Vicenç Navarro ofrece una clase magistral en la que relaciona lo histórico, lo económico, lo político y lo social
Lunes 10 de mayo de 2010. Círculo de Bellas Artes. Madrid
El profesor y filósofo Miguel Abensour durante su ponencia en el Congreso Horizonte utópico y discurso político
Abensour, durante un discurso cercano a la hora, se mostró tan académico como alejado del público. Su ponencia se centró en una política de la utopía bajo el prisma de la conversión utópica como instrumento de una metamorfosis del alma. Definió la utopía como una disposición merced al ejercicio de la imaginación para entender la sociedad. Partió de la duda cartesiana como arma para enfrentar a la filosofía de la libertad contra las teorías que valorizan la imitación de lo que ha sido y lo que es. Hay que despertar, luchar contra el dogma y suspender el orden establecido de tiempo y espacio porque la nada de la utopía es la posibilidad de poder realizar lo que no es. La utopía es un movimiento hacia una sociedad más justa que mejore la vida. Lo contrario de la utopía es la muerte. Éstas son las ideas que entresaqué del discurso, pero lo cierto es que me costó bastante seguirle.
El economista y profesor Vicenç Navarro durante su ponencia en el Congreso Horizonte utópico y discurso político
Al llegar del exilio Navarro se decía aquello de «España va bien. Y Cataluña mejor». Pero eso no se sostenía empíricamente, no era lo que decían los datos que el profesor fue recogiendo. Todo estado del bienestar se define por cuatro elementos: las Transferencias sociales (pensiones), los Servicios públicos (educación y sanidad), las Intervenciones públicas de protección y garantía de los derechos (trabajador, consumidor, medio ambiente...) y las Iniciativas para crear trabajo. Para cada uno de los elementos hay indicadores. Por ejemplo, el gasto público social con relación al PIB; en España es el más bajo de los 15 países europeos más desarrollados. Tenemos menos funcionarios que en otros países, gastamos menos de lo que nos corresponde en Sanidad, Educación, Servicios Sociales... ¿Por qué ocurre esto? Al llegar del exilio, Navarro escuchaba que España era un país de clases medias. En realidad no es así, hay un 30% de población que tiene rentas altas y que acude a una Sanidad y una Educación privada. El otro 70% recurre a los servicios públicos. Esto produce una polarización. Pero lo curioso es que la clase dominante forma parte de ese 30% y además son los que no pagan y los que obligan a que el gasto público sea bajo porque a ellos no les afecta. Los que sufren son las partes menos desarrolladas que ven mermados su derechos a la Sanidad, a la Educación, a las Pensiones y todas las Transferencias y servicios familiares como el acceso a las escuelas de infancia y los recursos económicos de la ley de ayuda a la dependencia. Es la mujer la más afectada en estos recortes.
Vamos muy retrasados porque nos paran las clases dominantes. La visión del pasado es clave en este punto, conocer el poder que han concentrado las fuerzas conservadoras desde el comienzo de la Dictadura, porque nuestro retraso se encuentra enraizado con ella: estas fuerzas conservadoras de ahora vienen de aquellas de entonces, por eso insisten en que no se sepa nada. ¿Qué reconciliación hemos tenido si las izquierdas no pueden buscar a sus desaparecidos, ni conocer quiénes les mataron y cómo lo hicieron? Hay que recuperar nuestra historia para dar fortaleza a los partidos que hacen políticas progresistas y debilitar a los que fueron responsables de todo aquello. Es fundamental redefinir la Historia, corregirla, porque lo que se ha enseñado es una horrible mentira. No podremos recuperar el futuro si no conocemos nuestro pasado. La utopía se construye y se destruye con bases diarias. El socialismo es un proyecto que se hace y deshace con bases diarias.
Miguel Abensour, Juan Calatrava y Vicenç Navarro en la mesa del Congreso Horizonte utópico y discurso político
Vincenç Navarro comentó que el término «franquista» no se utiliza fuera de España, dicho término es un proyecto de la derecha para borrar la etiqueta de fascista sobre dicho periodo. La derecha dice que la Dictadura sólo fue fascista en sus inicios, pero que aunque tuvo un carácter autoritario no fue totalitarista. Pero esto es falso, los signos y símbolos fascistas se mantuvieron durante todo el régimen. Se usó a la Falange para los trabajos sucios, igual que hoy en día para detener al juez Garzón y mantener la impunidad del Franquismo. Si miramos estadísticas de muertes en barrios obreros y por accidente de trabajo, vemos que los últimos años del Franquismo aumentaron, pues el fascismo fue en todo momento contra las clases obreras.
Vincenç Navarro escribe un artículo relevante y nuevo cada día en su blog. Lo hace porque hay que informarse, porque tenemos la obligación de demostrar con datos que el empresario miente. La verdad se impone a la larga. El pueblo está despierto, pero se encuentra bajo una fuerte presión, haciendo un enorme sacrificio que le resta todo el tiempo. Así que los que tenemos tiempo libre debemos ser su voz bien informada. Hoy la lucha interinstitucional resulta difícil. Las ONG's hacen una buena labor pero no es suficiente. El compromiso debe ser social y puesto al servicio de las clases populares, para ayudar a la gente en su vida cotidiana. Añadió que es importante que la juventud se organice, que milite en partidos.
Cerró su intervención hablando de la crisis como consecuencia de la lucha de clases. Explicó con claridad que la renta nacional que deriva del trabajo desde hace treinta años decrece en nuestro país y a cambio se disparan las rentas del capital. En las familias, durante este periodo, se ha visto que el sueldo de uno de los integrantes no bastaba, lo que produjo la integración del otro cónyuge como consecución de un segundo sueldo que mejoraba el bienestar familiar, llegaron los créditos que incentivaron el consumo a los que se accede con la garantía de una vivienda. Como las rentas producen mayor beneficio que el trabajo, quien tiene dinero lo invierte en especulación. Pero la especulación explota y se acaba el crédito. Los salarios no han crecido, el paro aumenta, así que no se consume y este es el problema real. Los estados acuden a salvar al sector financiero, inyectan dinero al 1% de interés que estos toman pero que no repercute en la población, pues lo utilizan para comprar bonos de los estados que se pagan a un 5%. Hacen dinero sin moverse. Dice Navarro que para salir de esta crisis las medidas que se necesitan son aumentar el gasto público, no bajar los salarios y crear una banca pública que se encargue de gestionar los créditos. De esta manera el consumo volverá. Hay que dejar la retórica e ir a los datos.
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