San Sebastián es una ciudad que se vuelca este día con el cine y que llena cada una de las salas de cada proyección
Sábado 25 de septiembre de 2009. Festival de Cine de San Sebastián
Samuel L. Jackson y Naomi Watts en una escena de «Mother and Child»
En cada festival, el sistema de votación es diferente, aquí, para ello, al entrar te dan un cartón de la película con una puntuación del 1 al 10. Se desprende la puntuación que se desea y se mete, al final de la proyección, en la urna la papeleta sin el número desprendido. No lo tengo claro, pero creo que solamente se vota en el teatro Victoria Eugenia y las películas de la sección Zabaltegi.
La mañana no empezó nada bien con «Perpetuum mobile», de Nicolás Pereda, dentro de la sección Horizontes Latinos. Se trata de otra película que no va a ningún sitio, que habla de la soledad del ser humano en esta sociedad. Lo cierto es que me aburre esta corriente de realismo absoluto y su confusión entre la ficción y el falso documental al que se dedica demasiado espacio en este festival.
«Das Weisse Band» («La cinta blanca»), de Michael Haneke, es otra cosa. Se trata de una película que retrata la podredumbre de la sociedad ultrarreligiosa como explicación a la explosión de la primera guerra mundial. El director nos muestra un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania, donde los muchachos aprenden la rectitud a través de castigos. Es un pueblo hipócrita, que envuelve y esconde los secretos en el que acontecen una serie de sucesos depravados que resultan el motor de la película. Haneke realiza bien su trabajo, pues los habitantes de la aldea llegan a resultar repulsivos y su moral se hace aborrecible. Sin embargo produce rabia que sólo decida hacer buenos los últimos 30 minutos de la película, insistiendo e insistiendo en hacer lenta y pesada la otros 115 previos.
Heath Ledger en una escena de «The Imaginarium of Dr. Parnassus»
«Mother and Child», de Rodrigo García, es también una buena película, de carácter intimista que ofrece una visión completa sobre las relaciones que pueden surgir entre una madre y una hija. Nunca son sencillas, siempre están cargadas de contradicciones y sentimientos, de verdades y deseos, de amores y miedos. Se pueden destacar muchas cosas de la película, pero sin duda la que más me sorprende es la capacidad del director para reflejar un mundo femenino real, con toda su complejidad, llenos de los matices que producen las relaciones humanas. Sorprendente.
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