lunes, 15 de junio de 2009

Vacaciones de ferragosto

Gianni Di Gregorio puede resultar un desconocido en España, pero sin embargo carga a sus espaldas un gran currículo que comenzó como ayudante de dirección y actor dentro del teatro. Hasta que se vio seducido por el cine, cuenta que por culpa de Scorsese y su «Malas calles». Cambió de medio, pero no de método, comenzó de nuevo como ayudante de dirección, labor que compaginó con la escritura de guiones. Entre sus muchas participaciones baste citar la del guión de «Gomorra» con el director Matteo Garrone, que a su vez se convirtió en su productor.

Aunque «Vacaciones de ferragosto» es su primera película, sorprende por la maestría con la que está rodada. Tanto como su otro gran valor, la espontaneidad que no se detiene nunca. Se trata de una comedia divertida; básicamente por cómo se cuenta y por la manera en que los personajes van adueñándose de la historia.

La madre del protagonista es una mujer arrolladora, de marcada personalidad y encerrada en un universo propio. A la casa van llegando otras ancianas, aparcadas por sus hijos cincuentones que buscan o necesitan un respiro para este ferragosto y ven en Gianni -que ya cuida de su madre- la salvación. Son mujeres que se han visto relegadas a un segundo plano por la agitación de un tiempo moderno que las ignora y que les condiciona su soledad. Rendidas ante un mundo que avanza rápido, dentro de una sociedad que a su vez teme a la vejez lo mismo que a la muerte, sociedad incapacitada para comprender los sentimientos. La madre, con cierto recelo marca las distancias, poniendo en marcha un mecanismo que nos anticipa el choque de los «trenes». Sin embargo este punto resulta el inicial, aquel desde el que se van moviendo para descubrir que su humanidad está intacta, que convergen más veces que divergen. Son mujeres mayores que convierten en fiesta la primera oportunidad que tienen de romper su monotonía, usando para ello su vitalidad y el gramo de locura que aún les resta. De la misma forma la película va cambiando el prisma que la enfoca. El pobre Gianni, sobrepasado por las cuatro mujeres, se dedica heroicamente a tenerlas contentas y sobrevivir. El calor de agosto se contrarresta con la frescura de sus comportamientos, haciendo surgir una convivencia hermosa y pacífica.

Corre el vino como si de agua se tratase por muchos fotogramas. Pero no lo hace como excusa para que los personajes se desinhiban, por el contrario se bebe con naturalidad para que el vino blanco pueda convertirse en un compañero. Como ocurre también con el Trastevere o la ciudad, desgastada como sus protagonistas. De bonitos exteriores, destaca el paseo en moto por una Roma vacía para encontrar a la orilla del Tíber la comida especial que buscan para celebrar la festividad.



El reparto, salvo el administrador que interpreta el actor de teatro Alfonso Santagata, lo forman actores no profesionales. Cuenta el director que para estos papeles primero buscó actrices profesionales, pero enseguida se dio cuenta que la historia necesitaba de unas señoras que nunca hubieran actuado, que carecieran de vicios formales y que destacaran por la fuerza de su personalidad. No se equivocó, ellas tomaron el rodaje e hicieron que la historia fuera cambiando en función del humor que ellas tenían, pero se lograba una espontaneidad y autenticidad decisivas. Los otros actores masculinos que aparecen son amigos de infancia del propio director. Respecto al protagonista, que él mismo interpreta, se atrevió porque después de mucho buscar a un hombre de mediana edad, más o menos alcoholizado y que hubiera vivido muchos años con su madre, se miró a sí mismo y recordó que además de todo eso también había estudiado interpretación de joven.

Así pasa el tiempo de espectador, con mucha rapidez. De pronto aparecen los créditos y, que duda cabe, yo quería más; poder seguir viendo otro ratito por la misma mirilla que Gianni ha abierto para mostrar su casa y la vitalidad con la que le han despertado las ancianitas, ya convertidas para siempre en adorables.

A modo de pequeño anecdotario: La realidad es que en el verano del año 2000, el administrador de la comunidad de propietarios, sabiendo que en ese momento Gianni Di Gregorio era moroso, le propuso que se ocupara de su madre durante las vacaciones de ferragosto (es como llaman los italianos a la fiesta del 15 de agosto). En un arrebato de dignidad, el director se negó, pero siempre se preguntó qué habría pasado si hubiese aceptado. Esta historia, de lo que no fue, es la que ha llevado a la pantalla.

Medio puntoPuntoPuntoPuntoPunto



País: Italia
Género: Comedia
Fecha de estreno: 22/05/2009
Duración: 75 min.
 Reparto: Gianni Di Gregorio, Valeria De Franciscis, Marina Cacciotti, Maria Calìzia, Grazia Cesarini Sforza, Alfonso Santagata, Luigi Marchetti, Marcello Ottolenghi y Petre Rosu
Dirección: Gianni Di Gregorio
Productora: Archimede
Productores: Matteo Garrone y Alessandro Sogliuzzo
Guión: Gianni Di Gregorio. Basado en un argumento de Gianni Di Gregorio y Simone Riccardini
Fotografía: Gian Enrico Bianchi
Montaje: Marco Spoletini
Sonido: Filippo Porcari
Música: Ratchev y Carratello
Directores de arte: Susanna Cascella y Massimo Gaudioso
Vestuario: Silvia Polidori
Director de producción: Gianfranco Strazza
Distribuidora: Alta Films

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