domingo, 6 de octubre de 2013

El Festival de Cine de Madrid-PNR cierra su 22 edición

La gala de clausura, entre la tristeza y los recortes

Domingo 6 de octubre de 2013. Festival de Cine de Madrid-PNR. Sala Berlanga. Madrid

Cartel de la 22 edición del Festival de Cine de Madrid-PNR
Cartel de la 22 edición del Festival de Cine de Madrid-PNR
El Festival de Cine de Madrid - PNR, en mi opinión el mejor festival de cine que tenemos en esta ciudad, clausura su edición 22 con tristeza por el fuerte recorte que ha sufrido inesperadamente y por las grandes dificultades que está atravesando el sector durante estos últimos años. La continuidad del festival y todo su modelo está en peligro, pero aún así han levantado la cabeza y ha convertido esa tristeza contagiosa en dignidad, porque en tiempos de crisis abundan la resistencia y las ideas más originales.

El festival clausura la edición de esta año repartiendo doce premios a otros tantos trabajos. Es quizá una buena muestra de la variedad que se ha encontrado en las diferentes secciones oficiales de este año o quizá simplemente de los diferentes gustos y sensibilidades de cada uno de los miembros de los distintos jurados. La unión de toda esa variedad ha configurado el siguiente palmarés para la 22 edición del Festival de Cine de Madrid - PNR:

Primer Premio al Mejor Cortometraje: La alfombra roja de Manuel Fernández y Iosu López

Segundo Premio al Mejor Cortometraje: El ruido del mundo de Coke Riobóo

Mención Especial al Mejor Cortometraje: About Ndugu de David Muñoz

Premio al Mejor Largometraje: Otel·lo de Hammudi Al-Rahmoun Font

Premio al Mejor Cortometraje Socios PNR: Color Thief de Violeta Barca-Fontana

Premio de la Crítica al Mejor Largometraje: Los Increíbles de David Valero

Mención Especial de la Crítica al Mejor Largometraje: Casting de Jorge Naranjo

Premio del Público al Mejor Cortometraje: Durandal de Juan Manuel Romero Gárriz

Premio Uptofest al Mejor Cortometraje: Fuga de Juan Antonio Espinares

Premio Uptofest al Mejor Largometraje: Marhaba de Sergi Cervera

Premio TAI al Mejor Cortometraje: Presence Required de María Gordillo

Premio Framer: El hijo de Venci Kostov

El director Hammudi Al-Rahmoun Font agradeciendo el premio al mejor largometraje por Otel·lo
El director Hammudi Al-Rahmoun Font agradeciendo el premio al mejor largometraje por Otel·lo
Este año los cines se han vaciado un poco más. Ante ese panorama el festival reivindica que las salas se abran porque «seguimos enamorados de sus pantallas». Pero su apertura debe ser hacia un cine independiente y valiente, como el que se ha premiado esta noche, y que estas películas alcancen toda la difusión que se merecen.

El Festival de Cine de Madrid - PNR está organizado por la Plataforma de Nuevos Realizadores. La Plataforma surgió en 1989 gracias a la iniciativa de un grupo de realizadores emergentes. Hoy en día, la Plataforma, una asociación sin ánimo de lucro, sigue realizando distintas actividades para sus socios y además se llevan encargando 22 años de organizar el festival. Este año las responsables de la coordinación han sido Montse Santalla y Sonia de Carlos. La clausura se ha encargado de presentarla la actriz Amanda Guadamillas con sus abrazos amorosos y su confeti. Su dulzura no le ha quitado crítica a cada uno de sus discursos donde, para hacernos reflexionar, ha hablado mucho de números, sobre todo de los que se pagan con dinero público. Señaló esos gastos inexplicables de Ana Mato o de las desorbitadas partidas para comida de los animales de la Casa Real. Se trata de unas cantidades de dinero que por otro lado se escatima y niega a la cultura. La cultura nunca debería ser un artículo de lujo, y nuestros gobernantes la gravan con el iva más alto. Las entradas son caras y para muchas familias ya tienen un precio inaccesible, así que el cine se va quedando para una ocasión esporádica. Hemos pasado del películas prohibidas al cine prohibitivo.

