miércoles, 13 de mayo de 2009

Martirio, 25 años en directo

Concierto celebrado el domingo 10 de mayo de 2009 en el Teatro Circo Price de Madrid

Es este un espectáculo sencillo en lo musical, sin grandes filigranas sobre las tablas. Le bastan el piano de Jesús Lavilla y la guitarra de su hijo (Raúl Rodríguez) para acompañarla y transmitir lo entrañable, eso que lleva dentro, rodeándole el corazón.

Son veinticinco los años que Martirio pasea sobre el escenario y no ha perdido intensidad en este tiempo. Mantiene esa voz cálida y dulce, aterciopelada, que se llena de matices con cada canción, envolvente y sugerente. Pocos artistas modulan la voz con tanta facilidad y versatilidad como ella.

Pero Martirio es mucho más que la voz, por eso sus discos no le hacen toda la justicia que merece, pues su repertorio la necesita a ella imprimiendo fuerza sobre el escenario. Interpreta como nadie la pasión (tanto copla como bolero o tango), y todo se lo trae a su terreno de fusión, de mezcla. Innovando constantemente, su amor por la música permanece latente durante todo el concierto.

MartirioAbrió el concierto con «El productor» para recordar su primer disco y hacer un guiño a su hijo, quien produce este último. Después vino el repaso a su discografía y a las personas que le han dejado huella. Con «Quisiera amarte menos» recordó a Chavela Vargas de la misma forma que hizo con Carlos Cano en «María la portuguesa», con Marifé de Triana en «Torre de Arena» y con Miguel de Molina en «Compuesta y sin novio». En la magistral interpretación de «Mi marío» da un repaso al papel de la mujer en una sociedad caciquil que completa con la «La bien pagá» en versión femenina. Con el mismo sabor a copla llegan los tangos «En esta tarde gris» y «Volver».

Conocedora de que nada sabe igual si no se comparte, se vuelca con los espectadores. No podían faltar el gesto habitual de quitarse las gafas mientras canta «Ojos verdes» como sentido homenaje al público.

Tras los bises Martirio y su «Filarmónica» de dos (Jesús y Raúl) abandonaron el escenario. La ovación se hizo más sonora y volvieron para saludar, sin interpretar alguna canción más.



Nota: El recinto no deja de ser un circo, por lo que Martirio entre dos de las canciones no se pudo resistir a preguntar al público «¿Cómo están ustedes?».

Medio puntoPuntoPuntoPuntoPunto

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