lunes, 16 de enero de 2006

Tiempos modernos



Nota: Cuando estudiaba en la Facultad de Informática participé en la revista que hacíamos los alumnos y que se llamaba Coleópteros y Otros virus. Colaboré en muchas cosas, incluso en dar vida a algunos personajes un tanto extrovertidos y los mundos oníricos que los rodeaban. Todo para hacer un poquito de opinión desde otro punto de vista. Ly fue el primer seudónimo que utilicé. El artículo que hoy recojo en este blog, fue el primero de todos ellos, se escribió en noviembre de 1991 y se publicó en el número 8 de dicha revista.

Imperdible entre manchas
Imperdible entre manchas
Tiempos modernos, ¡qué asco! A las seis en punto de la mañana un autobús chirriante se detiene ante el semáforo que hay frente a mi casa; marca el inicio de una jornada. Le seguirán cientos de apestosos autobuses de la EMT que frenan y aceleran por culpa del dichoso semáforo. Miles.

Son las ocho, el vecino de arriba vuelve a encontrarse con un coche en doble fila que no le permite poner en circulación su pesada furgoneta. Se sienta al volante y nos da un concierto de claxon que con un poco de suerte sólo durará media hora.

En mi calle están de obras, supongo que esto ocurrirá en todas las calles de Madrid. Ruido de máquinas a las 8:30. Insoportable. Diez minutos después, os lo podéis imaginar, los nerviosos conductores se atascan, pues los obreros han invadido uno de los carriles con sus trastos y comienzan a levantar el suelo. Millones de pitidos. Maldita ciudad, aquí nadie respeta nada.

Es este el instante en que uno se pregunta: ¿debería levantarme de la cama, porque dormir me parece que no me van a dejar?

No lo soporto, ciudad horrible de infelicidad. Suena el estrepitoso teléfono, Cristina corre a cogerlo y ya tenemos su voz agitando toda la casa. La tortura aumenta. Ahora el chirrido de mi despertador. Son las 9:15, la hora de levantarme. Un nuevo amanecer, ¡qué bien! Lo cierto es que ya tengo los nervios deshechos y es el momento de tomar el metro, servirme del autobús -el 591, por supuesto-, soportar otro día más de Facultad...

Lo dicho, tiempos modernos, ¡qué asco!

Ly

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