sábado, 20 de diciembre de 2008

50 años de Revolución

Cartel del 50 aniversario de la Revolución cubanaMañana me voy para La Habana a festejar con los cubanos los cincuenta años del triunfo de la Revolución. Es mi segunda visita a esa otra isla, a la que existe y tantas veces me llena de esperanza. «Viva la Revolución».

Ignacio Fernández Toxo

Ignacio Fernández ToxoAyer se votaba en CC.OO. para elegir Secretario General. No se ganó de calle, pero por apenas 28 votos de diferencia salió elegido Ignacio Fernández Toxo. Aunque en este momento pueda resultar una incógnita, para mí representa una gran esperanza de reavivar la actividad sindical en este país, actividad un tanto dormida o apagada o alejada de la clase obrera durante los últimos años. Creo que es una gran oportunidad para Comisiones que lo lidere un sindicalista honrado, con experiencia y acostumbrado a pelear en la calle por los derechos de los trabajadores; un líder que levanta el puño cuando suena La Internacional.

Para ampliar información: Ignacio Fernández «Toxo» elegido nuevo Secretario General de CCOO.

domingo, 14 de diciembre de 2008

La taberna fantástica

Cartel de la obra«La taberna fantástica» se representa en el teatro Valle-Inclán-. Decir que me he encontrado con una interpretación maravillosa por parte de todos los actores, como hace mucho tiempo que no veía, y esto se agradece mucho. Era la primera vez que veía a Antonio de la Torre en directo y me impresionó con su interpretación de Rogelio, un «quincallero» perseguido por la justicia que le acusa de complicidad en la muerte de un guardia y que vuelve al barrio para el entierro de su madre, pero al que no llega a ir entretenido bebiendo en la taberna del «gato negro».

Se trata de una obra de realismo social, escrita por Alfonso Sastre que se cuela por una mirilla para mostrarnos el lumpen de los arrabales y la periferia del Madrid de finales de los 60. Nos muestra la vida en directo -como la que vemos hoy en tantos realities y talk shows-. La cruda realidad diaria ocurre dentro de la taberna, unas veces directamente y otras porque nos lo narran los actores. No hay tregua, no hay esperanza para aquellos a los que el sistema ha excluido. Es básicamente una historia que habla de los defectos humanos y de la falta de oportunidades.

Escena de la obraA pesar de todo lo dicho, me entró cierto sueñecito con ella, pues resulta un tanto aburrida ya que la acción es lenta y lo que pide al espectador es simplemente contemplación.

Quería contar dos detalles más que me parecieron curiosos. El primero sobre el arranque de la obra, en la que el tabernero corta la radio en la que está sonando una canción de Raphael y uno de los actores en nombre del autor nos presenta la obra. La segunda, un poco de flamenquito que «el carburo» -interpretado por Felipe García Vélez- nos canta en directo. Decir también que en la obra se bebe mucho, por lo que sales sediento, así que recomiendo tomar un par de vinos antes de entrar.

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sábado, 13 de diciembre de 2008

La ola

Cartel de la película¿Sería posible que en la Alemania de hoy, los nazis volvieran al poder? es la pregunta que un profesor traslada a sus alumnos en la semana de proyectos para explicar la autocracia. La respuesta automática de los estudiantes es «no»; sin embargo, el profesor avanza llevándoles más allá de la teoría. Primero con la fuerza de la unidad (se llega más lejos y se es más fuerte formando un equipo) que con control, ideología y disciplina se convierte en un ejército. Después llega el uniforme para que no existan diferencias, lo que en el fondo nos hace perder nuestra personalidad para anteponer el bien de grupo. Finalmente el marketing que lo convierte en un nuevo régimen al representarlo con un nombre y un símbolo. Los alumnos seducidos por la parafernalia, en tres días, han creado su grupo, excluyente y poderoso, pues cada uno de ellos ha encontrado en esta forma de fascismo algo de lo que estaba necesitado: el solitario consigue hacer amigos por primera vez, el tímido encuentra los mecanismos para alzar su voz y que sea respetada, la enamorada silenciosa se sirve para la conquista del chico que le gusta, el niño rico se topa con un nuevo juego divertido... Pero jugar con los fascismos es peligroso y este experimento pronto se escapa de las manos, al convertirse en una forma de poder que ejercen sobre sus compañeros de instituto e incluso con el resto de la sociedad. Una solución que en manos de una juventud aburrida, sin esperanza de futuro y carente de objetivos comunes avanza imparable. Cuando ven hasta dónde pueden llegar, se plantean que no puede acabar, que les presenta grandes aciertos y que bastaría con solucionar los errores. Es entonces la tragedia y el fanatismo la que les dice que no hay salida por ese camino.

Este es el argumento de «la ola». Película del director alemán Dennis Gansel y con Jürgen Vogel en el papel protagonista del profesor. Aunque algo demagógica, es una película que da lugar a la reflexión, especialmente sobre cómo el fascimos dan protagonismo -colectivo- a los mediocres.



Sabiendo que estaba basada en hechos reales, me preguntaba hasta que punto es fidedigna a la realidad, así que he usado google para saber que se basa en lo que ocurrió en 1967 en Palo Alto (California) cuando el profesor de secundaria de la materia de Historia Ron Jones realizó una recreación experimental de la Alemania nazi con la intención de intentar explicar por qué los ciudanos alemanes permitieron al partido nazi exterminar a millones de judíos, gitanos... El profesor lo transmitió con ideas simples, disciplina en clase, sentido de unidad... y en poco tiempo se creó un movimiento dentro de la escuela con más y más alumnos uniéndose. Así que el profesor detuvo el ejercicio y explicó que dicho movimiento tenía un lider mundial llamado Hitler. Existieron rumores de la implicación de todo este experiento en el suidicio de uno de los alumnos. Posteriormente Todd Strasser se basó en esta historia para escribir la novela titulada «La tercera ola» que es la que adapta Dennis Gansel en esta película.

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jueves, 11 de diciembre de 2008

Crisis

La magia del capitalismoNo sé por qué, pero no termino de creerme la magnitud de esta crisis. En mi opinión, este capitalismo que nos ha tocado en suerte ha creado sus propios ciclos de expansión y de reajuste, ambos con el objetivo único de que el dinero cambie de manos: desde las de los que menos tienen a las de los que más atesoran. En las épocas de bonanza, para que inviertan sus ahorros los trabajadores; en las de reajuste, para recoger y poner mayor distancia entre los que siempre salen ganando y los que perdemos comúnmente.

Pienso que esta vez se trata de obtener dinero que no fluctuaba, en este caso el público que los diferentes estados han puesto a su disposición rápidamente sin recibir nada a cambio. Salvar un sistema económico, demostradamente corrupto e inhumano, ha sido el objetivo de nuestros dirigentes. Ahora el capitalismo ha encontrado un nuevo nicho de financiación, un precedente que nos va a lastrar en situaciones futuras y al que se pretenderá volver a acudir. Creo que los políticos han tenido un comportamiento servil con quienes manejan el dinero (banqueros, grandes empresarios...) que nos hipoteca a los ciudadanos y que crea modelos nada sociales. Si querían invertir nuestro dinero, deberían empezar pensando en nacionalizar aquello que crean que debemos salvar -repito: con nuestro dinero-. Es una ley natural, quien compra se queda con la propiedad.

Sobre nuestros empresarios (no hablo de los autónomos y pequeños comerciantes, a los que considero obreros por cuenta propia), decir que siempre priorizan sus dividendos frente a cualquier otro tema y que su única manera de reducir gastos es congelar salarios e iniciar un ciclo de despidos, no es nada nuevo, ya que vienen aprovechando cualquier atisbo de temporal para ajustar sus plantillas y apretarnos más nuestro cinturón de clase asalariada. Se olvidan de los grandes beneficios (desorbitados si hablamos de la banca) obtenidos durante los últimos cinco años que parece ser no sirven para capear la marejada. A menudo me cuentan esa historia de que el empresario es el que arriesga su dinero y que por eso hay que permitirle ciertas libertades y capacidades de decisión sobre su plantilla y de que manera tratarla. No nos engañemos, esos empresarios -o banqueros- no se juegan su dinero, ni permiten que éste corra ningún riesgo (como mucho una pequeña cantidad de su fortuna personal que a fin de cuentas no la necesitan para seguir viviendo con el mismo ritmo).

Número para solicitar la prestación social por desempleoEmpujamos esforzadamente hacia dónde dicen nuestros empleadores y de la manera que nos piden, porque los medios de comunicación nos enseñan imágenes de la cola del paro y es entonces cuando nos damos cuenta que el despido es libre en España (aunque no gratis, que es realmente lo que buscan) y que nos puede tocar en cualquier momento. Les hemos entregado nuestras plusvalías para su beneficio; les cedimos nuestros derechos mientras adquirimos mayores deberes y, de pronto, ellos se ven obligados a limpiar la empresa y te ves en la calle, sin una explicación coherente del motivo: «Chico, lo siento, pero es la crisis, realmente no hay ningún motivo de comportamiento, rendimiento o nivel de trabajo, pero...» .

Tengo también que hacer una crítica a los sindicatos, a los que estoy viendo callados y poco efectivos a la hora de defender a los obreros. Espero que sea solamente una apreciación y que realmente estén trabajando. Creo que esta solución globalizada y casi unánime de tantos gobiernos les ha pillado por sorpresa y están todavía digiriéndola, mirando de reojo a ver que se hace en otros países. De todas formas, en unos meses no será asumible que sigan sin hacer nada.

Al final, la crisis pasará, y al día siguiente que los medios de comunicación comiencen a cerrarla oficialmente, los que han tenido siempre el dinero volverán como si nada hubiera pasado y a nosotros nos costará mucho más levantar la cabeza.

Para terminar, encontrarás puntos de vista interesantes en este artículo de Entre dos orillas y en los recogidos en la bitácora Cáncer Capitalista.

martes, 9 de diciembre de 2008

El cuerno de la abundancia

Cartel de la obraAprovechando que en La Habana son fechas del Festival internacional del nuevo cine latinoamericano y para recordar aquello, me he ido al cine a ver una comedia cubana muy divertida: «El cuerno de la abundancia». Es una película curiosa, desde el punto de vista del elenco, pues vuelve a reunir a los tres protagonistas de Fresa y Chocolate (Jorge Perugorría, Vladimir Cruz y Mirta Ibarra) con uno de sus directores Juan Carlos Tabío.

La película cuenta que en la Isla el apellido Castiñeira es tan corriente como en España Pérez, así que el pequeño pueblo de Yaragüey explota cuando aparece una herencia del siglo XVIII para repartir entre todos los que así se apellidan. El personaje del comunista recalcitrante nos avisa al decirnos que «el dinero regalado, siempre trae dolor». Todos, sin excepciones, ante la posibilidad de alcanzarlo, como si del cuento de la lechera se tratase, se embarcan en realizar los cambios en sus vidas que sus sencillos sueños les piden: la intimidad que necesita una pareja, una casa, una boda con la chica de sus sueños, arreglarse un poquito el físico, conseguir acostarse con el amor del colegio...


