domingo, 18 de septiembre de 2005

Suicidio y muerte



Nota: Cuando estudiaba en la Facultad de Informática participé en la revista que hacíamos los alumnos y que se llamaba Coleópteros y Otros virus. Colaboré en muchas cosas, incluso dar vida a algún personajes extrovertido y todo el mundo onírico que le rodeaba. Todo para hacer un poquito de opinión desde otro punto de vista. El artículo que hoy recojo en este blog, fue escrito en septiembre de 1993 y publicado en el número 18 de dicha revista. Fue la última vez que Basi Vos y el resto de habitantes de la isla inexistente aparecieron en aquellas páginas.

El eunuco
El eunuco
Lord Vran tenía el propósito de quemarme esta mañana. Pensaba en una gran hoguera con leña bien seca de negrillo. Lord Vran ha descubierto mi homosexualidad.

Así pues estoy haciendo mi maleta para escapar como un ladrón por la buhardilla que da al tejado. Huir tristemente calle abajo, hacia el muelle, y abandonar para siempre esta isla inexistente. Por mi parte ya no habitaré más en la mansión de Lord Vran.

→ Basi Vos firma#



Basi Vos ha huido de esta isla: se ha cortado las venas en el interior de la bañera. No podría morir de otra manera, pues nunca fue capaz de sufrir: el dolor le espantaba.

Ahora empiezo a notar su vacío, el frío de esta mansión sin sus sabios consejos, ni su extraña forma de ver el mundo. Ya no oigo sus palabras y me siento solo, incapaz de seguir adelante. No estoy preparado para el mundo exterior.

El mundo me comerá y algún paleontólogo soñador encontrará los restos del festín dentro de miles de años. El paleontólogo creará su teoría y volverá a resucitar una vez más. Tal vez entonces me faltará un brazo también.

Lord Vran de Milos y Gorverats



No he podido hacer nada; mis pies no eran capaces de realizar ningún movimiento. Lord Vran sacó un revólver de su casaca roja y se disparó en la cabeza. Ahora yace muerto. ¡Maldito hijo de puta que nos abandona! Somos plebe sin cultura, esclavos sin un amo condenados a vagar atados por la cadena de la insuficiencia e incapaces de pensar y decidir por nuestra cuenta.

También el mayordomo, ese tirano político, se ha suicidado. En eso he tenido suerte: no volverá a joderme.

¿A quién seguir ahora? ¿Por quién votar si no nos queda cacique ni demagogo?

El eunuco



Afortunadamente mi sordera se confunde con ceguera y todo ello con locura. ¡Qué estupidez! Siempre se demuestra que los más viejos viven más por lo que saben callar que por otra cosa, pura tautología. Si a Miguel Servet le hubiesen cortado la lengua al nacer, hubiera muerto de viejo tranquilamente sobre su cama. Basi Vos diría que mi postura reaccionaria va contra el progreso y qué sería del hombre sin evolución. No sé, yo desconozco las respuestas a mis cuestiones ontológicas: ser o no ser sin progreso. Tampoco tengo interés en contestármelas pues creer en el dios católico me exime de ello: nunca hay que confundir la tierra con el paraíso. De esta manera poco me importa esperar al próximo amo de esta mansión.

Miss Margaret



De esta forma he matado a todos mis personajes, pues tras el suicidio de Basi Vos y el Lord, desplomé una pared sobre el ama de llaves e hice que tres salteadores apuñalaran al eunuco. Soy cruel, no obstante, qué más da si al final siempre hay un cabrón que se salta un semáforo y te mata.

El autor