miércoles, 15 de septiembre de 2010

Una gran noche de cortos en el festival de la PNR

Niños que no crecen, mayores que no piensan, sobreprotección, futuro robotizado, caminos inesperados...


Martes 14 de septiembre de 2010. Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. Madrid


Teo Planell y Luis Bermejo en un fotograma de ¡Qué divertido!
Teo Planell y Luis Bermejo en un fotograma de ¡Qué divertido!
La cuarta sesión de cortos de la Sección Oficial en la 19 edición del FCM-PNR que organiza la Plataforma de Nuevos Realizadores (PNR) dio para mucho. Competir con el fútbol, con un Barça exultante, es tarea comprometida, así que al cine le tocaba usar todas sus armas.

Presentó Amanda Guadamillas con un bonito vestido blanco bordeado de líneas rojas. Intenté explicar el otro día el compromiso que les supone a tan jóvenes directores y directoras presentar su trabajo. Natalia Mateo, aunque no lo parecía se puso nerviosa, era la primera vez que iba a ver su corto con público y además en Madrid. La otra curiosidad es que David Planell ha rodado por segunda vez su corto Subir y bajar, lo que se dice un remake de su propia obra. La primera vez, hace tres años, lo hizo para circuitos pequeños, internet... Ahora ha probado el experimento de volver a rodarlo en grande, para cines.

Si me tuviera que quedar con uno sólo de los cortos proyectados, elegiría sin ninguna duda ¡Qué divertido!, de Natalia Mateo. Un corto dulce sobre una situación complicada que en cierta manera hay que torear jugando a que no pasa nada. Divierte el doble lenguaje, el no perder la sonrisa y el excelente guión. Conmueve su ternura, la de Luis Bermejo en su papel, y la del niño Teo Planell. Algo tiene que llevarse ¡Qué divertido! en el palmarés de este año.

Se puede hablar largo y tendido de Fábrica de muñecas, el corto de Ainhoa Menéndez Goyoaga, una historia de personas alienadas por un trabajo mecánico y que han perdido todo interés por desarrollar un mínimo de creatividad. Excelente la animación previa que describe el funcionamiento de la fábrica y maravillosa la mecanización en los gestos y movimientos del personaje que interpreta Leticia Dolera.

Cartel del cortometraje Fábrica de muñecas
Cartel del cortometraje Fábrica de muñecas
David Planell y su Subir y bajar es un ejemplo de cine comprometido. En un único plano se ve a una mujer conversando por el telefonillo con alguien que ha llamado desde el portal. Solo se escucha lo que ella dice y con sus palabras va subiendo la angustia. ¿Volverá a picar y se repetirá la historia que nunca cambia? Hay temas en los que nunca aprendemos.

The way to Macondo, de Chico Pereira, es una comedia rural que se sostiene sobre el absurdo que supone vivir dentro de una película de la que no se puede escapar. Provoca risas con el contraste entre un actor metódico y una vida convertida en un guión sobre el que no se tiene el mínimo control.

Por su parte Jesús Urda trae una historia complicada en El patio de Peter Pan; habla de fantasmas que no quieren crecer, de desgracias y de miedo. Aunque para terror infantil, Juan con miedo, de Daniel Romero Bueno, un corto de niños y leyendas que parecen hacerse ciertas. Arena, de Jota Aronak, es otro trabajo futurista donde un hombre vive encerrado en una vida repetida, absurda y sin sentido, en la que al final una voz en off le explica la importancia de saber tomar decisiones.

1 comentario:

Amanda dijo...

¡¡Muchas gracias una vez más, Javi!!
El vestido es de Guatequecacahuete, unas diseñadoras con mucho talento. Te dejo su blog:

http://guatequecacahuete.blogspot.com/