Las primeras palabras del nuevo líder comunista

Centella comenta en su primer discurso como Secretario General que la prensa le considera tímido y sin carisma, el asegura que se dejará la piel por el Partido Comunista de España

Domingo 8 de noviembre de 2009. Auditorio Marcelino Camacho de CC.OO. Madrid

Centella durante el discurso que cerró el XVIII Congreso del PCE

José Luis Centella, con una agujero en el estómago por las responsabilidades que se le vienen encima, comenzó su primer discurso como Secretario General del PCE hablando del éxito que ha supuesto este Congreso, en el que se ha dado un ejemplo de preparación de buenos documentos y una gran política a desarrollar. Pero no basta con ésto, con quedarse en la teoría, Centella nos pide que nos movilicemos, que estemos en la calle, dirigiéndonos hacia el socialismo como única alternativa. Nos solicita que participemos en la batalla ideológica, empezando por recuperar nuestro vocabulario que la propia derecha trata de apropiarse. No debemos tener complejo en llamarnos por nuestro nombre: comunistas y camaradas.

Con claridad, el Secretario General, expreso la necesidad de tener una banca y un sector públicos como fórmula para que crezca el empleo.

Uno de los puntos más necesarios es la organización que nos permita ser muchos más, una organización que debe comenzar desde las agrupaciones locales y el trabajo con la militancia, que debe mostrarse activa tanto en lo social como en los político. Caminar con mucha gente hacia la revolución del siglo XXI, porque es posible y además éste es el momento de dar la lucha.

Los sindicalistas tienen una responsabilidad e implicación, son ellos los que más cerca están de los trabajadores, y es necesario trabajar codo con codo juntos. Los jóvenes deben transformar la lucha dentro de las universidades para darle el sentido de lucha política porque los valores de la juventud son de la izquierda, como motor de una petición constante de progreso. Con la juventud por delante se pueden ganar muchas batallas en este país.

Otra de las batallas que Centella solicitó que se abordara es la lucha a favor de la ley del aborto y contra la prostitución que resulta otra forma de marginalidad.

José Luis Centella

El Secretario General no se olvidó del imperialismo, al que se puede derrotar, y para ejemplo ofreció el de pueblos de la América Latina. Tenemos un mundo en el que aún hoy hay gente se muere de hambre, de enfermedades que tienen cura... por eso hablar de comunismo es hacerlo del presente y del futuro.

Mirando al futuro debemos fortalecernos y organizarnos, con una política de convergencia, con la apuesta clara de formar parte de la refundación de una Izquierda Unida anticapitalista, republicana y federal. Por eso Centella señaló que el PCE estará ayudando en este proceso, siempre que se solucionen los conflictos que representan la expulsión de IU de comunistas en Salamanca, Extremadura y Asturias. «Que no quede nadie en el camino de la refundación».

Luchamos también porque nos quiten nuestra memoria, para que el pueblo mantenga los referentes que le sirvan para luchar por el futuro.

Hay muchos trabajos por delante, entre ellos los de acelerar la jubilación de Juan Carlos de Borbón y la de encontrar un puesto de trabajo acorde a sus habilidades para su hijo. Centalla señaló como método la construcción de un movimiento republicano que traiga la III República.

Bromeó sobre lo que dice los medios, en los que se le tacha de tímido y sin carisma, para afirmar que, desde la Secretaría General, va a dejarse la piel por este partido y mantener la ilusión que este Congreso ha supuesto con el objetivo de encontrarnos con un partido esperanzado y comunista como el que dirigieron en su día Dolores y Pepe Díaz. Anunció que el próximo 12 de noviembre el partido rendirá un homenaje en el cementerio a Dolores Ibárruri.

Con respecto a la dirección saliente, Centella afirmó que les había pedido a Paco Frutos y Felipe Alcaráz que no se jubilasen, pues ni están en edad de hacerlo, ni el partido puede permitírselo. Confirmó que ambos seguirán colaborando.

Como última propuesta pidió llevarse tres macetas de la mesa que había presidido el Congreso, una de cada color, para llevársela a Marcelino Camacho y a Josefina, porque como ellos decían: «Ni nos doblan, ni nos doblegan»

«Camaradas, a la lucha. Camaradas, a dar la batalla por nuestros ideales. A dar la batalla por nuestro Partido, por el glorioso Partido Comunista de España. A la calle, que ya es hora. Viva el Partido Comunista de España»