sábado, 22 de septiembre de 2012

Mariano Gamo, un cura asambleario del pueblo

La Fiesta del PCE abre un pequeño hueco en el que mezclar cristianismo y marxismo

Sábado 22 de septiembre de 2012. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid

Julio Setién, Mariano Gamo y Juan Antonio Delgado de la Rosa presentando el libro Mariano Gamo. Testigo de un tiempo. Entre cristianismo y marxismo y viceversa
Julio Setién, Mariano Gamo y Juan Antonio Delgado de la Rosa presentando el libro Mariano Gamo. Testigo de un tiempo. Entre cristianismo y marxismo y viceversa
Julio Setién y Mariano Gamo compartieron legislatura como diputados por Izquierda Unida en la cámara del parlamento autonómico de Madrid. Juan Antonio Delgado de la Rosa ha escrito un libro titulado Mariano Gamo. Testigo de un tiempo. Entre cristianismo y marxismo y viceversa. Los tres juntos están hoy presentando este libro de Ediciones Endymion en la Fiesta del PCE.

Setién, el alcalde de San Fernando de Henares, se ha leído el libro de arriba abajo. Con algunas cosas coincide y con otras no. Por ejemplo, no está de acuerdo con eso de decir que durante la II República se produjo la mayor represión con la religión católica en Europa. Lo que sí acentúa es la capacidad de Mariano Gamo de despegarse de la cutrez facha y represiva que representó la Iglesia durante la dictadura, en aquellos años donde se destrozaron los derechos civiles de los ciudadanos. No es fácil separarse en aquel clima y siendo parte de la institución, pero Gamo supo despegarse de aquella Iglesia acoplada a Franco, beneficiaria absoluta del régimen y uno de sus pilares fundamentales. Algo que no muchos en el clero hicieron. Pero él saltó y se colocó al otro lado. Setién reconoce que le ha gustado echar la vista hacia atrás y recuperar los recuerdos que aquellos años le traen, y a continuación señala la necesidad que nuestro país tiene de recuperar la memoria.

El 90% del libro está dedicado a hablar de Mariano Gamo, un tipo estupendo en palabras del alcalde, con una gran cultura y mucho compromiso. Admira su excentricidad, es decir esa capacidad de salirse del centro para establecer la controversia que le lleva a ser un cura obrero, a pasar por la cárcel y a ser diputado regional por IU. Señala Setién que fue un buen parlamentario porque sabía dar importancia al valor humano, porque era una persona de izquierdas que se conmovía, un revolucionario en las instituciones. Defendía las cosas con apasionamiento. La última de las virtudes de Mariano Gamo que señala el alcalde es la de su desobediencia, especialmente a los dictados de una jerarquía eclesiástica muy franquista.

Juan Antonio Delgado de la Rosa, cuando toma la palabra, expresa su opinión diciendo que no fue tan minoritario el episcopado y clero disidente. Después explica el proceso de elaboración del libro en el que durante un año realizó entrevistas, recopiló testimonios y recogió papeles y documentación en diferentes archivos. Insiste en que su trabajo consistió en ir poniendo las cosas en orden para plasmar el modus vivendi y la infrahistoria de Mariano Gamo. Habla de su trayectoria y nos permite discutir sobre toda ella. El día que Gamo quiera que haga sus memorias.

Mariano Gamo presentando el libro Mariano Gamo. Testigo de un tiempo. Entre cristianismo y marxismo y viceversa
Mariano Gamo presentando el libro Mariano Gamo. Testigo de un tiempo. Entre cristianismo y marxismo y viceversa
En su turno, Mariano Gamo agradece a Delgado todo su empeño por hacer esta biografía y su dedicación de todo un año buscando los rastros escritos sobre él. Dice Mariano Gamo que es un niño de la guerra, que a su padre lo fusiló un destacamento del Frente Popular en las tapias del cementerio de Vaciamadrid y que lo enterraron en una fosa con otros asesinados. Se quedó huérfano a los cinco años y a los diez, por propia voluntad, ingresa en el seminario para convertirse en cura. Va desgranando los diferentes destinos a los que va para cumplir con sus tareas pastorales, señalando lo que cada uno aporta en su vida. Se siente parte de una Iglesia que quiere conectar con el mundo moderno. Su conciencia de clase le llevó a realizar proyectos de asociacionismo que sirvieran a los jóvenes para desarrollar su vida.

La indefinición no va con él, dice que es tendente a posicionarse en las cosas que le importan. Durante el franquismo también era posible posicionarse asumiendo las consecuencias que aquello podía traer. Señala que pasó por sucesivas metamorfosis ideológicas y afirma que no es un marxista teórico, pero que sí vivía en la órbita de ciertas interpretaciones de Marx. Impartía la misa de la misma forma que la concebía, como una asamblea a la que se llegan a algunas conclusiones, eso sí, les tocaba hacerlas un poco crípticas pues sabían que tenían la vigilancia de la policía secreta del régimen.

Mariano Gamo dice con humildad que simplemente ha sido fiel a la realidad que le tocó vivir, la de un cura del pueblo, la de un trabajador. Después nos lanza a todos un aviso, el de que le sublevan los muertos. Y luego lo explica: hay que discutir, así que no entiende una sociedad callada ante los problemas que se comporta como si estuviera muerta.

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