Sobre la película, destacar que ofrece una visión de Cuba realista, con sus gentes llenas de esperanza, vida, ingenuidad y humor, siendo un claro ejemplo de la comedia de enredo que se hace allí. Arranca con el protagonista, mientras pedalea en su bicicleta para llevar un encargo, me presenta al resto de personajes con los que se va cruzando y se dirige a mí directamente, diciéndome que va contar su historia. Así, en un instante, en apenas dos minutos y usando el humor, el director ha conseguido meterme en la película sin apenas preámbulos y de la que ya no me deja salir hasta que termina.

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lunes, 8 de diciembre de 2008

Y sin embargo te quiero

Cartel de la obraLa Transición vuelve. Después de treinta años es tiempo de revisitar, analizar y recomprender lo que aquella etapa significó para los españoles. Ese espíritu de perdón sin condiciones es el que he respirado viendo «Y sin embargo te quiero» en el Teatro Galileo. Agradezco que este tipo de obras, en el que el pensamiento básico es de izquierdas, se lleven a la escena, pero personalmente me gustaría que dieran un paso más y no se quedasen en una falsa igualdad.

Sobre el escenario dos actrices, una cándida Alejandra Torray frente a una impresionante Ángeles Martín. La obra trata de la relación que se establece entre una rica señorita latifundista extremeña -Rosa- y una de sus domésticas -Ana-. La sirvienta, interpretada por Ángeles Martín, evoluciona a lo largo de la obra, que al principio parece anclada en un tiempo irreal si no fuese por esa insistencia sobre los malos jornaleros que ocupan el tiempo del padre y le acarrean todos sus problemas. La evolución de Ana surge porque entiende la diferencia entre los dos mundos de su entorno: los amos y los que les sirven. Sin embargo no puede dibujar una línea clara de separación, pues los sentimientos personales, los vínculos establecidos con la Rosa persona, le llevan a mezclar los dos extremos, el suyo, el de clase obrera (pobre, oprimida y hambrienta) y el de La Casa Grande, el de los que mandan y pueden, pero a los que hay que tener compasión porque la cuidan. Desde esta confrontación se vislumbra que la relación establecida entre ambas mujeres no es de igual a igual, por mucho que el autor se haya interesado en decirnos que las tragedias son de las personas y no de las ideas, que debemos matizar y ser justos con los comportamientos humanos, sin prejuzgar.

En la obra vivimos varias situaciones, que como decía al principio, agradezco. Se cuenta como los aviones fascistas destruyen las barriadas más humildes mientras escuchamos caer las bombas. Se cuenta con detalle el fusilamiento a manos de los rebeldes fascitas de Pedrito, el compañero de Ana. Se cuenta también el encarcelamiento del latifundista y cómo muere en la cárcel, como el Frente Popular recoge armas en la casa... Y, al terminar la guerra, Ana tiene que huir y exiliarse en Francia, desde dónde volverá para el reencuentro final, cuando la Transición haya triunfado y sea necesario el abrazo final de reconciliación. Echo en falta una sóla palabra de la etapa de dictadura, que el autor se salta como si no hubiera existido nunca, como si estuviera prohibido mentarla. Echo de menos que la obra no termine con la música de «A cántaros», para decirme que vamos a juzgar a los que le pegaron el tiro a Pedrito. Sin embargo, la música que cierra es «Libertad sin ira», para contarme que es necesario el perdón sin condiciones y con olvido.

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domingo, 15 de junio de 2008

Historias de Perucita (00)

Perucita
Perucita
Quiero contar la vida de Perucita en cien historias de veinticinco palabras cada una. Conocer su pasado, me facilita y permite inventarle un futuro desconocido.

I. Érase una vez, en una noche lluviosa, que Perucita se marchó, por una calle angosta y sin apenas iluminar, en busca de su propio lobo.

viernes, 30 de mayo de 2008

Al llegar a una nueva casa...

La biblioteca antes de pintar
La biblioteca antes de pintar
...nos enfrentamos con todo un mundo de tareas pendientes de realización. Todo ello para convertir un conjunto de paredes en «algo» habitable. Una de las primeras es pintar: disponemos de todo el espacio, así que es momento más oportuno, sin estorbos, sin pasado, con nuestro propio esfuerzo. Los primeros días desplegamos una cantidad de actividad que resulta ilusionante, aprovechamos el impulso y avanzamos. Y avanzamos. Hay días en los que el cansancio físico nos avisa, pero cerramos los ojos y avanzamos. Y avanzamos. De esta misma forma nació ya hace unos años este blog, como un hogar vacío en el que se han pintado las paredes y poco más. En aquel momento resulta necesario llenarlo de contenido: un sofá, media docena de libros y la lista de la compra, primero; tal vez una lavadora, dos grabados de algún amigo pintor y una lámpara de Tiffany que nos iluminó en las noches oscuras, después; en el tercer grupo, una televisión pequeña, medio kilo de aguja de ternera, una botella del vino del priorato y la escoba. No me planteé objetivos, lo que fuera llegando, llegó. Como el principio de lo que estoy escribiendo ahora:

Me fui a Galicia con el único objetivo de escribir mi segunda novela. Entonces no conocía mi necesidad de tocar el fondo de mi ánimo, de hundirme un paso más profundo de lo soportable llegando a un punto indeterminado desde el que resurgir después. Pensaba que, como a otros escritores les había ocurrido antes, atravesaba un simple bache creativo, un periodo en blanco en el que no alcanzaba a unir dos palabras ni describir la menor idea en una pequeñísima frase que resultase al menos correcta. Farfullaba entre dientes que conseguiría vencerlo, que una buena noche me levantaría a tomar un zumo y sin querer, entre sorbo y sorbo, sentiría que las musas habían regresado, me sentaría nervioso ante la mesa y otra vez todo sería como en el pasado, cuando hilaba las frases con normalidad; colocando un sujeto, su verbo y el predicado con la mismo precisión que aplica el cirujano en el quirófano. Deduje que solo necesitaba un sitio tranquilo y alejado de mi vida cotidiana, así que miré un mapa en el que señalé un punto de la costa gallega por puro azar. El siguiente paso resultó más sencillo de lo esperado, limitándome a realizar unas pocas llamadas de teléfono para asegurarme un alojamiento en el lugar elegido y un billete de autobús que me acercase al centro de la comarca desde donde tomaría luego un taxi. Con toda la infraestructura solucionada recogí lo previsible -algo de ropa, el poco dinero que me quedaba, mi ordenador portátil-, dos botellas de ginebra del aparador, un par de libros a medio terminar y dejé Madrid en una mañana soleada.

¿Qué dejaba atrás?, me pregunté durante el viaje apoyando mi frente sobre la ventanilla del autobús. Elaboré una pequeña lista: dos buenos amigos con los que últimamente sólo hablaba por teléfono, mi editora a la que en principio no pensaba avisar para de esta forma evitar que me atosigara, un piso envejecido y un montón de artículos que como consumidor insaciable había comprado para garantizarme una felicidad que ya entonces presumía imposible de alcanzar. Nada irremplazable. Sentí por primera vez el peso sarcástico de una vida inútil mientras los kilómetros se iban quedando atrás, así que intenté engañarme con artilugios machadianos de caminos sobre los que no volver a pisar, llenarme la vista de horizontes por alcanzar, de un mar inmenso frente a frente… Tonterías de niño malcriado pensé. Luego me abandoné para pasar nueve horas de vacío, las primeras de esta nueva vida, sin pensar, sin hablar, incapaz de darme una sola respuesta coherente sobre esta absurda situación.

lunes, 25 de febrero de 2008

¿Para quién escribimos?



Nota: Cuando estudiaba en la Facultad de Informática participé en la revista que hacíamos los alumnos y que se llamaba Coleópteros y Otros virus. Colaboré en muchas cosas, incluso me atreví a hacer algún artículo de opinión. Una de esas veces, intenté preguntarme para quién se escribe. De ese examen de conciencia surgió este artículo en abril de 1993 que hoy recupero para este blog.

Aquí está el original. Redacción. Editorial. Coleópteros (Nº 14, abril-mayo 1993, página 3).

Una personalización de Público
Una personalización de Público
Al escribir un artículo de opinión se pueden adoptar muchas posturas, pues lo que se busca es implicar al lector. Siguiendo esta línea, el escritor debe se un actor capaz de mutar en diversos personajes. Cuando escribo estos editoriales busco inclinar al lector, que tome partido unas veces a favor y otras en contra, pero lo que no interesa es que permanezca pasivo. Para motivar al lector a veces debo ser locuaz, o parcial, o repulsivo, u oscuro; dependerá. Muchas veces es la ironía un buen arma para dicha motivación, pero la ironía es difícil de usar, pues debe ir unida a la exageración, lo que suele provocar muy a menudo que alguien o algo sea ridiculizado, lo que lleva a ciertas personas a sentirse ofendidas.

Esta misión del escritor se ve mermada posteriormente por la interpretación personal del lector, quien puede ver cosas no dichas, o al contrario. Es decir que no capte la totalidad del mensaje o que lo transforme. Es un cierto peligro que corremos. Este punto de la interpretación ha creado múltiples polémicas entre los estudiosos de la lengua escrita: ¿En quién debe pensar el escritor a la hora de escribir?, ¿en un público de un determinado nivel cultural?, ¿en abarcar el mayor espectro social?, ¿en un cínico lector? o ¿en uno mismo?. Elijamos la que elijamos, nos equivocaremos. Pecaremos, bien por no tener en cueca a los demás, bien por tenerlos demasiado en cuenta y sacrificar parte del mensaje a cambio de un mayor público.

Tomadas las anteriores decisiones (a quién va dirigido y de qué lado le queremos) es hora de empezar a escribir. A partir de aquí daremos rienda suelta a nuestro estilo, experiencia, dudas, vocabulario... Y todo ello lo encauzaremos dentro del sangrado de la página, sobre la letra que vamos a imprimir, con dos ideas fijas:

  • Mostrar unas opiniones que consideramos positivas, o negativas, defendiéndolas, o atacándolas, lo mejor posible.
  • Motivar en el lector una reflexión sobre dichas opiniones.

El acto posterior de convencer debemos matizarlo. No es objetivo prioritario de un escrito, aunque es aconsejable. Generalmente está muy relacionado con el carácter del autor -aumenta su vanidad, ratifica su idea de infalibilidad, acrecienta su falta de indulgencia-. Sin embargo, el convencer (o conquistar) al lector debemos limitarlo: no debe enfrentarse a la tolerancia.

Hemos encontrado, pues el valor principal que debe guiar tanto a los escritores como a sus lectores: LA TOLERANCIA, o lo que es lo mismo, el respeto a toda opinión, aunque no nos identifiquemos con ella.

Pero no quiero quedarme en esta simple teoría periodística. Deseo que dicha teoría sea una metáfora de la vida en general y que la tolerancia sea el valor que mida nuestras vidas de personas.

lunes, 18 de febrero de 2008

Si votamos los echamos



Nota: El 11 de de septiembre de 2004 escribí un artículo de opinión política para que la derecha no siguiera gobernándonos. Hoy lo recupero para este blog.

Para este artículo se ha utilizado un cartel obtenido de la web de la asociación No nos resignamos para la campaña del mismo nombre, en la que se nos pedía que acudiésemos a las urnas para evitar que la derecha pudiese continuar gobernándonos otros cuatro años más.

Pegatina de la campaña
Compañeros, os hago un llamamiento para que desde vuestras ilusiones de progreso social convirtamos en un hecho el deseo de cambio que albergamos. Os pido vuestra colaboración para que entre todos cerremos el paso a la política del PP que nos está atosigando. Acabemos con esa forma de hacer que nos han impuesto usando injustamente su mayoría absoluta, que solamente ha fomentado el enfrentamiento de los unos con los otros, la descalificación y la intolerancia con la que han tratado a todo aquel que opina diferente a ellos. Acabemos con una política de humillación, que manipula constantemente la información en su propio beneficio.

Terminemos de una vez con este gobierno que nos promete un futuro de beneficio empresarial a cambio de nuestra explotación, un beneficio a toda costa que sólo enriquece los mismos bolsillos anquilosados de siempre y de sus descendientes. Terminemos porque otro mundo es posible.

Dejemos de penalizar a los más desprotegidos; no pongamos muros que impidan la mezcla natural de las diferentes culturas y la diversidad de ideas; crezcamos en unos espacios de respeto que el pensamiento único nos había cerrado; habitemos casas de balcones abiertos porque existe paz y libertad.

No insisto, si pensamos un minuto todos tenemos un motivo para echarles.

Os hago este llamamiento porque sé que entre todos podemos. SI VOTAMOS LOS ECHAMOS. Por mí que no sea.

lunes, 11 de febrero de 2008

La memoria histórica



Nota: El 31 de agosto de 2004 escribí un artículo hablando de memoria histórica. Hoy lo recupero para este blog.

Para este artículo se han utilizado los carteles de los siguientes autores: Mauricio Amster (Ministerio de Instrucción Pública, 1937), Joseph Reanu (Reforzad las filas, 1937) y Pérez Contel (Solidaridad, 1937). Todos estos carteles han sido obtenidos del magnifico web de la Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores.

Las milicias de la cultura
Las milicias de la cultura. Mauricio Amster (Ministerio de Instrucción Pública, 1937)
Últimamente leo muchas novelas que se desarrollan durante nuestra guerra civil y su posguerra. La mayoría me cuenta una historia novelada que me interesa desde la primera línea y despierta mi curiosidad. Poco a poco, todas estas novelas están presentándome una realidad que se entrecruza y extiende entre todas ellas. Aparecen personajes que compruebo son reales y que viajan de una historia a otra. ¿Coincidencias? No. El deseo de recuperar una memoria histórica de la España republicana y el orgullo de mostrar aquellas personas admirables que deberían ser paradigmas del comportamiento humano.

¿Dónde está nuestra historia reciente? Es una pregunta que trato de resolver personalmente, ya que he percibido que una gran parte del siglo XX nunca me fue enseñada. Mi educación, y la de varias generaciones de españoles, está llena de lagunas unas veces y de mentiras otras. La historia de España que se enseñó y se enseña en nuestras escuelas es una historia segmentada, manipulada y tergiversada. Una historia que nuestra transición política a la democracia sacralizó al no permitir removerse el pasado, ya que veía en ello una amenaza de vuelta atrás que se empeñó en señalar como un camino equivocado, lleno de sangre, que todos debíamos olvidar.

Reforzad las filas
Reforzad las filas. Joseph Reanu (Partido Comunista, 1937)
Debemos recordar que nuestro regreso a la democracia significó una vuelta a la monarquía manteniendo todos los símbolos y estructuras franquistas y olvidando que la II República fue en todo momento un gobierno legítimo elegido por el pueblo, que representó unos ideales de progresismo, igualdad y libertad que no hemos vuelto a recuperar. Una República que comenzaba a reformar nuestra sociedad con un ímpetu de modernidad que nos hubiera puesto a la cabeza de Europa, de una Europa que nos miraba llena de ilusiones y esperanzas.

Solidaridad
Solidaridad. Pérez Contel (Socorro Rojo Internacional, Comité Provincial de Valencia, 1937)
Para mí nuestra guerra civil y posguerra es un tema abierto que nos atañe a todos. La derecha (los rebeldes, la dictadura que instauraron después durante cuarenta años, la cobarde transición política continuista) desarrolló mecanismos psicológicos unas veces de culpa y otras de dolor, impuso el miedo como método de dominación político, nos convenció de que aquél fue un periodo maldito que no debería recordarse en ningún momento y organizó la desmemoria colectiva como un bien objetivo. Ahora, tenemos la obligación de exigir el recuerdo y homenaje a los que lucharon por la república y sus ideas, por el progreso y la igualdad. No podemos permitir que nos borren la historia, que se queden en sus poltronas con una risa burlona, que clamen al cielo y se desgarren las vestiduras cada vez que queremos saber y reconocer mientras nos acusan de indignos. No puedo olvidarme de las Brigadas Internacionales, de cómo jóvenes de todo el mundo se acercaron a nuestros compatriotas para ayudar a defender con su sangre esas ideas de progreso que compartían; no me puedo permitir pensar que se sacrificó su esperanza sin más y que se pasó página por el bien nacional.

Pienso en los muertos enterrados en fosas comunes, en el dolor y la incertidumbre de sus familias. Pienso, más aún, en los vencidos a los que se acalló; en aquellos que fueron humillados, en los que fueron torturados, en los que no pudieron honrar a sus muertos. Todos ellos, derrotados, tuvieron que guardar un silencio respetuoso que no dañase los oídos del represor y cruel vencedor. Es imprescindible rendir homenaje a los que aún están vivos y que cada uno de ellos reciba la debida reparación y reconocimiento de forma honesta y pública, y hay que hacerlo ahora, antes de que estén todos muertos. Mis esperanzas en el ser humano dependen de ello.

lunes, 4 de febrero de 2008

Izquierda Unida



Nota: El 2 de de septiembre de 2004 escribí un artículo de opinión con el que explicaba mis motivos para apoyar la formación política de Izquierda Unida. Hoy lo recupero para este blog.

Para el artículo se han utilizado elementos gráficos obtenidos de la web de Izquierda unida. A pesar de que los tiempos cambian y los logos se actualizan he preferido mantener los que se utilizaban en el momento de escribir el artículo.

Logo de Izquierda unida
Logo de Izquierda unida
Durante muchos años no voté, mantenía la utopía de que el día que fuésemos mayoría los abstencionistas llegaría el momento de comenzar a cambiar el sistema. Creía que se podía vencer al capitalista no participando y que nuestros representantes políticos se verían obligados a pensar al descubrirse su farsa. Hace algunos años me di por vencido al comprender que mi no participación activa nunca sería representativa de nada. Si deseaba la III República como símbolo del progreso humano tenía que empezar a ayudar. Volví a apoyar al partido comunista y por extensión a la coalición Izquierda Unida. Ahora veo con preocupación el descenso de votos en IU. Me paso las diferentes noches electorales pegado al ordenador, consultando los resultados que van saliendo. Empiezo con la ilusión de que subimos, pero en seguida me encuentro con el triste conformismo: al menos que no baje el porcentaje de nuestros escrutinios. Luego me enfado y me pregunto por qué. En mi entorno los que compartimos esta ideología somos mayoría, la fiesta del PCE en Madrid rebosa de público, vaya donde vaya veo a muchos que se expresan como «rojos», constantemente escucho a personas pidiendo un gobierno real de izquierdas o quejándose de la derecha, de la falta de políticas sociales; pero en las urnas siempre me equivoco. Unas veces es el bipartidismo dominante y la absurda idea del voto útil, otras la caricaturización de nuestros líderes por gran parte de la prensa de este país que los presenta como fantoches desfasados.

IU es una formación moderna, llena de personas muy válidas que se pasan horas en la calle organizando actos -sociales, culturales, políticos...- para el beneficio de todos; que están allí siempre que se les necesita para pelear por los derechos de cada uno y el bien común, para señalar las injusticias que se cometen, sin hacer nunca la vista gorda al poder y exigiendo las respuestas y los cambios debidos. Son personas honestas, con una sólida formación política y las ideas claras, con las soluciones en la mano y dispuestas a adquirir compromisos. ¿Qué le falta entonces para que sea considerada alternativa de gobierno?

Nuestro país mantiene un sacrosanto miedo nacional a los comunistas alentado desde muchos lugares. El partido comunista mantiene una identidad claramente marxista y republicana, esa es su esencia; pero, a su vez, es un partido que ha evolucionado por el impulso de unos líderes reflexivos que entienden el mundo que les ha tocado vivir y con capacidad para hacer política con la cabeza y el corazón -incluso diría con principios y sin falsas nostalgias-. Esa evolución llevó al PCE a integrarse dentro de la coalición IU, debilitando así sus siglas, apostando por una modernidad en concordancia con otras fuerzas políticas y ahuyentando el miedo ya citado.

Izquierda unida avanzando
Izquierda unida avanzando
Dice Gaspar Llamazares que con la llegada de los socialistas al gobierno se vive un proceso de regeneración política en que debemos colaborar e influir y que IU debe convertirse en «la izquierda de la justicia social con la alternativa, ecologista, pacifista y feminista». Para ello será necesario fomentar aún más la participación de diferentes corrientes con nuevas visiones, propiciar una mayor apertura, acceder a nuevos sectores y seguir buscando constantemente una mayor presencia en la sociedad.

Creo que todos estos deseos ya estaban dentro de nuestro ideario. IU mantiene las mismas raíces obreras, preocupándose por la falta de empleo de calidad, gritando porque nuestros jóvenes no tienen un claro futuro en el mercado laboral e indignándose porque los beneficios de nuestra industria no se invierten en modernizar nuestro tejido productivo sino en enriquecer a una minoría de empresarios. IU mantiene los mismos ideales de libertad, igualdad y progreso, se ha opuesto a la guerra de Irak, ha defendido banderas a las que otros se han apuntado más tarde, nos ha informado de lo que muchas veces ha callado la prensa dirigida por intereses económicos, ha avanzado con las mujeres en la defensa de los mismos derechos y deberes que los hombres, ha apoyado la cultura, ha impulsado la tolerancia social apoyando colectivos marginados o minoritarios, ha contado con el medio ambiente y con las personas en todo momento.

lunes, 14 de enero de 2008

Armand Du Plessis, Cardenal de Richelieu



Nota: Cuando estudiaba en la Facultad de Informática participé en la revista que hacíamos los alumnos y que se llamaba Coleópteros y Otros virus. Colaboré en muchas cosas, incluso me atreví a hacer alguna entrevista con personajes que ya habían facellido. La entrevista que hoy recupero corresponde a Armand Du Plessis, Cardenal de Richelieu y se escribió a finales de octubre, en 1995. Aquella entrevista se realizó en la Isla Inexistente, que ya era uno de mis espacios imaginarios. Con el tiempo, aquel lugar y los habitantes que por allí pululaban -como Lord Vran de Milos y Gorverats y su extravagante mayordomo Basi Vos-, terminarían originando y conformando el espacio que ocupa este blog.

