En construcción nos cuenta cómo se deshizo el sueño europeo
Sábado 19 de abril de 2014. Centro de Nuevos Creadores. Sala Mirador. Madrid
Cartel de la obra de teatro En construcción
¿Por qué? Por el viaje hacia el interior que emprende.
El «corralito» de Argentina empezó en 2001. Las cosas se pusieron feas allá. Huir de aquello significaba emigrar, venirse hacia una Europa ilusionante donde todo parecía posible, o al menos más esperanzador. No era, sin embargo, una decisión fácil de tomar. Se dejaba demasiado atrás, entre otras cosas un pasado que se hacía imposible de recuperar. Ese cambio de continente que se emprende con la idea de mejorar para tener un futuro es también un viaje hacia el interior, para descubrir de que estamos hechos y lo que aguantamos. Nos permite tomar conciencia de nuestra realidad, como por ejemplo que vamos perdiendo una parte de nuestras raíces, que nos hemos quedado solos o que estamos en construcción permanente como personas.
Sole y Pablo, los dos protagonistas, lo dejaron todo atrás y se vinieron para acá con su bebé. Esperaban prosperar, tener una vida más fácil. Pero nada se cumplió. En 2008, a España llegó la misma estafa solo que aquí se llamó la «crisis». Las cosas se pusieron igual de feas. Ya no hay trabajo, ni estabilidad. Es el mismo desastre. Así resulta imposible avanzar y si miran solo ven lo que han perdido. La realidad es que aquí tampoco se sostienen los sueños, que se deshacen a la misma velocidad y con el mismo dolor que allí. De pronto todo se hace provisional y se crea una telaraña que les envuelve.
En construcción encierra una emoción contenida, enrabietada y cargada de la más inútil impotencia a la que sin embargo hay que enfrentarse. Ese es su secreto, una lucha sin cuartel por la vida en los arrabales de nuestra ciudad. Es esa pelea, su resolución tácita de no rendirse ante una guerra perdida, lo que me mantuvo durante toda la representación embelesado, fascinado, sin poder escapar a un texto envolvente, lúcido y certero.
Teaser promocional de la obra de teatro En construcción
En construcción presenta otros muchos elementos enriquecedores como la mano de Tristán Ulloa en la dirección; los preámbulos audiovisuales que nos hacen caminar por las calles y nos llevan de un lugar a otro de la ciudad; las dos canciones en directo que sintetizan los estados de ánimo y la derrota; y el tango final que dice que ahí siguen los dos personajes.
No podía ser de otra forma, tras la función lo que suena es una ovación cerrada, unánime y sentida de un público agradecido.
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