Homenaje a las víctimas del franquismo, por su memoria y para que no haya impunidad con los crímenes fascistas
Lunes 6 de febrero de 2012. Teatro Bellas Artes. Madrid
Cartel del evento Memoria contra la impunidad
Abrió el actor Juan Diego Botto explicando que, en su opinión, esta era un acto de presente, pues el legado de todos aquellos luchadores se mantiene vigente en este tiempo, la Democracia será lo que de ella hagan sus ciudadanos. Después leyó un texto de Emilio Silva, nieto de fusilado republicano, hablando de la justicia y lo que ésta olvida en España. De la justicia, sobre todo de su ausencia, se habló mucho durante el acto, porque somos el país de los desaparecidos, vivimos sobre un gran yacimiento de la impunidad. Pedro Fausto Canales Bermejo, que venía de testificar hoy en el Tribunal Supremo, conmocionado y alegre porque al fin le dejaron contar la verdad, leyó el editorial del New York Times La verdad a juicio en España en el que se hace una crítica severa a la justicia en nuestro país por intentar encausar al magistrado Baltasar Garzón al querer investigar los crímenes del franquismo. En dicho artículo se señala que este juicio es un inquietante eco del pensamiento totalitario de la era de Franco y una ofensa a la Justicia y a la Historia.
Las voces de la memoria son muchas. Se escucharon muchos testimonios, leídos en su mayoría por actores, pero también por los familiares de las víctimas, que pusieron su memoria al servicio de la causa y para que se sepa lo que pasó. Sus palabras desgarraban el corazón al mostrarnos el sinsentido que vivieron. ¿Qué hay de malo en una familia que quiere encontrar los restos que están en fosas comunes, perdidos en las cunetas y sin identificar, para poder darles una sepultura digna entre los suyos?, ¿a quiénes les puede soliviantar este deseo salvo a los propios asesinos?, ¿a quién se encubre cuando la Justicia decide mirar para otro lado?
Carmen Arrojo durante el homenaje. Foto Toni Gutiérrez
La Unión de Actores y Actrices de la Comunidad de Madrid se ha sumado a la querella abierta por los crímenes cometidos en España por la dictadura franquista y contra su impunidad. Dicha querella se presentó en Argentina el 14 de abril de 2010 y sigue su curso, tras haber sido aceptada por la jueza María Servini de Cubría. En la sala se encontraban dos de las personas que iniciaron aquella querella.
A veces la música ayuda a esclarecer la justicia, así ocurrió con el Romance del Comandante Moreno que sirvió a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica para establecer el inicio de un proceso de investigación y posterior recuperación de los cuerpos y la honra de un grupo de hombres que formaban la plana mayor del Batallón Galicia. Los asesinaron en el monte del Acebo (Lugo) como bien decía la canción. Para honrar ese recuerdo se vivió un momento especialmente emotivo al proyectarse un vídeo en el que Severiana Murias, una anciana de la comarca, cantaba íntegramente y de memoria el Romance.
Pedro Guerra durante el homenaje. Foto Toni Gutiérrez
Ismael Serrano explicó que la memoria es nuestro último patrimonio, el andamio que nos permite restaurar los agujeros perdidos. Después comentó intimidades del camerino, donde se colaron periodistas de Interecomía para hacer sus manidas preguntas sobre reabrir heridas y el dolor causado por igual en ambas partes. Guillermo Toledo les respondió con valentía, y cuenta Ismael que todos allí sintieron su contestación como de cada uno de ellos. Los periodistas insultaron a los maquis, esos mismos que luego liberaron Francia. Estas cadenas tratan de anestesiarnos, de que miremos hacia otro lado. Afortunadamente hay muchas personas en este país que piden justicia y comparten la necesidad de buscar los restos de tanta gente que aún duerme en las cunetas.
Guillermo Toledo nos exhortó a continuar, pues la lucha antifascita sigue viva. Después leyó dos de los testimonios que quedaron escritos tras unas exhumaciones. Textos que pusieron la piel de gallina por lo directos que resultaron. El primero correspondía a una niña de dieciséis años.
Pilar Bardem y Carlos Olalla durante el homenaje. Foto Toni Gutiérrez
El jurista José Antonio Martín Pallín explicó que el lenguaje de las leyes es seco y desabrido, pero que a veces deja espacios para la comprensión. Garzón cumplió con su deber y de buena fe se puso a investigar los crímenes franquistas, así que sus acciones no son condenables. A estos crímenes, Pallín los tildó del holocausto de los demócratas españoles y no le faltó razón, pues fue algo sistemáticamente planificado y ejecutado desde el poder. Esta causa contra Garzón nos hace perder la credibilidad de los jueces. Aprovechó para señalar la muestra de dignidad de los testigos, que además significa un aldabonazo en la conciencia de algunos españoles. La democracia tiene una deuda con el pasado.
En cierta manera, a nuestra generación nos toca un papel de pasar el testigo entre aquellos que lucharon y los que llegan ahora para continuar la batalla. Ese es otro de los trabajos de la memoria. Lucía Sócam es una de esas muchachas, cantautora infatigable que levanta su voz ante lo injusto. Con decisión ha emprendido el camino de recuperar la memoria. No quiere olvidar, y se empeña en recordar que todos los hombres y mujeres que siguen en las fosas tienen apellido, como dice su canción Todos los nombres. Cantó también 17 Rosas, un tema dedicado a las diecisiete mujeres fusiladas en Gerena y que estos días se están exhumando. Se acuerda de ellas porque no son solo mujeres, son algo más, ofrecieron su alma y su vida por la libertad. Abusaron de ellas y las mataron sin piedad, como a tantas otras mujeres en aquellos años.
Remedios Palomo e Hilda Farfante durante el homenaje. Foto Toni Gutiérrez
Para completar el capítulo de la memoria, Carmen Arrojo leyó un fragmento del Campo de Almendros de Max Aub. Españoles rotos, derrotados, lo mejor del mundo. Leyó con emoción y recordó que ella vivió en primera persona todo aquello con su padre, su hermano y su compañero que allí falleció. Que no ha olvidado aquellas imágenes.
Después Remedios Palomo contó las atrocidades que hicieron con su familia, uno tras otro, hombres y mujeres. Hoy quiso devolverles el honor recuperando su memoria. Hilda Farfante, hija de maestros republicanos fusilados, dio voz al resto de víctimas con un grito angustioso y desesperado del dolor por tantas juventudes truncadas, asesinados por defender causas justas que no tuvieron juicio, ni abogado, ni sentencia. Siguen buscándolos y lo harán todo el tiempo que sea necesario, aunque los gobiernos de España y la Justicia no les ayuden. Dijo que tenía un sabor agridulce, lo dulce por haber ido encontrando en su camino a tantos nietos de republicanos muertos. Los nietos lo van a conseguir, porque no tienen miedo.
Guillermo Toledo durante el homenaje. Foto Toni Gutiérrez
Después sonó Canto a la libertad del fallecido José Antonio Labordeta y su voz lo resumió todo. La gente se levantó y fue abandonando el teatro. En los rostros se veía dolor, recuerdo y una chispa de esperanza. Este homenaje se lo debíamos desde hace mucho tiempo a todos los que murieron impunemente a manos de los criminales franquistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario