informó de que Chávez no había renunciado.
Finalmente tomó la palabra Carlos Fernández Liria para dar las gracias a la embajada venezolana por insistir en España, un país hostil hacia el gobierno venezolano, y a continuación, en un tono didáctico, explicar las ramificaciones españolas de toda la trama. Habló de los intereses partidistas del Grupo Prisa y sus medios de comunicación, del gobierno de Aznar y de Repsol. Como ejemplo de planificación e implicación recordó de un acto organizado en la Universidad Complutense que se celebró a los pocos días de haber ocurrido el golpe de estado y con la clara intención en su origen de presentar el nuevo gobierno a la prensa europea. Como ejemplo de manipulación trajo el recuerdo del puente Llaguno y el montaje televisivo que realiza Venevisión para inculpar a un grupo de chavistas de disparar sobre manifestante pacíficos. Terminó su intervención dejando en el aire sus dudas: ¿qué hubiera pasado si hubiera triunfado el golpe?, ¿cuánta sangre se habría derramado?
Tras las intervenciones se abrió un corto turno de preguntas, donde el público que llenó la sala expresó sus opiniones. Sin duda resultó un acto que suscitó mucho interés, lástima que el horario de la Escuela no permitiera seguir debatiendo y que no existan más oportunidades de escuchar hablar sobre Venezuela.
jueves, 16 de abril de 2009
¿Qué sucedió en Venezuela el 11 de abril de 2002?
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