12FMCE - Día 20-04-2009

Tras el fin de semana, el Festival de Málaga de Cine Español ha bajado el ritmo. En la sección oficial de largometrajes se presentó solamente una película: «The frost (La escarcha)». En la sección Zonazine le tocó el turno a «Entre esquelas». Respecto a las actividades especiales ha sido la noche de «Esperpentos» y de la película del oro de este año: «Viridiana».

Aunque «Esperpentos» forma parte de la programación de «Noches de estreno», en realidad se presentó en Huelva donde abrió la pasada edición de su Festival de Cine Iberoamericano. La película recoge tres de los esperpentos de Valle Inclán con un claro objetivo didáctico.

En lo climatológico otro día desapacible, aunque con algún que otro rato de solecito. Comencé la mañana con actividades paralelas, ya que el largometraje de la sección oficial no me atraía. En concreto opté por elegir, dentro del ciclo «Cine y Sostenibilidad», la proyección de «Cenizas del cielo», una película estrenada comercialmente el pasado 7 de noviembre de 2008 y que no pude ver en su momento. Se trata de una bonita película, de carácter emotivo y con mucha conciencia ambiental, que habla de luchas contra lo injusto, pero también lo hace de persistir pacientemente cuando lo dicta la razón. Critica abiertamente a la administración que no escucha a la ciudadanía y que emite resoluciones contra el pueblo, mientras que la justicia, con los poderosos, se dilata para simplemente rodearlos por impunes o por esquivos. Presenta un claro guiño republicano que va más allá de la corbata con la bandera tricolor. Está rodada en Asturias porque habla de allí y de sus gentes, con la veracidad de quien nació y vive en sus tierras. Por cierto se estrena este jueves (23/04/2009) en dvd.

Otra de las actividades que se inauguró hoy fue «5 minutos de cine» en el que se presentan aquellas películas que se tenía previsto formaran parte de la sección oficial pero que no pudieron terminarse a tiempo. La inauguró Gerardo Herrero con el avance de su película «El corredor nocturno», una historia de género negro, en palabras de su director, que cuenta como un hombre acosa a otro. Los actores principales de esta coproducción hispano argentina son Leonardo Sbaraglia y Miguel Ángel Solá. Respecto a los exteriores están rodados en el Buenos Aires postmoderno de Puerto Madero y los interiores en los estudios de la Ciudad de la luz. Su estreno puede ser el próximo otoño. Me encantó una frase de Gerardo Herrero para indicar que le gustaría sentir que rodar en el cine es como ir a la fábrica a trabajar.

Después vi «Agallas» que tenía pendiente de ayer. Hasta el momento la mejor película de la sección oficial (del festival no, ya que me sigo inclinando por «25 Kilates»). Se trata de un thriller que combina la crudeza con el humor en su justa medida. Cuenta la historia de un joven delincuente que quiere incorporarse a una red de narcotraficantes porque le gusta el estilo de vida que llevan. Desconoce el precio que debe pagar, el miedo que su antecesor le vaticinó. Una de las grandes habilidades de los directores ha sido mostrar la diferencia entre listos y listillos. Otros dos de sus aciertos la calidad del guión que avanza enredando al espectador en la intriga, así como el reparto elegido que cuaja estupendas interpretaciones, con especial detalle la de sus protagonistas y sobre los que brilla Carmelo Gómez. Como casualidad, en esta película interviene el actor Celso Bugallo, dando vida a un personaje secundario de gran peso en el origen de la trama, mientras que en la película de la mañana, «Cenizas del cielo», Celso interpretó al protagonista. En los dos papeles, que borda, destaca su perfecto acento, el de la mañana asturiano y el de la tarde gallego.

Cerré la noche con «Entre esquelas», un largometraje original en su argumento que se centra en los sentimientos. Lo presentaron su director, el productor y gran parte del elenco. El arranque es bueno y en pocos fotogramas consigue enganchar, pero en su segunda mitad (muy atormentada toda ella) no logra mantenerse y se desinfla con rapidez, haciéndose un tanto larga y monótona. Sin embargo a la mayoría del público en la sala le gustó la película y aplaudió con ganas.

Una de las frases que más he escuchado decir en las ruedas de prensa de esta festival es una variante de «la película es una apuesta clara por el género puro (thriller), un tipo de cine que en España casi no existe». Creo que con lo visto este año cine español y thriller comienzan a resultarme sinónimos.