Vuelven dos películas a la sección oficial de largometrajes del Festival de Málaga de Cine Español, hoy se presentan «7 minutos» y «Trash». En Zonazine se proyecta «Amanecer de un sueño». Lo que descansan son los homenajes.
Con respecto a la climatología por la mañana ha hecho calor, pero después del mediodía se ha vuelto a levantar una molesta brisa que recomendaba echarse una chaqueta al cuerpo. Me parece que las previsiones meteorológicas para Andalucía son un poco imaginativas y que lo del buen tiempo permanente es más un asunto de marketing que la propia realidad.
Hasta el momento no había visto ningún cortometraje en el festival, pero esta mañana opté por madrugar y llegar al pase de prensa de las nueve de la mañana. «On the line» es una historia de frontera sobre lo que separa a los mexicanos que intentan cruzarla y a los fanáticos que en el otro lado se organizan para detenerles. Tiene un buen planteamiento, con un tratamiento cercano al documental y con capacidad para plantear dudas. Pero se queda en un pequeño aperitivo, el bosquejo de una puerta a un proyecto mayor. En el pase de prensa de las doce también se proyecto un corto, en este caso se trató de «Consulta 16» que me pareció bastante más original que el anterior, aunque tal vez le sobre la repetición de una escena que se contó exactamente igual al principio.
«7 minutos» me resultó una comedia coral entretenida, con buenas interpretaciones por parte de todo el elenco artístico. Me sorprendió especialmente el registro que alcanza en la película Toni Acosta. En la rueda de prensa posterior, la directora contaba que las citas de siete minutos de duración son un punto de partida para hablar de las nuevas formas de enamorarse en una sociedad con problemas para relacionarse y abordar los conflictos personales de sus protagonistas. Confesó que el beso final necesitó un ensayo de más de media hora. Su estreno comercial está pesado para mediados de junio.
«Trash» plantea una historia mucho más compleja. Las mujeres son las protagonistas, mientras que los hombres -mentirosos, insatisfechos e individualistas por naturaleza- sirven para muy poco. Habla de mantener las apariencias como sacrificio para poder ser feliz, pero sobre todo de la decadencia, esa que lleva a los personajes a tocar fondo para obligarles a reinventarse. Es una película difícil de catalogar, porque no es una película de autor, pero tampoco se inscribe dentro de las de ningún género. En la rueda de prensa posterior el director recalcó la importancia de la música en la cinta, así como señaló su intento porque los códigos de comportamiento de sus personajes sean contemporáneos. Habló del contraste entre los dos usos de las drogas que se ven en la película, el de los jóvenes con carácter devastador y el de la madre terapéutico.
Todavía no he hablado de la comida de Málaga. El secreto, un pescado muy fresco sobre el que se aplican las frituras. Aquí resulta habitual tomarse más que las raciones las medias, para de esta forma tener más variedad sobre la mesa. Casi todas las cartas contienen el adobo, los boquerones fritos, los calamarcitos, los mejillones tigres, el pulpo seco... La verdad es que cada día intento probar algo nuevo y hasta este día no había repetido nada.
La tarde la comencé con «Amanecer de un sueño», un largometraje intimista, marcado por un ritmo muy pausado para permitir aflorar los sentimientos llenas de bondad, ternura y generosidad. Los personajes consiguen traspasar el cariño al otro lado de la pantalla con sus interpretaciones. Destaca el reencuentro de la madre y el hijo sin que éste pueda apoyarse pronunciando una sola palabra. Sirve para que cierre su pasado y comience a buscar su futuro, liberado ya de sus lastres. Cuenta el director que su intención de ofrecer un tributo a los que te cuidan y dan cariño cuando te hace falta viene de su relación personal con su abuelo y su sentimiento de familia. Esta condición propia se convierte en el mayor reto del reparto, pues les obliga a tener que sentir de la misma forma que él lo hizo antes.
Dentro de los documentales, pero fuera de concurso se proyectó el sorprendente «Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo». No es nuevo en España, ya que se había visto en las pasadas ediciones tanto del Festival de cine de San Sebastián como en la del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. El documental se plantea como las confesiones de la dueña de una pensión que se encuentra en la esquina de las calles Shakespeare y Víctor Hugo de México D.F. La primera sorpresa aparece según va avanzado el documental, cuando se transforma en una película de intriga y suspense que va a narrar una gran historia de pasión y crímenes. Magistral la estructura con la que la directora ha construido el guión y el manejo con el que va dosificando la información que suministra. Excelente la semblanza de la abuela (realmente es la abuela de la directora y real también la historia que cuenta), con sus conversaciones entreveladas. Una maravilla que llega desde el otro lado del Atlántico.
miércoles, 22 de abril de 2009
12FMCE - Día 22-04-2009
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