Por lo que respecta al Festival de Málaga de Cine Español, no ha sido un buen día de cine, pero debe ser sólo mi opinión, ya que he oído más aplausos que ayer. En la sección oficial de largometrajes se presentaron dos películas, «Agallas» y «Un buen hombre». En la sección Zonazine «Ramírez». Respecto a los homenajes, si ayer fue la emotiva entrega por parte de Antonio Banderas de la biznaga del plata del premio Málaga concedida al actor Juan Diego, esta tarde se entregó al maquillador Gregorio Ros la biznaga del plata del premio Ricardo Franco.
Este tercer día no ha llovido. Al agua le ha sustituido una brisa un tanto fría y un día desapacible. Camino por la zona peatonal para ir al teatro Cervantes y sólamente, llegando al final, hay que cruzar dos calles con tráfico. Cuando llego a ellas me sorprendo todos los días por el ruido de las ruedas de los coches, como si el asfalto fuese más adherente de lo normal.
La primera rueda de prensa es la de «Agallas». En ella me cuentan que es una película negra con cierta retranca, un retrato en el entorno del narcotráfico de los que quieren llegar y de los que quieren escapar. Anoto algunas pinceladas dichas por los actores. De Carmelo Gómez lo que le agradó por fin hacer un papel puramente de acción y sin conflictos de sentimientos, así como el consejo a mirar lo que hay detrás, como mar de fondo (el arribismo, la corrupción...). De Hugo Silva que visitó a una persona real en la cárcel para preparar su personaje. De Carlos Sante su discurso del juego de la maldad que todos llevamos dentro y que resulta ser un reflejo del resto de la humanidad. Me sorprende lo corta que ha sido esta rueda de prensa en comparación con las de otros días. Mañana veré la película.
De la sala de prensa bajo a la de proyección para ver «Un buen hombre» que suena en todas las quinielas de ganadores, motivo por el que había depositado en ella muchas esperanzas. Desde la butaca en la que esoy sentado veo entrar a los jurados con sus costumbres a cuestas: Álex de la Iglesia llega solo y se suele sentar en las primeras filas, Rubén Ochandiano busca un sitio más al fondo, van llegando el resto y Juan Madrid el último. Volviendo a la película decir que es un thriller sostenido sobre los personajes y el trabajo de los actores que están detrás. Dibuja el camino que va desde el blanco al negro y de esos matices de gris que pesan tanto en los hombros de los moralistas. Sin embargo, algo no funciona, pues en tres de las escenas más dramáticas se escuchan abundantes risas entre el público. Oigo aplausos al final, pero yo salgo decepcionado y subo a la sala de prensa para escuchar al director hablar del proceso de gestación de la película, a los actores de las buenas sensaciones tras leer el guión la primera vez y a la productora de su estreno comercial el día 30/04/2009.
Lo peor está por llegar: «Ramírez». Una película, o mejor dicho un capricho, que trata sobre un asesino y que se queda en una mera apuesta estética. A los cuatro minutos ya presiento que el largometraje no me va a conducir a ningún sitio. Interpretativamente destaca una de las escenas en la que el protagonista realiza un alegato contra el arte que no es realista, me imagino que como aviso, explicación o chantaje dirigido hacia el espectador. Su final es precipitado y un tanto absurdo. Lo que no niego es que suscita un claro posicionamiento, por un lado el que representan los espectadores que abandonaron la sala durante la proyección y del otro el grupo que aplaudió con fuerza al finalizar.
La tarde la cerré con «Fuga de cerebros». No es habitual que haya presentaciones previas a los pases, pero en esta ocasión el actor Alberto Amarilla -ya dije ayer que le gustaba mucho hablar- agradeció la presencia de algunos amigos que le habían ayudado a preparar su papel y que se encontraban en la sala. La película es una comedia sencilla dirigida a un público adolescente, que ensalza la amistad y la integración. Presenta varias situaciones divertidas y alguna hilarante, y por contra cierto abuso de chistes fáciles, situaciones previsibles y algún que otro sueño erótico prescindible del propio director (y no lo digo por la tórrida escena entre Mario Casas y Amaia Salamanca). Se queda en un largometraje menor, orientado a la televisión, con buena banda sonora y lleno de pequeños papeles para que se luzcan varios actores consagrados. Se estrenará comercialmente el viernes 24 de abril de 2009, pero antes y aquí en Málaga, por los aplausos escuchados y las papeletas de votación que he visto, no me sorprendería que se llevase el premio del público.
domingo, 19 de abril de 2009
12FMCE - Día 19-04-2009
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1 comentario:
Mmm, ¿y qué tal esa escena de Amaia?, ¿qué se le ve?, es que últimamente es lo único que me atrae del cine español: sus desnudos.
Saludos.
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