El director Paco Arango describe Maktub como una película para llorar de alegría
Cartel de la película Maktub
Manolo (Diego Peretti), se encuentra en plena crisis de los cuarenta, asfixiado por un trabajo rutinario y por un matrimonio con Beatriz (Aitana Sánchez-Gijón) que lleva haciendo aguas mucho tiempo. En su vida, por casualidad, se cruza con Antonio (Andoni Hernández San José) un adolescente canario, con cáncer pero que tiene unas ganas de vivir tremendas y piensa hacerlo a tope el tiempo que le quede. Ese niño le enseñará al protagonista a ser feliz de nuevo, obligándole a tomar las riendas de su vida para que cambie y tenga un sentido.
Antonio es un maestro inteligente que nos da lecciones a todos, una persona que nos enfrenta a los conflictos internos para que los saquemos a la luz y les busquemos soluciones, alguien que juega en los límites y un tanto embaucador. Antonio tiene un secreto sencillo para ser feliz, le basta con conformarse por la esperanza de un dios sabio y eterno y el paraíso que le espera después.
Diego Peretti y Aitana Sánchez-Gijón en una escena de la película Maktub
El personaje de Antonio está inspirado en un chico canario que estuvo hospitalizado en el Niño Jesús de Madrid al que Paco Arango conoció ayudándole a través de la fundación Aladina con la que el director colabora. Luego, el trabajo del guion, consistió en ir uniéndole piezas, experiencias del director… Para ir ajustando la historia, lo llevó hacia la comedia y mantuvo tintes dramáticos con los que contrastar. La diversión la consigue con facilidad, el drama le cuesta más, se le va de las manos y se hace sensiblero, pues tiene tendencia a edulcorarlo o mostrarlo como simples arrebatos.
Buenas interpretaciones en clave de comedia de sus protagonistas Diego Peretti y Aitana Sánchez-Gijón que son lo mejor de la película. Brilla Goya Toledo, a quien le toca sostener sola la parte de mayor dramatismo y la más realista. Impecables las grandes damas Rosa María Sardà, Amparo Baró y Mariví Bilbao que dan lustre a la película. Divertido Enrique Villén, quien como siempre sabe explotar lo cómico manteniendo siempre el gesto serio. Por la película también pasean Fátima Baeza, Oriol Tarrasón y hasta el propio director, Paco Arango, que tiene un pequeño cameo al principio de la película, mientras se pasan los títulos de crédito. Por contra, las interpretaciones de los niños que resultan un tanto flojas.
El reparto muestra un cierto carácter internacional, pues participan el actor latino Jorge Garcia de la serie Perdidos y también Laura Esquivel, quien se hiciera famosa por la serie infantil Patito Feo. Esquivel no interviene mucho en la película, pero sí contribuye como intérprete de una canción, Nuestra playa eres tú, escrita por los dos mejores amigos de Antonio, el real, no el personaje, y que ha conseguido la nominación como mejor canción en los premios Goya de este año, uno de las tres que ha alcanzado el largometraje.
Maktub resulta una película menor, muy de televisión, rápida en ese sentido, como para consumir con unas pizzas encima de la mesa en la media tarde de un domingo con modorra y con la descendencia por compañía. De trama sencilla, pero hecha con muchas trampas, que juega al enredo y a la felicidad bobalicona. Al protagonista las cosas le van mal mientras es un descreído, le mejoran cuando empieza a plantearse algunas dudas existenciales y termina yéndole todo perfectamente cuando entiende que existe un ser superior y un lugar al que ir después de muertos.
Llegado al final me doy cuenta de que no he terminado de explicar mis cinco afirmaciones iniciales, me he quedado sin decir nada de Paulo Coelho. Es sencillo, a veces ocurre que no se nos cruza en nuestra vida alguien como Antonio, pero esos casos también tienen remedio, los libros del brasileño pueden servir de autoayuda, como bien nos indica la película en su final.
A modo de pequeño anecdotario: La familia de los Arango forjó su fortuna en México dedicándose a la industria textil. Sus orígenes son asturianos, y cuando deciden volver a España lo hacen montando una de las primeras cadena de hipermercados que aquí tuvimos y que terminarían vendiendo a Galerías Preciados. Después tuvieron un éxito desmesurado al dedicarse a la restauración rápida, ellos son los creadores de los VIP's. Han desarrollado el grupo SIGLA, que, además de los VIPs y el resto de sus segundas marcas, también gestiona en España y Francia los Starbucks. Esta familia ha querido mostrar un lado filantrópico, su fundador ha sigo presidente de la Fundación Príncipe de Asturias y posee una gran colección de más de 300 cuadros y esculturas entre las que figuran obras de Goya, Ribera, Murillo y Zurbarán.
Paco Arango inicialmente fue conocido como cantante solista asociado al sello discográfico Sony Records, compañía con la que llegó a lanzar cinco discos. Una vez que se retiró de la música, en 1999, decidió crear su propia productora de cine y televisión: Producciones Calcon. Suya es la serie ¡Ala…Dina!, en la que se encargaba de los guiones, la música y la producción ejecutiva. La otra serie que realizaron, El inquilino, no alcanzó tanto éxito.
En paralelo a toda estas labores lleva trabajando 11 años con niños que tienen cáncer, a través de la fundación Aladina, de la que es fundador. La labor de esta organización es la de tratar todos los años a más de 600 niños que padecen cáncer. Prestan su ayuda a pie de cama en distintos hospitales españoles.
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