Aquí está el original. -Pasados. Suplemento Otros Virus. Coleópteros (Nº 22, noviembre 1995, páginas 6 y 7).

Armand Du Plessis, Cardenal de Richelieu
Armand Du Plessis, Cardenal de Richelieu
Con las infinitas posibilidades que permite mi estado de difunto no me ha resultado demasiado dificultoso poder entrevistar a Armand Du Plessis, Cardenal de Richelieu; si bien es cierto que lo había solicitado a finales del año 1942, cuando se cumplía el trescientos aniversario de su muerte. No voy a ser tan necio de resumir su biografía, baste con citar que nació en la ciudad de París cuando corría el año 1585; ese mismo año moría el poeta Pierre de Ronsard, fundador del grupo poético de las Pléyades.

El Sr. Du Plessis se encuentra frente a mí, impecable dentro de sus vestiduras cardenalíceas, tras una larga mesa de madera. Su mirada se concentra en mí desde sus rasgos faciales angulosos en los que destaca su nariz afilada a la espera de mis preguntas. Su palidez me entretiene un instante más, antes de atacar su tranquilidad con cuestiones sobre el presente, pues el pasado ya está escrito en demasiados manuales de historia de una forma tristemente inamovible.

BASI VOS- Sr. Du Plessis, ¿quisiera...

CARDENAL- Por favor, llámeme Cardenal.

B- Está bien, Cardenal. ¿Quisiera saber qué opinión tiene sobre que la forma de organización política actual en Francia sea una República?

C- Que soy monárquico es indiscutible, pero hoy en día se vive en una sociedad marcadamente no religiosa, yo diría incluso antirreligiosa, en la cual no tendría sentido la misma figura real que mi época conoció. Tras la figura del monarca se esconden dos nociones principales, la primera es que la soberanía la decide la sangre -lo que no garantiza su capacidad- y la segunda es la presencia de Dios como garante de esa decisión, lo que confirma su legitimidad como incontestable. Estos dos principios se han truncado, la sangre se ha visto diluida y sustituida por el concepto del carisma -que tampoco garantiza su capacidad real- y el papel de garante ha pasado a residir en el pueblo, al que sin duda se engaña más fácilmente que a Dios. Así pues, veo lógica la evolución del país, aunque la considero irresponsable.

B- No le he visto muy partidario de la democracia.

C- No; pero lo importante no son las ideas particulares, sino el concepto de estado, es decir, el orden establecido para mandar y obedecer. No debemos, pues, discutir el modo de establecer dicho orden. Lo interesante es que estamos obligados a darle un uso correcto al estado como instrumento del poder que es, y así reconocer que el único fin del gobernante consiste en lograr el interés público. Olvidémonos del sistema, pues en cualquiera de ellos aparecen gobernantes buenos y malos, y aprendamos a reconocerlos y separarlos.

B- ¿Existe algún método para que cualquier persona aprenda a ser un buen gobernante?

C- No veo la posibilidad de que cualquier hombre sea capaz, pues el gobierno implica una serie de virtudes que son innatas. Podría decir que el gobierno se asienta en la razón, pues ella demanda que deben ser proyectadas las mejores leyes posibles; pero a veces no es suficiente la razón y hay que saber combinarla con la prudencia: es cuestión de prudencia suavizar los remedios para hacerlos más efectivos. Otras veces debemos incluso desdeñar la razón, pues las órdenes más próximas a la razón no son siempre las mejores, ya que a veces no están perfectamente adecuadas a la capacidad de aquellos que han de ser los encargados de ejecutarlas. También es importante el saber revisar la Historia para adquirir experiencia; pero nada hay más peligroso para el estado que los hombres que quieren gobernar sobre la base de máximas que extraen de los libros, porque cuando lo hacen, los destruyen. El pasado no es el mismo que el presente, y los tiempos, lugares y personas cambian. En definitiva, no creo que exista dicho método.

B- Hablaba de virtudes innatas, pero no nos ha desvelado cuáles.

C- Hay que saber percibir las motivaciones de los hombres, algo así como Maquiavelo; poseer una resignación estoica ante la adversidad, dominar la retórica para convertir mediante la argumentación y la persuasión, gran capacidad de sacrificio, habilidad para rodearse de personas fieles y de confianza, conocimientos administrativos y burocráticos, astucia, mano izquierda, ser muy detallista y previsor -sobre todo a largo plazo-, ciertas dotes de actor, mucha ambición y prudencia. Tampoco debemos olvidar las virtudes romanas: austeridad, economía, disciplina, control y orden.

B- ¿Qué opina de las pruebas nucleares de Chirac?

C- Antes de hablar de las pruebas quiero comentar que la grandeza de un gobernante se puede leer en su autoridad dentro del país y su reputación fuera de él. Ambas lecturas, tras las pruebas, nos muestran números muy bajos. No hay pues grandeza en Chirac. Hablando ahora de las pruebas me muestro de acuerdo. El papel de Francia en el mundo es el deber de protección de los desvalidos y oprimidos; si para ello es suficiente con amedrentar a otros países a través de una muestra de nuestro desmesurado poder nuclear, me alegro; pues así siempre se reducirán las posibilidades de la necesidad de una guerra.

B- La mujer se ha presentado en espacios que en su época le estaban vedados. ¿Qué le parece?

C- Hablando del campo político su presencia me parece nefasta. Reconozco que su educación a lo largo de estos siglos ha cambiado sustancialmente, y no dudo pues de su capacidad; también puedo apreciar su posibilidad de aportar nuevos puntos de vista en la esfera política. No obstante, desde mi infancia me he inclinado a pensar que la mujer es ante todo desorden y desgobierno, pues siempre resulta excesivamente laborioso hacerle desistir de malas decisiones tomadas bajo el influjo de la pasión.

