12FMCE - Día 25-04-2009

Hoy se cierra el Festival de Málaga de Cine Español con la última película de la sección oficial de largometrajes «Flores negras». La sensación es contradictoria, por un lado el cansancio que se ha ido acumulando pide el final y por otro subsiste el deseo de querer seguir un poquito más. Como en la mayoría de los festivales, ha habido buen cine, otro un tanto aburrido y alguna película excepcional. Quizá el ambiente es lo que más eche de menos.

Hace calor y la zona del teatro Cervantes empieza a tener público desde muy temprano. Se trata de adolescentes, en su mayoría chicas, a la busca del «famoso». Saben que hoy van a pasar todos los premiados y parece no importarles las largas horas de espera a la entrada del teatro. Algunos merodean por los alrededores, pero la mayoría prefiere pasar el tiempo a los lados de la alfombra roja. Hoy, en esta zona pega el sol con fuerza. Los más previsores se han traído paraguas para utilizarlos a modo de sombrilla.

Entro en el pase de prensa de «Flores negras» sabiendo que para mí será la única del día. La película me gusta, tanto por la luz tenue de las tomas, como por la trama y su tempo. Un largometraje de espías que recorre varios escenarios de Europa. Me sorprende ver como protagonista a Tobias Moretti conocido en España por la serie de televisión Rex, un policía diferente. En la parte española del elenco están a Eduard Fernández (que ha participado en tres de las películas de la sección oficial), Marta Etura y Héctor Colomé. En la rueda de prensa cuenta su director, David Carreras, que la idea le surge cuando leyó la noticia de que al día después de la caída del muro de Berlín, un millón de agentes se quedaron en paro. Luego vino su deseo de explicar una historia muy sucia y fea. La anécdota de esta rueda de prensa se produce cuando la traductora de Maria Grazia Cucinotta nos habla en italiano, igual que la artista que ante la situación decide hablar en inglés.

A las doce comienza la rueda de prensa para comunicar el palmarés de esta edición. Uno a uno los presidentes de cada jurado van leyendo los premios de su sección, lo hacen de manera rápida y ágil. El único que se detiene un poco más es Álex de la Iglesia para explicar la decisión que tomaron para repartir los premios entre, a su juicio, las dos grandes películas: «La vergüenza» y «Tres días con la familia». Coincido con el jurado en esta opción, pero echo en falta «Agallas», una buena película que no se ha llevado nada.

La siguiente rueda de prensa es la de los premiados. Van pasando por película con el fin de aligerarla. Destacó la gracia de los chicos de «Pagafantas»; la sorpresa de un trasnochador Asier Etxeandia, premio al nuevo valor del cine español; la dulzura de Toni Acosta; a Eduard Fernández explicando que este premio le hace mucha ilusión, porque es por un trabajo concreto en una película concreta; a todo el equipo de «La vergüenza» y su intención de rascar para provocar desasosiego.

La gala de clausura, como ocurrió con la de inauguración, se puede seguir en una pantalla gigante a la entrada del teatro y también la retransmite Antena 3 Nova. Los presentadores Anabel Alonso y Fernando Tejero simulan no soportarse. La gala sigue los patrones habituales de la proyección del vídeo de repaso y la entrega de los premios del palmarés, sin embargo siempre hay anécdotas inesperadas, como fue el caso de Jorge Drexler cuyo discurso fue el canto de unos versos que escribió en el AVE camino de la entrega o Asier Etxeandia dedicándole el premio primero a su padre, para ver si esta vez no se pone celoso porque nunca le cita, y después «a su madre, su madre y su madre». Si hubiera tenido en mis manos un aparato de esos que miden los aplausos en los concursos de televisión se hubiera fundido con los de mejor guión novel, guión, actriz de reparto, actor, actriz, dirección y película.

Por este año se acabó el madrugar para que el día se hiciera más largo y cupieran más películas. Se terminó el quedarse hasta las tantas de la noche para escribir estas crónicas.