Amanda no está sola sobre el escenario, además de los diplomas enrollados que acreditan los premios hay una banda que toca en directo, se llaman 24frames y suenan muy bien. Tampoco falta sobre la pantalla la identidad gráfica que ha definido esta edición y que han diseñado Pipo y Astuto. Con el esqueleto de varios fósiles (tortuga, rana, pájaro) nos avisan del camino hacia la extinción que ha emprendido nuestro cine. La sorpresa tiene cabida en la gala desde el principio, pues el premio del público lo entrega alguien del público, la primera voluntaria que se ofrece para ello.

La junta de la Plataforma (Montse Santalla, Enrique de Tomás, Manuel Arija y Alma Prieto) leyendo el comunicado
La junta de la Plataforma (Montse Santalla, Enrique de Tomás, Manuel Arija y Alma Prieto) leyendo el comunicado
Van unos pocos premios cuando se anuncia que la junta directiva de la Plataforma quiere leer un comunicado que ha difundido esta mañana. Suben Montse Santalla, presidenta, Enrique de Tomás, tesorero, Alma Prieto, secretaria, y Manuel Arija, vocal. Anuncian que el Ministerio de Educación. Cultura y Deporte, durante el festival, les ha comunicado un recorte de un 75% para esta edición. Se trata de la principal ayuda del festival, un hecho que les ha obligado a tomar la decisión con urgencia de reducir entre un 50% y un 75% la cuantía de los premios y el pago por selección. Ahogados económicamente es difícil emprender nada, pero eso no quita para que griten con ánimo «Larga vida al Festival» aunque tenga que ser en la medida de sus nuevas y mermadas posibilidades. Santalla hace un llamamiento a arrimar el hombro, a «pringar» y a favorecer el trabajo asociativo, dejando los egos a un lado y buscando los intereses comunes. Es lo que traen las adversidades: lucha colectiva organizada.

Después de leer el comunicado, el repaso de las secciones, las imágenes y los recuerdos que durante esta semana ha producido el festival deja un sabor a nostalgia que las envejece de golpe. Hablan de la noche de estrenos que ha traído a Madrid la premier de dos películas independientes: Alata, ópera prima del director israelí Michael Mayer, y Frontera, película realizada entre presos y profesionales del cine (tanto en el reparto como en el equipo técnico), y rodada en el interior de la cárcel Quatre Camins, en Granollers. Explican también las secciones de cine experimental, el homenaje a Javier Aguirre, las sesiones infantiles y la iniciativa Cortos por Alimentos. Cuentan cómo salvar un frame, una manera de colaborar con la plataforma intercambiando un donativo por el frame de una película.

No paró la reivindicación de una profesión. El proceso de creación no está reñido con el dinero, pues en general a todos les une un fin común: hacer cine. Esa pasión común la hacen física. La dificultad se encuentra posteriormente porque no hay presupuesto para distribuir la película. Y un cine que no se proyecta es un cine muerto.

Manuel Fernández, uno de los directores de La alfombra roja, agradeciendo el premio al mejor cortometraje
Manuel Fernández, uno de los directores de La alfombra roja, agradeciendo el premio al mejor cortometraje en presencia de la actriz Rosario Pardo, miembro del jurado
Esperanza Roy, que entregaba uno de los premios, contó que el teatro, de donde ella viene, siempre ha estado en estado de coma. El cine nos dio glamour durante mucho tiempo y ahora se ha convertido en un lugar de denuncia. Las películas nos dicen «pasa esto» pero haciéndolo de una manera más dulce. Todo arte tiene que estar «medio malito» para que pueda ser profundo y maravilloso. El cine y el teatro son dos muletas para la gente corriente que lo está pasando mal. Por su parte, Rosario Pardo, al entregar el último de los premios, señaló que se ha sacado por primera vez el carnet del paro. No va a llorar, ya es mayor y sabe que no merece la pena. Los directores que recogieron premios también se encargaron de dar aliento al festival y a la profesión. No hay ningún ministro que haya durado tantas ediciones como el festival.

Montse Santalla y Sonia de Carlos dan las gracias al público porque para ellos se hace el festival. Hablan de que se este año se ha reducido más de un 28% los rodajes, o de la falta de medios con que han tenido que desarrollar el festival. No saben si se acabará ahora, así que piden a los asistentes que guarden todo lo que puedan en la memoria.

El Festival de Cine de Madrid - PNR no se puede extinguir. Larga vida al Festival.

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