viernes, 11 de julio de 2014

Los premios los dan los compañeros

La Semana Negra ya tiene su palmarés

Viernes 11 de julio de 2014. Semana Negra. Hotel Don Manuel. Gijón

Las novelas ganadoras de los premios de la Semana Negra y sus autores. De izquierda a derecha: Mariano Quirós, Jon Bilbao, Alexis Ravelo, Elia Barceló y Francesc Escribano
Las novelas ganadoras de los premios de la Semana Negra y sus autores
De izquierda a derecha: Mariano Quirós, Jon Bilbao, Alexis Ravelo, Elia Barceló y Francesc Escribano

Ángel de la Calle quiere explicar cómo es el proceso de los premios de la Semana Negra. Consultan a escritores, críticos literarios y entendidos que no hayan publicado durante el año anterior y les piden, según su opinión, los mejores libros editados del pasado año en lengua castellana. Suman lo que tienen y eso da lo que da: los finalistas. A partir de aquí la organización se desentiende, ya es cosa de los jurados, que cuando llegan a la Semana Negra todavía desconocen al resto de compañeros con los que van a decidir cada premio. Los premios no tienen dotación económica, solo el valor de que te lo entregan los compañeros. La única excepción es el SN-BAN. Este premio consiste en invitar a uno de los autores españoles de los que participa en la Semana Negra al festival Buenos Aires Negro (BAN) del año que viene. Es un premio simétrico, pues en el BAN eligen un latinoamericano que enviarán a la próxima Semana Negra. Para elegir a esos dos escritores se reúnen los directores de ambos festivales, Ernesto Mallo y Ángel de la Calle, y de forma democrática y justa eligen.

El reparto de premios es el siguiente.

El Premio XXVI Concurso Internacional de Relatos Policiacos es para Dos hombres de negocios, de Francisco Bescós Menéndez de la Granda (España). Los finalistas han sido Negra indigestión, de José Manuel Paradela Gil (España) y Blanco artificial de Kike Ferrari (Argentina). En la lectura de estos premios surge la anécdota simpática de la mañana. Es el escritor Fernando López quien hace las funciones de secretario del jurado, confiesa que no tiene el acta e intenta de memoria recordar los títulos y los nombres de los ganadores. No lo consigue del todo. No obstante se desenvuelve con gracia de tal forma que todo se vuelve risas y aplausos. Lo que debería haber sido un desastre, se ha quedado en una anécdota para la memoria. Ángel de la Calle al final dice que ya decidirán el castigo que le aplican a López.

El Premio Celsius a la mejor obra de ciencia ficción, terror o fantasía escrita en español es para Ánima Mundi. Hijos del clan rojo, de Elia Barceló (España), publicada por Destino. La autora lo recibe muy emocionada. Agradecidísima, dice, porque le hayan dada ya un premio por solo un tercio de la novela. Confiesa que no se lo esperaba y que supone una gran alegría porque la Semana Negra es su casa.

Los ganadores de los premios de la Semana Negra presentes: Jon Bilbao, Alexis Ravelo, Dolores Redondo, Elia Barceló y Francesc Escribano
Los ganadores de los premios de la Semana Negra presentes: Jon Bilbao, Alexis Ravelo, Dolores Redondo, Elia Barceló y Francesc Escribano
El Premio Espartaco de novela histórica es para Shakespeare y la ballena blanca, de Jon Bilbao (España), publicada por Tusquets. El autor dice que más que una novela histórica es una novela de ideas para reflexionar sobre los elementos que condicionan el trabajo de un escritor. Es la historia de un William Shakespeare que está escribiendo una obra de teatro con una ballena que se parece sospechosamente a la novela que escribió Herman Melville. Se lo dedica a su mujer y a su hija, las influencias de la vida real siempre son las más fructíferas.

El Premio Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela negra es para No llores, hombre duro, de Mariano Quirós (Argentina), publicada por Eduvim.

El Premio Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción de género negro es para Desenterrando el silencio. Antonio Benaiges, el maestro que prometió el mar, de Francesc Escribano, Francisco Ferrándiz y Queralt Solé (España), publicada por Editorial Blume. Escribano se ha encargado de coordinar el proyecto, lo describe como un libro sobre los años más negros de nuestra historia reciente. El fotógrafo Sergi Bernal estaba haciendo un reportaje fotográfico en un pueblo de la montaña burgalesa sobre la apertura de una fosa común donde se esperaba encontrar cientos de cuerpos. Alguien dijo que entre ellos estaría el Maestro. Siguieron ese hilo y escribieron la historia de Antonio Benaiges, un hombre al que mataron por ser maestro. En la República fueron la avanzada, lo que les convirtió en uno de los colectivos más perseguidos durante la Guerra Civil y el franquismo. Para enseñar, Benaiges utilizaba el método Freinet, hacía que los niños escribieran un pequeño libro donde describían un mar que no habían visto. Les prometió a cambio llevarles a ver el mar durante las vacaciones. Había vuelto el 18 de julio al pueblo para cumplir su promesa. Ese día le mataron.

Elia Barceló, Alexis Ravelo, Dolores Redondo, Jon Bilbao y Francesc Escribano
Elia Barceló, Alexis Ravelo, Dolores Redondo, Jon Bilbao y Francesc Escribano
El Premio SN-BAN es para Dolores Redondo. La autora dice que está viviendo un año con buenísimas noticias. La han elegido para saltar el charco, pero reconoce que el «saltito» verdadero es la noticia de que se publiquen allí sus novelas. Lleva tiempo recibiendo el cariño de Latinoamérica y también invitaciones para acudir a diversos festivales. Le ha llegado el momento. Expresa que se siente muy feliz.

El Premio Dashiel Hammett de novela es para La estrategia del pequinés, de Alexis Ravelo (España), publicada por Alrevés. El jurado de este premio también ha otorgado una mención especialmente a la novela Don de lenguas, de Rosa Ribas y Sabine Hofmann (España/Alemania), publicada por Siruela. Ravelo, al atender a la prensa, recuerda a Josep Forment, fundador y director de la editorial Alrevés que ha fallecido durante la celebración de esta Semana Negra. Explica que Josep hizo esta novela con la que se ha llevado el premio mucho mejor, es «uno de esos tipos que los escritores necesitamos para que nuestros borradores se conviertan en libros». Le dedica el premio porque lo bueno que hay en la novela es gracias a él. Es una novela de perdedores. Hay una escort venida a menos, un camarero cincuentón que lleva varios años en el paro y un antiguo delincuente que lo había dejado pero que con la enfermedad de su mujer necesita dinero. Juntos deciden hacer un volcado a un narcotraficante. Son tres perdedores que se asocian para cometer un delito. Es una historia sencilla sobre gente sencilla que tienen que salir adelante.

La República Cultural

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