Tercer día en el SEFF
Domingo 9 de noviembre de 2014. Festival de Cine Europeo de Sevilla. Sevilla
Cartel del largometraje Saint Laurent
[Sección Oficial. «Saint Laurent». Bertrand Bonello. Francia] Cine de esnobs
Cuando te dicen que esta película es la que envía Francia a los Oscar, te creas expectativas. «Saint Laurent» no las cumple. Es una película inútil. También le caben los epítetos hedonista, esnob y sobre todo vacía. De su metraje de dos horas y media no se puede salvar ni un minuto, ni una escena, ni un gesto, pues todo lo que produce es aburrimiento. Después de pasar tanto tiempo sentado en la butaca, te vas con la sensación de no conocer nada de Yves Saint Laurent, de que el personaje no ha sido explicado, de que ni siquiera Bonello ha tenido la mínima tentación de hacerlo. Resulta extraño que la vida de un hombre tan creativo esté tan vacía. Esa es la otra expectativa no cumplida, porque la vida que nos cuenta son retazos, puestas en escena donde lo único que importa es la estética, una elegancia determinada y atemporal. Lástima que esas escenas solo se sostengan por la banda sonora, lástima de tiempo perdido en ver un simple capricho.
[Sección Oficial. «Leviathan». Andrey Zvyagintsev. Rusia] El poder de los corruptos
Cartel del largometraje Leviathan
La aldea rusa es inhóspita, y no por eso deja de ser un hogar. En ella se forjan un carácter que responde siempre con brutalidad, donde el alcohol es un elemento cultural, y donde estar borracho es lo más habitual. Ese estado de adormecimiento amortigua el dolor y a la vez nos hace menos responsables para no tener que asumir nuestros fracasos, los retos que no podemos ganar, las cosas que no podemos cambiar. Siempre podemos aceptar las migajas, esa única fábrica conservera en la que aún trabajan las mujeres del pueblo, tomar otra botella de vodka, mirar al mar, calentarnos al fuego de una hoguera o irnos a Moscú donde quizá haya más oportunidades.
«Leviathan» es una excelente reflexión sobre los resquicios del poder y nuestra manifiesta imposibilidad para cambiar las cosas.
[Las nuevas olas. «Lilting». Hong Khaou. Reino Unido] Desnudar las emociones
Cartel del largometraje Lilting
Hong Khaou nos trae una gran película de personajes, de sentimientos que se sobreponen a la gran dificultad que siempre surge cuando tenemos que comunicarnos con las personas a las que más se quiere, precisamente esas con las que sentimos más sentimos más necesidad de hacerlo porque son las únicas con las que realmente podemos desahogarnos. Hay que echarle valor para romper todas las barreras: generacionales, culturales, de idioma y de tabús.
«Lilting» es una gran película, sencilla, empática, tierna y cargada de respeto. Se avanza a pequeños pasos, con pequeñas frases cariñosas llenas de sinceridad que son las aceptaciones y el reconocimiento que permite acercarse a los polos más lejanos. Brillan las grandes interpretaciones del reparto y especialmente la naturalidad exquisita y perfecta de la relación entre Kai y Richard.
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