Dignidad laboral, de quienes perdieron su salud trabajando y de aquellos que defendieron su empleo y se organizaron cuando el patrón huyó, en la IX Muestra de Cine y Trabajo.
Cartel de la película La plaza de la música. Historias de amianto
La sesión de la tarde la presentó Blanca Casado, presidenta del Ateneo Cultural 1 de Mayo. Fue breve, pues a su lado estaba Carmelo Plaza, secretario de Salud Laboral de CC.OO., quien se encargó de hacer una estupenda y descriptiva presentación del problema del amianto. No es este un material nuevo, ya lo usaban culturas milenarias como la egipcia y la griega porque tenía propiedades maravillosas. También ellos conocían los efectos para la salud, porque a los esclavos que lo manipulaban se les colocaba una vejiga en la boca para que inhalaran menos. Efectos dañinos, nocivos y en muchos casos mortales son la realidad que hoy se sigue ocultando. La primera muerte datada es de 1920. En España se comenzó a usar a partir de los años 60 y hasta el 2001, cuando se prohibió en nuestro país aplicando una normativa de la Comunidad Europea. Durante ese tiempo se sabe que España exportó 2 millones de toneladas y se conoce que se superan las 3.000 aplicaciones industriales. Así que en nuestra vida tenemos mucho amianto a nuestro alrededor. Aunque hay 40 países que lo han prohibido, aún hoy se sigue fabricando, explotando y vendiendo.
¿Qué tenemos pendiente? En primer lugar ocuparnos de las víctimas. Debemos procurar saber quienes estuvieron expuestos para vigilar su salud y si contrajeron el mesotelioma pleural maligno, cáncer de pulmón producido por la inhalación de polvo y fibras de amianto, hay que resarcirles económicamente y también condenar a las empresas que les causaron el daño, pues éstas conocían el riesgo y no tomaron medidas. Lo segundo que debemos hacer es eliminar todo el amianto existente. Cuando partimos el amianto las partículas quedan varios días en el aire y pueden ser respiradas. En este sentido hay que ver de qué forma lo desinstalamos. No es una sustancia que el cuerpo pueda eliminar. Su efecto sobre los pulmones no es inmediato, pues su latencia se puede alargar y la enfermedad empezar a mostrar sus síntomas hasta cuarenta años después de la exposición. Finalmente debemos avanzar y que la prohibición de su uso se extienda a todo el mundo, que no se pueda explotar, ni fabricar, ni usar.
Se estima que en los próximos años morirán 25.000 personas más por esta enfermedad. Contó Plaza que dos trabajadores de una misma empresa, se encontraron en la consulta del médico después de cinco años de su prejubilición. Los dos estaban allí porque tenían el mismo cáncer de pulmón. Es necesario generar conciencia, explicar que el amianto presenta unos niveles terribles de mortalidad y solidarizarnos con los trabajadores de aquellos lugares del mundo a los que hemos terminado exportado este problema.
Fotograma de la película La plaza de la música. Historias de amianto
La plaza de la música. Historias de amianto, filmada con gran agilidad, se convierte en documento informativo sobre el amianto y en mucho más. Una narración dolorosa que nos habla de los casos con cercanía y proximidad, con una medida exquisita que no se recrea en lo dramático ni lo explota, sin desvirtualizar, centrada en contar concretamente los casos y las luchas emprendidas para que se reconozca como una enfermedad laboral. Nos lo cuenta cara a cara las víctimas que aún viven o sus familiares cuando ya fallecieron.
Se mezcla con un recorrido profundo por las industrias que utilizaron amianto en nuestro país, con el recuerdo de las víctimas, con la descripción detallada de la enfermedad que su exposición produce. Sobrecoge encontrar tantos usos industriales de este mineral y de la despreocupación de quienes dirigían estas fábricas con sus empleados. Sin duda La plaza de la música. Historias de amianto produce un nudo en la garganta.
Técnicamente me parece un documental moderno, que sabe jugar en diferentes terrenos para centrarse en lo importante, para dar una visión completa y para mostrarse cercano. Que huye de lo superfluo para ser concreto, sin efectismo.
Cartel de la película Nosotros del Bauen
Nosotros del Bauen, del director Didier Zyserman, es una película que deja hablar a sus protagonistas, ya que son ellos los que nos cuentan la historia del hotel, sus anécdotas de cuando la élite política argentina lo frecuentaba y el sistema de trabajo en cooperativa que han establecido. Nos hablan de sus problemas, del pasado, del presente y del futuro. Vamos viendo como cada uno de ellos se siente parte del Bauen, lo que aporta y lo que recibe. La cooperativa los hace a todos patrones y empleados a la vez, una filosofía difícil de compaginar. El secreto nos lo cuentan algunos de los trabajadores, no creerse amos sino trabajar con esmero pues de esta forma el trabajo de cada uno beneficia a todos por igual. Luchan cada día, y con su esfuerzo han vuelto a levantaron un hotel que sus anteriores dueños habían dejado caer por pura especulación y que hoy, que funciona de nuevo, quieren apropiarse.
La Asamblea es el órgano que toma cada una de las decisiones. Los trabajadores votan mano alzada y así avanzan. Sus sueldos son bajos, porque una mitad la invierten en el propio hotel. En Argentina, con la crisis, muchos empresarios se fueron, cerraron sus empresas y mandaron a la calle a sus empleados. Los trabajadores decidieron organizarse y tomaron los medios de producción, la fuente de su trabajo, para poder seguir ganándose la vida. En Argentina funcionan muchas cooperativas autogestionadas, pero el caso del Bauen es especial, pues se trata de la única cooperativa que sustenta un hotel.
No habla de buenos tiempos, todo lo contrario, pero aún así, a veces siento envidia de ver gentes que luchan con fuerza y dignidad por defender su empleo.
En ambas sesiones se proyectaron tres de los cortometrajes que compiten en el IV Certamen de Cortometrajes Express! Recursos es un corto muy corto, un pequeño juego de imágenes para explicar una frase-metáfora. El método mirror se puede describir como un trabajo imaginativo, pues su historia resulta ingeniosa. 6 aspirantes y un dispositivo tiene fuerza y engancha, brillando por su calidad, tanto en lo técnico como en lo interpretativo. El guión nos habla con cierto humor del camino tortuoso que supone todo proceso de selección, satirizándolo por exageración y sin embargo dejando ese poso tan cruel de que la realidad casi es así.
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