B- Releyendo su biografía, ¿se podría decir que el CESID (servicio de inteligencia) en España no ha inventado nada nuevo?

C- No mucho, tal vez los avances técnicos han ampliado las posibilidades. En mi época solía decir que lo que se hace por el estado se hace por Dios; y no estoy excluyendo juicios manipulados, ejecuciones ordenadas con antelación, divulgación de documentos privados, siniestras actividades policiales... Reconozco su necesidad, así como la imposibilidad de alabarlo, pero el bien social siempre debe situarse por encima del personal.

B- ¿Conoce el término «cultura del pelotazo»?

C- Vagamente, aunque supongo que me pregunta acerca de si veo bien la figura del «trepa». A veces no se puede demostrar la valía personal si no es ascendiendo a través de influencias, nepotismo o malas artes. De todas formas es la historia la que al final nos asienta en nuestros puestos por nuestros méritos, y los métodos con los que se ascendió se olvidan. No veo nada malo en medrar si nuestras ideas para la sociedad y el estado son positivas.

B- Finalmente, querría preguntarle si España tiene hoy un buen gobierno.

C- Creo que sí, aunque se podría mejorar. Son gobernantes que saben moverse en la sombra; capaces de ilusionar a un electorado aunque sea, valga la redundancia, con «ilusiones»; bien relacionados, en general, con la banca y los militares; y, sobre todo, con una correctísima imagen internacional. Aunque ahora se viva una cierta intranquilidad social en España, tan solo es un reflejo de las limitaciones populares, pues demostrado está que la aversión del pueblo a la guerra no es una fuerte razón a favor de la paz.

La entrevista está concluida, aunque para el ávido lector falte un dato, el lugar desde dónde se ha desplazado nuestro invitado hasta la isla inexistente: cielo, infierno o purgatorio.

→ Basi Vos firma#

lunes, 7 de enero de 2008

Los Protones



Nota: Cuando estudiaba en la Facultad de Informática participé en la revista que hacíamos los alumnos y que se llamaba Coleópteros y Otros virus. Colaboré en muchas cosas, incluso me atreví a hacer alguna entrevista. La de Los Protones fue una de las primeras. La realicé a finales de marzo de 1993 y hoy la recupero para este blog.

Aquí está el original. Gente de aquí. Coleópteros (Nº 14, abril-mayo 1993, página 24).

Los Protones
Los Protones
Conocía a PPVERDE, un canario que estudia en esta Facultad, porque es una persona que se sale de lo corriente. Sabía que tocaba en un grupo, así que les pasé una cinta y unas preguntas para poder hablaros de ellos. Tengo que decir que me he reído un montón escuchándoles.

Ellos son LOS PROTONES. ¿Quiénes componen LOS PROTONES? Pues está claro: LOS PROTONES. En realidad son cinco -aunque sólo en realidad, pues cuando están flipaos son muchos más- que responden a los nombres de Carlos, JuanFer, Arturo, Federico y Pepe. Se conocieron en la Casa de Campo -eran cinco vecinos de coche que estaban echando un polvo-, aunque también podía haber sido en Copacabana o un día que llovía afuera.

Hacen música, pero no saben decir el estilo. Quizá lo que más se acerca -como dijo una locutora de radio- sea Pock fresco, aunque prefieren el término Rock and Rock, o mejor Pock and Pock. Sea lo que sea, merece la pena oírles.

Su sentido del humor es muy pronunciado: ¿Llevan mucho tiempo tocando? Pepe nos confiesa que a la edad de dos años le tocó el culo a una niña y ella le dio un bofetón, fue entonces cuando descubrió que tocar es divertido. Cuando se apagan las risas, y ya en serio nos dicen que dos años. Hoy llevan tres horas tocando.

Sobre discos y salas me responden que de discos tienen 3.000 y salas 4.000, vamos que se han pateado todas las salas de Madrid como buenos noctámbulos que son. Lo cierto es que no tienen disco, ¡a ver si alguien se lo paga! y que han tocado en el Laboratorio -pero no en el de Sistemas Distribuidos, sino el de la calle Colón-, en Siroco, en el Chaminade, en el Santamaría de Europa y en Colmenar. Les gustaría tocar en muchos sitios, entre ellos en el garaje de la Facultad: «A ver cuándo propone alguien un concierto en la Facul, porque mucho teatro, pero ni un sólo concierto; aunque claro, ¿qué se puede esperar de un sitio en el que no se puede jugar al mus, ni ir en bermudas?».

Entre ensayos y actuaciones se van aprendiendo las canciones y les van saliendo. Tienen la esperanza de llegar a tener un poco de realismo y un poco de idealismo o suerte en los negocios, pero de verdad, donde quieren llegar es a final de mes. Si les fuese bien en esto de la música y tuvieran que elegir entre música o estudios, unos se quedan con el coche, otros con un despacho y la tía más buena de la Facultad -aunque estar buena no es lo único que hay en este mundo y existen, afortunadamente, muchas tías enrolladas- y Arturo, pragmático, nos confiesa que todo depende de las condiciones que le ofrezcan en la jubilación anticipada.

Siempre han confiado en los ordenadores, pues son más inteligentes que las personas. Ya tienen un chip programable en el pedal y van a comenzar a tocar desde su casa la batería con un modem.

¿Algo más que añadir? «¡AAAAAH!». Pues yo sí, que no os los perdáis en directo. Gracias PROTONES.