«Como antes europeos y españoles llegaban a Bolivia y nuestros abuelos nunca dijeron que eran ilegales, ahora que los latinoamericanos vienen a Europa, no pueden ser declarados ilegales. Todos tenemos derecho a habitar en cualquier parte del mundo, respetando las normas de cada país»
Leganés, La Cubierta, 13 de septiembre de 2009
Cartel del encuentro con Evo Morales
Según los medios, entre cinco y siete mil personas acudimos ayer al encuentro con el presidente de Bolivia en la plaza de toros de La Cubierta de Leganés. Un público diverso, en el que se mezclaban españoles con otras múltiples nacionalidades latinoamericanas (bolivianos, ecuatorianos, peruanos, uruguayos, argentinos...) que habían venido desde diferentes puntos de nuestra geografía para escuchar a Evo Morales.
La fiesta se abrió con bailes folclóricos interpretados por diversas asociaciones y agrupaciones dedicadas a mantener las tradiciones de su cultura en Europa. Sonaron músicas y se bailaron las danzas populares de Bolivia, en las que no faltaron el culto a la tierra, a la medicina tradicional, a sus orígenes indígenas, a sus carnavales y su «diablada». Bailes a los que se unió una representación de Perú y de Ecuador.
Las intervenciones comenzaron con el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya, que agradeció al presidente su presencia en esta localidad madrileña y le entregó la distinción de visitante ilustre del municipio.
El público asistente al encuentro
Le siguió, en representación del comité de bienvenida, Rosa Regás, puño en alto, con un
discurso tan pasional como certero, compartido por una amplia mayoría de la izquierda española. La escritora recordó las profundas transformaciones que encara el pueblo boliviano y los logros conseguidos en esta lucha, un modelo de cambio necesario en latinoamérica y extensible al resto del mundo. Señaló como ejemplo las políticas llevadas a cabo en Bolivia por Evo Morales para el aprovechamiento del agua, la disminución en un 80% del analfabetismo, la asistencia sanitaria y social como derecho, el impulso de los servicios públicos, el respeto por lo indígena, la necesaria nacionalización de hidrocarburos y gas, o su oposición a la directiva europea de «la vergüenza» que recorta los derechos de los inmigrantes. Le dijo a Evo que no está solo y cerró su exposición con las ejemplarizantes palabras «Nunca más un paso atrás».
Intervino a continuación Federico Mayor Zaragoza para expresar su admiración por la defensa de los más desfavorecidos que el gobierno boliviano lleva realizando en los últimos años. Citó también la fuerte mentalidad de construir una cultura de paz que represente y dé voz a todos los ciudadanos.
Tomó la palabra la embajadora de Bolivia en España, Carmen Almendras, para hablar de las buenas relaciones existentes entre ambos países.
«La diablada», uno de los bailes tradicionales de Bolivia
Evo Morales dio las gracias a los asistentes por el cálido recibimiento que le habían ofrecido y comenzó mostrando su sorpresa por el interés con que se sigue en España la política de su país y por el conocimiento que se tiene de ella como ha podido comprobar en los discursos de los anteriores intervinientes. En una
intervención de media hora, el presidente, aprovechó para repasar algunos de los temas más importantes que viene defendiendo con rotundidad. Revisó la historia política reciente de su país, de cómo a los indígenas no se les permitía hacer política y a los movimientos sindicales se les perseguía, primero tachándoles de comunistas, después de narcotraficantes y finalmente de terroristas. Un camino duro el de su lucha pacífica y democrática por defender los derechos de trabajadores e indígenas en un país sometido durante muchos años por una oligarquía de «patrones» que saqueaban los recursos naturales del pueblo. Hablo de economía, contando que con los gobiernos neoliberales, instalados en Bolivia desde el año 1940, el país nunca conseguía tener superávit fiscal, hasta el 2005, justo antes de que llegara Evo Morales a la presidencia. En el 2006, primer año de su gobierno y de la nacionalizan los hidrocarburos, se presenta superávit fiscal. En el año 2005 las reservas internacionales de Bolivia eran de mil setecientos millones de dólares y en la actualidad se sitúan en ocho mil quinientos millones de dólares. Señaló que la balanza comercial resulta favorable a Bolivia en 300 millones de dólares, en una época de crisis que a ellos, por la política llevada a cabo, no les ha afectado. Dinero con el que acometer y garantizar los servicios básicos para los bolivianos, logrando que sean públicos y eficientes. Aprovechó para realizar un llamamiento a los funcionarios públicos para que se conviertan en auténticos revolucionarios al servicio del pueblo. Un pueblo con una nueva Constitución que le permite decidir políticas económicas por referéndum y revocar a políticos de cualquier nivel cuando lo crean conveniente. Una sociedad donde votar es un acto cotidiano, que les sitúa como uno de los países con mas votaciones del mundo en los últimos años. Evo se siente orgulloso «ahora hay muchas elecciones, antes, lo que había, eran golpes de estado».
También habló de las bases militares, prohibidas por su Constitución. Su mensaje fue claro: «En Latinoamérica, donde hay una base militar de EE.UU., hay golpes militares» Con rotundidad afirmó que las bases militares no garantizan la democracia. (No citó a Honduras, pero es un claro ejemplo que a mí me viene a la cabeza).
Evo durante el acto (Foto: Julio Castro - LaRepública.es)
Tuvo tiempo de hablar de inmigración para recordar que es un error catalogar a los extranjeros sin documentación como «ilegales», ya que ningún ser humano es ilegal. Recordó como «antes europeos y españoles llegaban a Bolivia y nuestros abuelos nunca dijeron que eran ilegales, ahora que los latinoamericanos vienen a Europa, no pueden ser declarados ilegales. Todos tenemos derecho a habitar en cualquier parte del mundo, respetando las normas de cada país».
Continuó hablando de las políticas que su gobierno está impulsando de cara a sus ciudadanos que viven fuera de Bolivia, de la reforma en la que están trabajando para permitir el voto exterior y llegar a acuerdos con el gobierno Español para hagan posible el voto de los bolivianos empadronados en España en las elecciones a las alcaldías de los municipios en que viven y de los que forman parte, o la convalidación de la licencia de conducir. Señaló también la intención de abrir nuevos consulados en España.
Su intervención la terminó repasando cómo el cambio climático está alterando los paisajes naturales de Bolivia y señaló la necesidad de crear una conciencia ecológica que impulse políticas medioambientales que permitan cuidar y defender los derechos de la «madre tierra», incluso por encima de los derechos individuales.
Salí satisfecho de escuchar hablar a Evo, agradecido por su mensaje y con la esperanza renovada de que es posible un cambio mundial a semejanza de los nuevos modelos socialistas de Latinoamérica.
Escuchar la intervención completa de Evo Morales -
Leer el discurso de Rosa Regás
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