martes, 5 de mayo de 2009

La vergüenza

«La vergüenza» ha sido una de las dos grandes triunfadoras de la pasada edición del Festival de Málaga de Cine Español al llevarse la biznaga de oro a la mejor película y la biznaga de plata al mejor guión. No es extraño, pues se trata de una película que va echando raíces en el interior. A oscuras, en la sala no se abarca todo el conjunto. Como mucho se establecen conjeturas y se limpian algunas hojas para entrever un tallo hermoso y adivinar sus poderosas raíces. Luego en la calle o en casa son los posos que ha dejado los que obligan a volver una y otra vez a ella. «La vergüenza» es, ante todo, una película inteligente, hecha para la reflexión y el debate posterior.

Aunque se desenvuelva en un ámbito privado, me resulta próxima. A pesar de que nada tenga que ver el conflicto principal con mi vida, entiendo a la perfección los sentimientos que hay detrás, cada uno de los comportamientos, las respuestas, los vaivenes, los silencios... y soy capaz de trasponerlo a otras situaciones realmente distantes, pero cortadas por el mismo esquema social. Puedo vivir el proceso de maduración de los personajes y compartir esos valores del primer mundo donde el hombre perfecto ha sido incapaz de «crecer».

Uno de los mayores aciertos del largometraje es que transcurre en tiempo casi real. Algo no habitual en el cine, pero que en teatro resulta corriente. El director consigue con ello abrir una ventana desde la que mostrar tanto el conflicto como su evolución y a través de la cual el espectador mira. Es esa primera fase contemplativa de la que hablaba al principio del artículo y en la que se establecen los simbolismos (los peces, el reloj del padre, los chantajes del niño...) que van a permitir en la segunda parte medir las respuestas de los personajes y su grado de transformación.

Las cosas no son de la forma que parecen y el argumento va creciendo, porque de todo abre su transfondo. De manera envolvente, con naturalidad, va cambiando la perspectiva sobre quién es realmente quien puede decidir, pues todos tienen su porción en la elección, lo que les permitiría tomar un camino independiente de los demás si por ello optasen. No van a faltar puntos de vista: padre, madre, hijo, sociedad, madre biológica, asistenta, amistades... Este abanico logra completar la película, consiguiendo hacerla autocontenida.

Uno de los dilemas más elaborados lo plantea sobre las barreras que obstaculizan el proceso a la hora de elegir resolver un fracaso: la educación favorable a ocultar los errores, el egoísmo de una sociedad consumista que deja pocos espacios fuera del yo y especialmente la duda entre reconocer la incapacidad o la vergüenza que supone mostrarla. Estos son los porqués (los posos) que el director David Planell va sembrando con maestría.

La decisión del niño se muestra apoyada en el cierre de dos simbolismos, la entrega del reloj del padre sin decir dónde lo encontró que anticipa la finalización de los chantajes y su abrazo como primera muestra de cariño. El final es abierto (al menos no explicito) y tiene que ver con otra de las simbologías utilizadas en la película: los peces.

Destacar las buenas interpretaciones que sustentan esta película de personajes y sentimientos. Soberbia Natalia Mateo que cuaja una madre carcomida por la duda, pero con el conocimiento de lo correcto que le da fuerza. Maravilloso Alberto San Juan interpretando a un padre con certezas de libro pero al que se le olvidó madurar. Divertida Marta Aledo representando a un personaje metódico y desquiciante para servir de contrapunto a la realidad familiar. Intensa Norma Martínez llevando la cruz de la mujer más atormentada. Excelente la capacidad del niño Brandon Lastra Cobos para decirlo todo con los ojos, casi sin palabras.



A modo de pequeño anecdotario: Aunque esta es la primera película de David Planell, el equipo que va con él lleva ya muchos años acompañándole en sus cortos y en su vida (Natalia además de la protagonista es su pareja y Charly, su hermano, se encarga de la fotografía).

Sin puntoPuntoPuntoPuntoPunto



País: España
Género: Drama
Fecha de estreno: 30/04/2009
Duración: 107 min.
 Reparto: Alberto San Juan, Natalia Mateo, Norma Martínez, Marta Aledo, Esther Ortega y Brandon Lastra Cobos
Dirección: David Planell
Productoras: Avalón Productions
Productores ejecutivos: María Zamora y Stefan Schmitz
Guión: David Planell
Fotografía: Charly Planell
Montaje: David Pinillos
Sonido: Juanjo Martínez San Mateo y Nacho Arenas
Música: Christopher Slaski
Directora de arte: Mónica Bernuy
Maquillaje y peluquería: Chicha Blanco
Director de producción: Damián Paris
Ayudante de dirección: Antonio Ordóñez
Distribuidora: Avalón Distribución Audiovisual

No hay comentarios: