miércoles, 20 de enero de 2010

Gran éxito de público en la Noche de Cortos PNR

La Plataforma de Nuevos Realizadores presentó cuatro cortometrajes en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes


Martes 19 de enero de 2010. Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. Madrid


Se agotaron las entradas para la cita mensual de la Noche de Cortos de la Plataforma de Nuevos Realizadores, una buena noticia que habla del crecimiento en espectadores que están experimentando los cortometrajes en nuestro país. Como viene siendo habitual presentó Amanda Guadamillas. En su su amplia sonrisa se notaba una alegría contagiada por un público con ganas de ver cine y que respondió a los cortos y al coloquio posterior con calurosos aplausos.

Belén Cascón-Rojo en un escena de «Where is Woody»
Belén Cascón-Rojo en un escena de Where's Woody
El primer cortometraje proyectado fue Where's Woody de la directora Violeta Barca-Fontana. Una historia cargada de humor e ironía que transcurre por las calles de Manhattan, recorridas por una joven española en busca de Woody Allen a ritmo de La Lola de Café Quijano. Se hace ameno por las divertidas anécdotas que le van ocurriendo a su protagonista, una muchacha con el encanto de la decisión y la supervivencia. Contó su directora, en el coloquio posterior, que su intención era homenajear a la ciudad de Nueva York ante la tristeza de irse después de haber estado viviendo en ella el año más feliz de su vida. Habló de los problemas de tener un presupuesto cero para rodar y de qué forma consiguió los permisos de rodaje para cada una de las zonas con su carnet de estudiante de la escuela de cine ya caducado. Rodó en días alternos y muchas veces se encontraban solamente la actriz Belén Cascón-Rojo y ella porque les fallaba alguien del equipo técnico. En estos días está tratando de acabar el guión para un largo con idea de irse a rodarlo a Nueva York.

Las apariencias no engañan es una comedia de sobrentendidos, más bien de pensamientos que inventan lo que otro calla. Resulta muy dinámica y consigue que uno mismo, sin querer, entre en el juego de ponerse a imaginar la vida del hombre que ha llegado con una misión secreta a la consulta de una ginecóloga. Según contó su director, Marco Denaro, realizar este corto más bien fue pura casualidad, pues un laboratorio le había ofrecido gratis a un amigo suyo unos metros de película en 35 mm, una cámara Panavision, un director de fotografía y un ayudante de cámara. Pero este amigo, por trabajo, no podía aceptarlo, así que le trasladó la oportunidad. Confiesa que fueron cuatro días de preproducción frenéticos, que con las prisas inició un casting por internet al que contestaron cuatro personas (todas ellas actuaron en el corto) y que el proceso de creación del guión terminó durante los dos días de rodaje. Sus proyectos son seguir haciendo cortometrajes y comedia, en estos momentos tiene plasmado un guión que quiere sacar adelante.

Cartel de «Objetos»
Cartel de Objetos (Cuerdas, barras, sillas)
Objetos (Cuerdas, barras, sillas), de la directora Eliazar Arroyo Fraile, son tres historias con el mismo final. El conjunto es un cortometraje cargado de simbolismo y con cierta necesidad de que sea el propio espectador el que hile las imágenes que va recibiendo. Eliazar habló tras la proyección de que todo comenzó como un juego entre compañeros con una premisa: contar una historia de una muerte con un objeto. Es un corto hecho entre amigos, poco a poco, sin producción, en el que ella ha disfrutado mucho y ha sufrido menos que otras veces. Tuvo suerte y pudo meter un helicóptero que casualmente pasaba por allí, aunque también recuerda lo que le costó conseguir el autobús y que luego perdió la mayoría de planos que había grabado en él. Se muestra encantada de haber trabajado con niños por su frescura y dice que lo más gratificante de su profesión es el trabajo con los actores. Como los anteriores directores, tiene un guión terminado y busca productor.

Alfonso Llácer LLorca presentó Marta, el cortometraje más aplaudido de la noche. Sin embargo, le veo más fallos que aciertos. No me creo los diálogos porque son pocos reales, los puedo ver escritos en un folio pero no me suenan naturales. Creo que el reparto no es bueno y que sus interpretaciones podían haber sido mejores. No me gusta la música (estilo Hitchcock) que utiliza durante la regresión y hay una toma circular de una conversación en la calle que me marea. También le veo cosas positivas, sin duda cuenta con más medios que los otros cortometrajes y se nota. Sabe usar el tiempo necesario para desarrollar completamente la historia que está bien trazada, sin lagunas y con incógnita a resolver al final. Dice Alfonso Llácer que la idea surge de alguna de las noticia de abusos que aparecen en la prensa, que de ella le interesó el impacto que a nivel inconsciente deja en las víctimas. Eso es lo que trata de descubrir en el corto. Fue tal su interés en este tema que contó con el asesoramiento de una psicóloga. Cuenta el director que rodar se llena siempre de complicaciones, pero que su trabajo es ir resolviéndolas para seguir adelante. Habla también de la comunicación, si no se llega a establecer con el público no se consigue nada con el trabajo. Cree que lo siguiente que llevará a cabo es un cortometraje pero se está pensando que esta vez sea una comedia.

1 comentario:

Crisatina dijo...

Me gustó mucho el primer corto de Violeta Barca, ágil y sencillo, una buena historia bien contada, lo que no resulta nada fácil y se agradece mucho en estos tiempos en que se cae a menudo en lo rebuscado y forzado como le ocurre al tercer corto. Un buen guión con una buena música y basta como decía un director de cine francés cuando le preguntaron que hacía falta para hacer una buena película y contestó: 1ºuna buena historia, 2º una buena historia,3º una buena historia.

El ultimo corto “Marta” me parece que desperdició una gran oportunidad para tratar un tema tan actual como importante. Si quería meter la hipnosis y sobre todo del funcionamiento del inconsciente ¡es importante por la menos leer un poco de Freud! O por lo menos dirigirse a un psicoanalista, ya que los psicólogos no trabajan con el inconsciente! Una pena! El tratamiento es plano y simplista al no conocer cómo lo que causa mas estragos en una persona no es sólo la violación real sino la angustia que desencadena al juntarse con deseos inconscientes incestuosos que todos llevamos dentro y de la terrible culpa que provocan.