Prometí hablar del viaje, así que no queda más remedio que cumplir ya que uno es soberano de sus silencios y esclavo de sus palabras. No suelo hacer viajes organizados, soy bastante reacio, por lo que no esperaba encontrarme con el lado humano que hay en todo tipo de sucesos en los que se juntan más de tres personas.
Primero hablar de la organización impecable de Al Qatar que supo elegir un hotel muy cómodo (el hotel San Camilo), seleccionar los restaurantes donde degustar la comida típica de la zona (Hotel Antigua Bodega de D. Cosme Palacio y La cueva), organizar las visitas a las bodegas en el mejor orden posible (ver entrada anterior) y nos dejó espacio y tiempo para que recorriéramos por nuestra cuenta (Laguardia y Logroño) o en grupo (Samaniego y Elciego).
Después, hablar de los amigos que vas haciendo. Es curioso cómo una pequeña conversación y la casualidad te va uniendo a gente afín y cómo, casi sin quererlo, vas haciendo amistades perdurables. Incluso los escépticos como yo nos rendimos: también necesitamos hablar con desconocidos de vez en cuando, escuchar nuevas oponiones y por un instante sentir que formamos parte de un grupo, que no somos bichos tan raros. A veces con un ratito de conversación descubres personas con las que te sientes como si conocieras de siempre. Extrañas sensaciones y muy agradables.
Cambiando de denominación de origen, este fin de semana me voy al Aranda del Duero. Es el VI concurso comarcal de tapas, pinchos y banderillas. Todavía estáis a tiempo.
miércoles, 14 de marzo de 2007
Viaje al vino de Rioja (El viaje)
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1 comentario:
¡Vale,vale!
Ya estoy aquí verde de envidia. ¿o rojo?.
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