domingo, 11 de septiembre de 2011

La comedia toma el Festival del PNR

Explorando los límites de la realidad


Domingo 11 de septiembre de 2011. Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. Madrid


Cartel del cortometraje Rött Hår|Svart (Pelirrojo|Negro)
Cartel del cortometraje Rött Hår|Svart (Pelirrojo|Negro)
La sesión de hoy de cortos de la sección oficial del Festival de Cine de Madrid-PNR que organiza la Plataforma de Nuevos Realizadores supone el paso del ecuador. Se proyectan ocho trabajos.

De todos ellos destaco Rött Hår|Svart (Pelirrojo|Negro), de Alfonso Díaz y Luis Ángel Pérez, un corto falso documental sobre la genética narrado en sueco. Una historia genial e inteligente de tres minutos cargados de buen humor y con un cierta inquietud existencial motivada por un gran conflicto: la capacidad de identificación de una persona cuando unas pruebas dicen que su raza es otra diferente a la que ha venido ejerciendo durante años, tener que amoldarse a una vida nueva y diferente de golpe. Rött Hår|Svart juega constantemente sobre la línea de la realidad y la ficción, algo muy trabajado en el guion y también en la excelente interpretación de su protagonista, Daniel Pérez Prada. El corto resulta fresco y sorpresivo. No hay descuidos en él, todo está perfectamente hilado en un trabajo cuyo resultado es de mucha calidad. Con buen montaje y con esa voz en sueco que da profundidad al juego del falso documental haciendo sobria una historia imposible, que sin embargo sabe ganarse al público que la disfruta de principio a fin.

Entrevista, de Ángela Armero, es un obra que sabe jugar con los giros de guion. De pronto una entrevista de trabajo se convierte en otra cosa totalmente diferente, algo que hace ver al espectador la historia desde otro punto de vista y le previene para que no pierda atención. Guion algo disparatado en el que no es fácil hacer verosímil la historia, pero que lo consigue con las convincentes actuaciones de Luis Callejo, Juan Díaz y Alba Alonso.

Isabel Herguera nos trae su corto de animación Ámár. Dibujos-collages de fuerte impacto visual que se transforman desde un sueño dulce hacia una perturbadora pesadilla. Con un trasfondo de locura es un trabajo fuertemente surrealista.

El premio, de León Siminiani, cuenta con dos excelentes actores, Pilar Castro y Luis Zahera, a los que hay que añadir la producción de Koldo Zuazua y Daniel Sánchez Arévalo. Siminiani no desaprovecha la oportunidad para hacer un corto con empaque, sustentado por las interpretaciones de sus protagonistas. Es un corto que va y viene para dar la vuelta completa y explicar lo que cada uno quiere, o busca, en su pareja. Juega también a la realidad, usando para ello imágenes de la gala de los Goya de 2010. No le vendría mal un poco más de dinamismo para hacerlo brillar.

Cartel del cortometraje Aunque todo vaya mal
Cartel del cortometraje Aunque todo vaya mal
Otra de las grandes sorpresas de la noche fue el primer cortometraje de la actriz Cristina Alcázar: Aunque todo vaya mal. Una divertida comedia musical que consigue que te sueltes a reír a carcajadas. ¿Qué ocurre cuando uno se despierta cantando y ya no puede dejar de hacerlo? Alcázar juega con los gestos, con las miradas de sus actores, con los detalles, y sobre todo con la vergüenza. Eso es lo que hace grande al corto, saber que nos vamos a reír de quien sufre por timidez, de quien tiene que salirse de los márgenes y empezar a comulgar con naturalidad con lo más absurdo. Por ponerle un pero, el exceso de elementos de color rosa, que casi empalaga.

Llama ya, de Jorge Naranjo, se mueve por las mismas líneas de la realidad. Un ambiente bien trazado, una noche de soledad y un programa de llamadas en la tele con un teléfono al que hay que llamar para decir manzana y ganar mucho dinero. Esther Rivas, la joven que presenta el call TV, aporta la vitalidad, las ganas de participar de llamar para participar; pero son los ojos de Isabel Osca los que se graban en la retina, los que se te quedan fijos, esa mirada entre inquieta y sabia, como de quien guarda en secreto una esperanza. De una anécdota y con muy pocos medios, su director saca adelante un buen trabajo.

J. Enrique Sánchez en Berlín nos cuenta una historia que es más bien un sueño del catálogo de los deseos ocultos de cada hombre. Berlín es un pretexto para hacer más fácil un encuentro, para simplificar la fase de cortejo, para acelerar el deseo, para seguir el juego porque nos interesa. Berlín podría perderse en muchos caminos, pero va directo, está bien contado desde una voz en off y bien resuelto.

Hombre máquina, de Alfonso Moral y Roser Corella, es un documental rodado en Bangladés para reflexionar sobre el trabajo en sociedades donde se sigue explotando. Allí las máquinas no han sustituido a la fuerza física del ser humano. Se han ido lejos para contar historias que ya nos imaginábamos, con imágenes que vemos con frecuencia en los informativos. Los directores han elegido desenfocar los bordes de la fotografía para hacer más claro lo que pasa en el centro, sin embargo, no creo que esta decisión aporte gran cosa.

No hay comentarios: