Chus Pedro ofrece en el Jardín Botánico de Gijón un nuevo concierto de su gira ¿Cómo era aquello que decía…?
Martes 30 de julio de 2013. Jardín Botánico Atlántico. Gijón
Chus Pedro durante el concierto en el Jardín Botánico. Foto Toni Gutiérrez
Algo de mágico tiene este concierto de Chus Pedro al celebrarse dentro del Jardín Botánico de Gijón, entre un llagar, un hórreo, una casona y una arboleda y con el cielo como cúpula. No es un concierto cualquiera, es un repaso por la banda sonora de su vida. Chus Pedro va contando con palabras las anécdotas, sus historias. Enlazando confesiones y cantos va construyendo su monólogo, recuperando y recordando la esencia de una generación combativa. Explica cómo fue su primer «contrato profesional», esa primera vez que le pagaron por cantar. Después, con ocho años, participó en un festival con Cuando la aurora una canción popular que le enseño su hermana. Con once, en otro festival, cantó su primera canción protesta: Si yo tuviera una escoba. De su infancia se acuerda de varias canciones que triunfaban en aquella época y las va interpretando: Angelitos negros, El tamborilero o La vida sigue igual. Respira un instante y se ríe pensando en alto que hubo un tiempo en el que le gustaban los cantantes de derechas. Con cariño le «echa la culpa» a su hermana, porque era ella quien traía y ponía esos discos en su casa.
Pero la realidad, todo lo que vino después cuando la vida rasga el telón inocente con el que se protege la infancia del mundo, le llevó al otro lado, a que sus inquietudes políticas y sociales le definieran como el joven comunista en que se convirtió. Participó en el colectivo cultural Camaretá, conoció la poesía de Manuel Asur y con Manolo Peñayos surgió el grupo Nuberu que fue conformando la banda sonora de toda una generación, la que forjó la Transición en Asturias. Se mezcla lo político, con lo personal, con las raíces y los paisajes. Suenan La Mula torda, Delina, La carbonera, La Canción de los Valles, Dame Tira, Nenita, So vaqueiro, El chamiceru… y todas ellas obligan a quien las escucha a emprender un camino de sentimientos, de rememoranza y de identidad difícil de explicar.
Chus Pedro después de Nuberu. ¿Cómo era aquello que decía…?
No es el único momento en que la política le viene a la boca, hay un instante para soltar el aguijón de la ironía contra el concejal de cultura del Ayuntamiento de Gijón. Se lo ha ganado a pulso con su estrechez de mente y con esas declaraciones de desprecio que últimamente ha hecho sobre la minería asturiana. A él le dedica la canción con la que cierra el concierto: En el pozo María Luisa.
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